30/6/18

ESPAÑA, PAÍS DE RÉCORDS

Las 25 asignaturas pendientes de España


1. SUBCAMPEONES EN TASA DE PARO


2. JÓVENES DESEMPLEADOS


3. PRECARIEDAD Y EMPLEOS TEMPORALES


4. SINIESTRALIDAD LABORAL


5. LA LIGA DE LA CORRUPCIÓN


6. RECORTES EN GASTO PÚBLICO


7. SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL


8. PENSIONES DE JUBILACIÓN


9. EXCLUSIÓN E INDIGENCIA


10. POBREZA INFANTIL


11. MENOS INGRESOS MEDIOS DISPONIBLES


12. CAÍDA DE LA RENTA MEDIA


13. JIBARIZACIÓN DE LA CLASE MEDIA


14. CRECIENTE DESIGUALDAD SOCIAL


15. FRACASO ESCOLAR


16. HORAS LECTIVAS OBLIGATORIAS


17. BAJO RENDIMIENTO ACADÉMICO


18. TASAS UNIVERSITARIAS CARAS


19. MENOR DESARROLLO DE LOS JÓVENES


20. SUPERÁVIT DE NINIS


21. CAÍDA DE LA INVERSIÓN EN CIENCIA E I+D


22. ACOGIDA DE REFUGIADOS


23. CONSUMO DE COCAÍNA


24. TABAQUISMO


25. SOBREPESO Y OBESIDAD



FUENTE: elperiodico.com
Andreu Farràs
07/12/2016

LOS CARGOS

Citizen Plof

NERVIOSISMO

Peperos al borde de un ataque franquista de nervios

Mi padre, Javier Pradera, que al frente de Alianza Editorial, tuvo que negociar infinidad de contratos de edición, tenía una máxima que me repetía siempre:

Javier Pradera
(1934 - 2011)

"Si quieres tener éxito en una negociación, deja siempre que el último euro se lo lleve la otra parte."

Su talante moderado y pactista le llevaba a tomarme el pelo cuando me veía metido en pleitos o amenazando con ellos.

"Siento decirte, hijo mío, que lo tuyo es un trastorno mental llamado querulancia."

Al igual que Abraham Lincoln, estaba convencido de que no hay nada más estresante y angustioso (pleitos tengas y los ganes, dicen los gitanos) que un litigio.

Abraham Lincoln
(1809 - 1865)

Quienes vuelvan a ver hoy el programa de RTVE "Tengo una pregunta para mí" dedicado a la Memoria Histórica, en el que Basilio Baltasar entrevista a varios intelectuales (Pradera entre ellos) sobre la polémica ley de Zapatero, se convencerán de que mi padre siempre vio la Transición como una suerte de arreglo extrajudicial. 

Le encantaban las películas americanas de juicios y el modo en que fiscales y abogados estadounidenses luchan siempre hasta el último minuto por ahorrarle tiempo y dinero al contribuyente, cerrando un acuerdo privado entre las partes. Tengo más que constatado que en España tiramos más bien hacia el polo opuesto. Somos capaces de ponerle una demanda a nuestro casero solo porque se niega a cambiarnos la junta de goma de un radiador.

De Shlomo Ben Ami (un híbrido de político e intelectual por el que sentía gran admiración) Pradera tomó la frase:

"La paz y la justicia son incompatibles."

En el sentido de que si de verdad quieres llegar a un acuerdo con la otra parte (en Madrid o en Jerusalén), no puedes emperrarte en que prevalezca un estricto cumplimiento de la justicia: debes permitir, como hacía Pradera en Alianza Editorial con los siempre voraces agentes literarios, que el último euro (por más que  sepas que en puridad te corresponde) se lo lleve la otra parte.

La Transición (decía mi padre) fue una negociación parecida. Los famosos "cautivos y desarmados del Ejército Rojo" que no fueron exterminados por el sanguinario dictador y se pudrieron en la cárcel durante largos años, así como los exiliados de la República (unos 500 mil, según los historiadores más solventes), llegaron a la conclusión, en 1978, de que les compensaba la paz, aunque tuvieran que hacer grandes cesiones.

