2/4/16

ME LA SUDA

¿Que no se inviste presidente?


A casi tres meses de las elecciones generales, sigue sin haber pacto para investir a un nuevo presidente del ejecutivo español. Por eso, en las alturas, donde los poderes fácticos se mascan sus propios pedos, andan todos con más nervios que Pinocho en la serrería de IKEA. Desde el principio del proceso han lanzado a sus perros mediáticos a clamar por la democracia, tratando de convencer a los españoles de que democracia es igual a pacto, y el no poder investir a un presidente es una irregularidad democrática. 

–Hipócritas, vergüenza debiera daros tratar de seguir engañando a los españoles con un cuento tan viejo. La democracia es lo opuesto al consenso. El pactismo es la característica que define a las oligocracias, preguntádselo a Antonio García Trevijano, que está aún vivo para daros lecciones. Y gratis.
 

Antonio García-Trevijano Forte, abogado, político, crítico de arte y pensador republicano español

Vamos a ver, aprendices de periodistas de los cojones: ¿De qué tragedia democrática habláis? Gobierno hay. Presupuestos para ejecutar, también –ya se encargó el PP, que sabía que iba a estrellarse el 20D, de aprobarlos a tiempo–. Parlamento hay. Con su congreso, capaz de lanzar iniciativas y de aprobar leyes o de derogarlas. Así que, ¡españoles: todos tranquilos como ojos de vidrio en el escaparate de una ortopedia!

–¡Coño, Maldito –dirá un bienintencionado–, pero es que es un gobierno del PP! ¡Con Mariano Rajoy al frente! ¿Acaso te has vuelto pepero, como el transfuguísimo Ramón Tamames (ex-comunista)? ¿O loco del todo?



Pues no. Este Maldito Hijo de Perra sigue siendo un republicano de izquierdas –puede que loco–, con una frustrada vocación de capador de cerdos. Pero, antes que otra cosa, Maldito Hijo de Perra es demócrata. Y percibe que esta situación de la política española es un atisbo de lo que sucedería en una verdadera democracia republicana. Así que voy a explicároslo.

Las masas populares españolas han venido votando –hasta el 20D– como si trataran de acertar el ganador de cada convocatoria electoral: "¿Saldrá rojo o azul? Atentos a la bolita". Puede que sea por eso de "vale, nunca me toca la lotería; pero "mi partido" ha ganado y puedo salir a celebrarlo". Pero resulta que, a estas alturas de la corrida, los españoles están ya hasta los cojones de hacer el indio y de que les dé por culo el lotero. Y, por primera vez, han votado lo que les ha dado la gana, pasando del voto útil como de la mierda de cagada matutina con resaca.
 

Y el resultado es éste. España –no el Congreso, ni la Casta, sino España– no está de acuerdo con ninguno de los presidentes posibles: Ni Mariano ni Pedro. Ni tampoco quiere un pacto de legislatura a la vieja usanza, de esos que conducen, sí o sí, a una dictablanda de facto de cuatro años más, a un trágala insoportable de subidas de IVA y bajadas de derechos sociales. ¡Que los únicos con posibilidades de mandar son siempre de derechas! Tanto PP como PSOE. Ya dijimos aquí que Zapatero se cargó el Partido Socialista para siempre jamás. Lo dejó en pelotas, demostró que podía ser un partido tan de derechas como fuera necesario para servir "a los mercados", lo cual significa lamerles bien la polla a los banqueros.
 
¿Por qué se parece esto que tenemos ahora mismo a una democracia? –se preguntarán –. Vale,lo repetiré por enésima vez: Democracia significa independencia de poderes ejecutivo y legislativo, además de representatividad plural. En cuanto al tercer poder del estado, el judicial, no es un poder electo, sino funcionarial; un poder que, en cuanto se siente mínimamente libre de coacciones –y de pérdidas de carrera, al estilo Gómez de Liaño o Garzón–, tira de la manta. Como está pasando ahora mismo también, que es que no hay semana en que no se aireen nuevos trapos sucios y tampones cagados del PP y del PSOE.



De modo que me apunto a seguir riéndome cada día con las doctrinarias pavadas de la Sexta o la Cuatro, aderezadas con la gilipollez congénita de la Séptima (o 13), adquirida por ahogamiento con agua bendita –no, no veo los canales tomados al asalto por el Gobierno–. Los medios endeudados con la Mafia Sionista son capaces de pisarse un callo, de arrancarse un huevo de cuajo, con tal de no admitir que la distribución de escaños en el Congreso no es ningún fracaso de la democracia, sino de las oligarquías; o sea, de los plutócratas. 

Que los jodan a todos, unos y otros. Que aprendan lo que es la democracia, aunque sea de esta tímida partitocracia plural que adquiere un valor ejemplar, aunque sea perecedero. Si el Pueblo Español demuestra sentido común, volverá a votar lo mismo en junio. O algo parecido, con más fuerza para los partidos emergentes. Mejor que mejor. Pero de manera que no se pueda investir presidente. Y seguir con un gobierno en funciones, cautivo del Congreso toda la legislatura. Que se ponga el Congreso de acuerdo en leyes concretas, esas que iban en todos los programas electorales, excepto en el del PP. Bien mesuradas. Y que se las den al ejecutivo para su escrupuloso cumplimiento, obligándolo a rendir cuentas de su ejecución.


La Ley 8/1994 de 19 de mayo, obliga al gobierno en funciones a comparecer ante el Congreso

El PP se niega a rendir cuentas, de momento, arguyendo jeremiadas infumables, como esa de que si no tiene poder, y sólo ha de cumplir la ley, no tiene que rendir cuentas. ¡Y una polla con cebolla!–

Serán muy pocas leyes las tramitadas. Va a tratarse de un simple proceso de reconstrucción de lo que ha arrasado el PP. En todo caso, dado que son los españoles los que pagan todas las facturas, que suceda lo que sea que a los españoles les salga de sus respectivos nabos y setas en remojo.


FUENTE: ácratas.net
Maldito Hijo de Perra
18/03/2016



Si los cabritos del gobierno en defunciones se niegan a comparecer ante el Congreso de los Diputados, habrá que llevarlos ante el Tribunal constitucional.

¡Pero que coño se habrán creído estos tipos!

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