Lejos de valorar el esfuerzo notabilísimo que llevaron a cabo los perdedores de la Guerra Civil por no llegar a la Ruptura, la derecha española aún se ríe de ellos, con frases a lo Pablo Casado:

"Están todo el día con la guerra del abuelo, con las fosas de no sé quién."

o a lo Rafa Hernando:

"Algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo."

El deseo de paz era tan grande en aquellos años, que "los rojos" renunciaron a buscar los restos de sus familiares y aceptaron convivir con engendros como el Valle de los Caídos o la placa de homenaje a la Legión Cóndor que Ruiz–Gallardón se negó a retirar del cementerio de la Almudena cuando fue alcalde de Madrid.

Pero de la misma manera que en derecho existe algo llamado "novación modificativa" del contrato, el pacto de la Transición puede y debe ser renovado. Y debe serlo por las mismas razones por las que se cerró el del 78: porque no es posible la paz si se exige un estricto cumplimiento de la justicia. 

Ruiz-Gallardón

Es cierto que en su día se acordó lo que se acordó, pero la derecha (entre la cual hay buenos abogados) debe entender que ningún contrato es para siempre, y que hoy la mayoría de la población española está a favor de esa novación modificativa del acuerdo que fue la Transición

Eso afecta tanto a la necesidad imperiosa de cambiar la Constitución (algo a lo que el PP se resiste como gato panza arriba, al grito de "Pacta sunt servanda", o lo que es lo mismo "Santa Rita, lo que se da no se quita", para los que aborrezcan los latinajos) como a admitir sin refunfuñar que el Estado debe ayudar a que los represaliados del franquismo recuperen los restos mortales de sus deudos.

Y atañe también, como no, al Valle de los Caídos. Hay que sacar los restos de Franco y José Antonio de esos lúgubres sepulcros donde reposan desde hace demasiado tiempo y entregarlos a sus familias, como se ha hecho ya con Mola y Sanjurjo –dos de los cerebros del "Glorioso Alzamiento"– en Pamplona. Hay que desmontar también esa ominosa y prepotente cruz de 130 metros, porque es el símbolo de la Cruzada, la sanguinaria operación ilícita de rescate espiritual de la patria en la que se embarcó que Franco al grito de:

"Salvaré a España del marxismo aunque tenga que fusilar a la otra media."

Y como dice el profesor Julián Casanova, hay que retirar de una vez por todas la Guerra Civil del debate político e introducirlo en los libros de texto.

Es necesario que los españoles, que desconocen en su mayoría lo que de verdad ocurrió en aquella guerra, se puedan carcajear cada vez que un político torticero e ignorante diga bobadas como las de Rafa Hernando:

"La República trajo un millón de muertos."

Ni fueron un millón (500.000, a lo sumo), ni los trajo La República.

La República trajo, en esencia, la abolición de los privilegios de los ricos y los poderosos. Y los muertos los trajeron aquellos que, como Franco, Yagüe y Mola, exterminaron a media España (150 mil muertos solo en la retaguardia) con tal de conservarlos.

FUENTE: publico.es
Otras miradas
Máximo Pradera
27/06/2018

"Prometo volver"

29/6/18

ENTREVISTA DE TRABAJO


- ¿Tiene experiencia?

- ¡Sí! con ésta ya llevo unas 50 entrevistas.
Citizen Plof
 

SOLEDAD BRAVO - CANTOS REVOLUCIONARIOS DE AMÉRICA LATINA (VÍDEO)

BRUTAL REPRESIÓN EN NICARAGUA

Ay Nicaragua, Nicaragüita

La brutal represión policial contra las protestas sociales se salda ya con al menos 212 muertos. El Gobierno niega estos hechos y denuncia una conspiración
 
Manifestación por la paz en Managua (Nicaragua) del pasado 24 de abril.- Daniel Cruz

Esta semana regresé a Nicaragua, de nuevo en conflicto. Miles de estudiantes universitarios comenzaron protestando en las calles, en los primeros días, contra una reforma regresiva del seguro social.

Con la respuesta represiva del Gobierno, la protesta ha evolucionado. Creció la inconformidad y el hartazgo hacia la clase política, a raíz de la corrupción y falta de democracia, una situación común a muchos países en la región. Ahora las protestas piden justicia para las víctimas que han dejado los enfrentamientos.


La historia de Nicaragua en el último siglo ha estado marcada por la violencia: intervenciones militares, la lucha nacionalista de Sandino, el represivo régimen de Somoza, la insurrección y victoria revolucionaria sandinista, la injusta e ilegal guerra de los contras.

Esta vez, en cambio, no hay una intervención imperialista, y tampoco hay una insurrección armada. Pero la protesta de las personas de a pie está siendo respondida con una violencia brutal y letal. En ello coinciden todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Hay más de 170 muertos cuando escribo estas líneas (la cifra ya asciende a 212).


Unos días atrás, el ejemplo fue emblemático. En el Día de las Madres, que se celebra el 30 de mayo en Nicaragua, fue atacada una marcha encabezada por las madres de estudiantes universitarios asesinados.

Por las noches circulan los llamados “motorizados” (grupos parapoliciales) armados, que siembran el miedo con total impunidad. Este fin de semana, una familia completa de 6 personas, incluyendo un bebé de ocho meses y un niño de 2, murió calcinada dentro de su propia casa. Hay testimonios de que varios grupos parapoliciales prendieron fuego a la vivienda porque la familia no quiso dejar entrar a los francotiradores de estos grupos, que pretendían apostarse en el techo para atacar a civiles.


El diálogo no avanza. Con la represión no hay condiciones y, sin diálogo, es difícil entrever siquiera una solución política. Daniel Ortega dice que se queda. Los manifestantes piden que se vayan tanto él como su esposa, Rosario Murillo. Es prácticamente seguro que algún día tendrán que irse. Pero ahora se especula sobre cómo y cuándo, si de forma adelantada, pacífica y ordenada, o de forma lenta y violenta.

Mientras tanto, continúa la masacre.


En este impasse tenebroso, lo primero que se tendría que pensar en serio es cómo garantizar los derechos humanos. En mayo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elaboró un informe en el que evidencia graves violaciones a los derechos humanos y la represión “a cargo de la Policía Nacional, sus fuerzas antimotines y grupos parapoliciales.

”El mismo mes, Amnistía Internacional publicó su informe Disparar a matar, que concluye que “las autoridades nicaragüenses, incluso las más altas, implementaron y mantuvieron una estrategia de represión, en ocasiones intencionalmente letal, a lo largo de las semanas de protesta”.


El Gobierno niega estos hechos. Rosario Murillo ha argumentado que las noticias son falsas y plantea un relato alternativo. Su versión es que se trata de violencia generada por grupos políticos de oposición y denuncia una “conspiración delincuencial que, desde la intimidación, el miedo, las amenazas y el terror, ha pretendido entregar el país a la delincuencia y al crimen organizado”.

Es un relato que se difunde a través de todos los medios de comunicación que controla el Gobierno. Otro relato muy diferente circula por las redes sociales, entre jóvenes y universitarios que empiezan a ser protagonistas de su propia historia.


Ante este relato “alternativo” del Gobierno, tan alejado de la realidad, resulta imprescindible que haya una vigilancia internacional sobre lo que está pasando en Nicaragua. Curiosamente, durante los cuatro días que estuvo la CIDH en Nicaragua, no hubo muertos en la calle. La propia Comisión ha propuesto crear un grupo de expertos independientes para investigar e identificar los responsables de los abusos. Es un buen primer paso.

También habría que desmontar los aparatos de represión y supervisar procesos judiciales que garanticen que finalmente habrá justicia para las personas fallecidas y sus familiares. Y hay que mirar no solo a Managua, sino al conjunto del país, cuyas carreteras están trancadas y donde para miles de personas se dificulta el acceso y el abastecimiento de combustible y alimentos.


El desafío más grande será encontrar una transición de salida a la crisis política, que solo puede hacerse realidad empezando por atender a las causas que la generaron. Adelantar directamente las elecciones no es una solución. Es más, sin una reforma del sistema electoral actual, que con frecuencia se denuncia que está amañado, el riesgo es que vuelva a ocurrir lo mismo una y otra vez.

Hay que reformar el sistema electoral pero también renovar con profundidad el sistema político, que se percibe como carcomido desde adentro. La única manera de abordar esta necesidad es con presencia política internacional, acordando las reglas de esa transición por la vía del diálogo.


La captura política del Estado es un fenómeno muy extendido en Latinoamérica, producto de una fundación o una transición democrática frágil en muchos países. Permite a las élites económicas proteger sus intereses. Concentra la riqueza y el poder, es soberbia y patriarcal. Y es el principal obstáculo para reducir la pobreza y desigualdad.

En su forma más sutil, convive con las reglas de la democracia. En su forma más cruda, las reglas de la democracia no importan lo más mínimo. Por eso también la presencia internacional resulta tan importante para ayudar a intermediar el cambio y la transición. Para que una mirada externa asegure la limpieza del diálogo y la protección de las vidas en riesgo.


Después de muchos años de compromiso personal con Nicaragua, veo con asombro como se repite la historia. Hablé con una amiga sandinista que luchó en la insurrección contra la dictadura de Somoza. Me dijo: “Nunca pensé que iban a matar a nuestra propia gente. Esto es lo mismo que cuando Somoza.” 

El libro Rebelión en la Granja de George Orwell termina de la misma forma: “No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales asombrados pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro”.


FUENTE: ctxt.es
Tribuna - Simon Ticehurst
27/06/2018 

El título de este artículo está tomado de una canción de los años 80 del pasado siglo XX, compuesta por Carlos Mejías Godoy dedicada al FSLN (Frente Sandinista de Liberación  Nacional). 

Aquí les adjunto música y letra, como homenaje e inyección de moral al bravo pueblo nicaragüense, solidarizándome hasta la médula con su justa lucha:



Cabe recordar también aquel hermoso poema del paraguayo Manuel Ortiz Guerrero:

A Nicaragua


Víctima sin defensa del monroísmo (Enero 4, 1928)

Por todo el Continente cunde un escalofrío;
al azulado abismo del lago de Managua,
donde hicieran sus nidos los cisnes de Darío,
anfibios yanquis entran a profanar sus aguas.

El águila del norte lanzó su desafío
y entre sus garras, presa, devora a Nicaragua.
Sin reparar que el cóndor de los Andes, bravío,
le mira desde el alto picacho de Aconcagua.

Manuel Ortiz Guerrero
(1897 - 1933)

ACCIÓN POÉTICA PERUANA



Citizen Plof

28/6/18

IDEÓLOGO FRANQUISTA

Este interesantísimo artículo fue publicado por Antonio Maestre en marzo de 2014, pero este ciudadano recomienda nuevamente su lectura, a raíz del juicio al doctor Vela sobre los bebés robados en España, para que se hagan una idea de cómo, los ideólogos del regimen franquista, abonaron el terreno para tal esperpento.

Citizen Plof

Vallejo-Nágera, el Mengele de Franco, y la estirpe desigual de Rajoy


Antonio Vallejo Nágera
(1889 - 1960)

El informe preliminar del Consejo General del Poder Judicial presentado esta semana decía que la ley del aborto de Gallardón convertía a la mujer en un “mero instrumento al servicio de la maternidad, necesitada de información y asesoramiento para decidir sobre su propia vida e intimidad, y su integridad personal, sin tener en cuenta sus derechos fundamentales”. Justo esta misma semana se cumplieron 44 años de la muerte de uno de los ideólogos seudocientíficos del franquismo, el psiquiatra Antonio Vallejo Nágera, que entre otras consideraciones definía a la mujer como un ser inferior al servicio de la maternidad.
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella”.
Lamentablemente muchas de las medidas que se están tomando hoy en día tienen una base ideológica que lleva muchos años instaurada en la derecha española más reaccionaria española y que se ha ido conformando con las ideas de personajes como el psiquiatra franquista Antonio Vallejo Nágera.

La eugenesia hispana y Vallejo Nágera

Captura de pantalla 2014-03-01 a las 17.37.38

Antonio Vallejo Nágera fue un psiquiatra reputado durante el régimen franquista. Nació en Palencia en 1889 y, en 1917, fue enviado como agregado a la Embajada de España en Berlín donde aprendió el idioma que posteriormente le permitió acercarse a las teorías eugénicas nazis y hacerse un ferviente admirador del nazismo. A su llegada a España, en 1930, dirigió una serie de clínicas psiquiátricas y durante la Guerra Civil se convirtió en el máximo dirigente de los Servicios Psiquiátricos del franquismo, donde desarrollaría sus teorías supremacistas y eugénicas. Vallejo–Nágera creó en España el Gabinete de Investigaciones Psicológicas del Ejército, que pasaba por ser una copia del Instituto Alemán que difundió las ideas eugénicas nazis.

Desde estas instituciones Antonio Vallejo Nágera desarrolló unas teorías que consideraban a los marxistas y los individuos de los estratos sociales más bajos entes a erradicar para mejorar la raza hispánica y elevarla a sus cánones medievales. En su libro Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza, expresaba su canon de raza hispana.
“El fenotipo amojamado, anguloso, sobrio, austero, se transformaba en otro redondeado, ventrudo, sensual, venal y arribista, hoy predominante. Tiene tan estrecha relación la figura corporal con la psicología del individuo que hemos de entristecernos de la pululación de Sanchos y penuria de Quijotes”
Antonio Vallejo Nágera tenía la idea de crear una raza social que tuviera como máxima en sus valores la aristocracia, el militarismo y el catolicismo. Para ello debía identificar el “gen rojo” o marxista, que envenenaba el ideal de raza que Vallejo Nágera quería para España. El psiquiatra entendía este gen como el entorno que rodeaba al individuo, sin tener en cuenta a su carácter genético. Las ideas de Vallejo Nágera se centraban en la sociedad y la cultura, no tenían un carácter biológico. Vallejo Nágera consideraba que la perversión de la raza hispana nacía de haber olvidado la triada nacional-católica “Dios, Patria y Familia” y haberla sustituido por la lucha de clases y el sentimiento de pertenencia obrera.

“Las epidemias de San Vito se han visto sustituidas por otras epidemias que causan numerosas víctimas, por haberse traducida en lucha de clases. Han desaparecido de la conciencia colectiva las constelaciones. Dios, patria y familia que tanto influyen en la sensibilidad del pueblo”
Es por ello que Vallejo Nágera consideraba a los rojos y marxistas los culpables de toda la degeneración de la raza hispana. El psiquiatra atribuía unas características negativas a las “hordas marxistas” y una características afectivas positivas a los miembros del bando nacional. Los nacionales eran una raza en la que predominaban la religiosidad, el patriotismo, la responsabilidad moral, e inclinación a los valores éticos y estéticos. En contraposición estaban los marxistas, que poseerían unas características que él denominó complejos psicoafectivos, que eran el resentimiento, rencor, envidia, arribismo, ambición y venganza. Características que se veían ampliadas por su origen de clase, tal y como expresó en un artículo de la revista Acción Española del año 1936.
“En las clases bajas populares predominan los deficientes mentales y los incultos más que en otros estratos sociales superiores”
Una de las ideas que Vallejo Nágera proponía para poder instaurar su ideal de raza era la recuperación de la inquisición, según cuenta Enrique González Duro en su obra “Los psiquiatras de Franco - los rojos no estaban locos”. 

“Corre sangre de inquisidores por nuestras venas y en nuestros genes paternos y maternos están incrustados cromosomas inquisitoriales”
En palabras de González Duro, Vallejo Nágera quería el resurgimiento de la Santa Inquisición, ya que, según él, el ideal del español tenía sangre inquisitorial y era preciso recuperar esa santa institución.Una institución modernizada pero rígida y austera, sabia y prudente, buena contra el envenenamiento de masas, contra la difusión de ideas antipatrióticas, extranjeras y corruptoras de los valores universales hispánicos. Militarismo social, uniformismo, inquisición ideológica y justicia.

En 1938, se le encargó a Antonio Vallejo Nágera el estudio definitivo para dotar de un carácter científico la represión que se ejercía sobre los rojos. Para ello se creó el Gabinete de Investigaciones Psicológicas, un organismo que estaba bajo la jerarquía de la dirección de campos de concentración de prisioneros.

El trabajo consistía en un estudio sobre los soldados y las mujeres republicanas retenidas en prisiones y campos de concentración para identificar y destruir el mal marxista. El estudio se realizó en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña, en Burgos, ubicado en el monasterio del mismo nombre. En el campo estaban retenidos 3.000 soldados republicanos y más de 600 brigadistas internacionales.

Captura de pantalla 2014-03-01 a las 18.00.38

De sus investigaciones en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña salieron varios postulados recogidos en el trabajo Psiquismo del fanatismo marxista. Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes. En opinión del psiquiatra, estos postulados mostraban la inferioridad del pensamiento marxista. Uno de los puntos continúa vigente hoy en día en el ideario de miembros ilustres del actual gobierno y no es otro que la inferioridad intelectual de la doctrina marxista. En palabras de Antonio Vallejo Nágera:
“El simplismo del ideario marxista y la igualdad social que propugna favorece su asimilación por inferiores mentales y deficientes culturales, incapaces de ideales espirituales, que hallan en los bienes materiales que ofrecen el comunismo y la democracia la satisfacción de sus apetencias animales. El inferior mental y el inculto encontraban en la política marxista medios de facilitarse la lucha por la vida, al contrario que en cualquier otro régimen político social, especialmente los aristocráticos que fomentan el encumbramiento de los mejores”
Resulta llamativo que las bases ideológicas segregadoras y de estirpe dominante de Vallejo Nágera se encontraran muy presentes en un artículo que Mariano Rajoy escribió en El Faro de Vigo, en 1983, y volvió a saltar a la actualidad tras ser mencionado por Rubalcaba en el pasado Debate sobre el estado de la Nación. En el artículo Rajoy hace una elegía de la desigualdad con argumentos eugenésicos del mismo porte que los que Vallejo-Nágera expresó a lo largo de su vida.

Rajoy explicaba que “En textos del siglo VI –Antes de Jesucristo– Se afirmaba como verdad indiscutible que la estirpe determina al hombre, tanto en los físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de buena estirpe superaban a los demás– han sido confirmados posteriormente por la ciencia, desde que Mendel formulara sus famosas leyes ya nadie pone en tela de juicio que el hombre es desigual”.

Mariano Rajoy

En el artículo Rajoy expresa las mismas dudas sobre la inferioridad del pensamiento comunista y socialista que Vallejo Nágera al intentar igualar lo que nace desigual y así evitar el progreso y ascenso de los más preparados.“Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical al socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas…y establecen para ello normas como las arriba indicadas, cuya filosofía última aunque se las quiera dar otro revestimiento es la imposición de la igualdad son radicalmente contrarias a la esencia misma del hombre”.

El final del artículo de Rajoy expresa en misma forma y fondo el ideario de Vallejo Nágera sobre la inferioridad del pensamiento que defiende la igualdad. Al considerar que...

"Defender los principios igualitarios impide a los mejores, a los más hábiles, a los más capaces, a los de buena estirpe, conseguir progresar y traer bienestar a su sociedad."

FUENTE: lamarea.com
Antonio Maestre
02/03/2014

LA APISONADORA DEL CAPITAL


Citizen Plof

VERGONZOSA DESMEMORIA

Un país sin vergüenza

Eduardo Vela

Un anciano de 85 años, con una chaqueta sobre los hombros, se lleva una mano al oído y dice que no oye bien; la fiscal tiene que repetirle varias veces la misma pregunta, aunque casi siempre entiende a la primera a su abogado. Se llama Eduardo Vela, fue ginecológo en la clínica San Ramón de Madrid durante los años sesenta y ayer, por fin, una mujer, Inés Madrigal, logró la proeza increíble de sentarle en el banquillo después de una disputa titánica. Está acusado de detención ilegal, suposición de parto y falsificación en documento oficial.

Un día la madre de Inés Madrigal le confesó que ella no era su verdadera madre, que Vela -a quien reconoció en un careo durante la fase de instrucción- se la había regalado como si fuese un cachorrito después de quitársela a sus auténticos padres y de enseñarle cómo fingir un embarazo. Vela contesta a las preguntas con vaguedades, dice que él no sabe nada, que no se acuerda de nada.

Inés Madrigal

Es lógico que no se acuerde, es incluso plausible: lo terrible, lo imperdonable es que no nos acordemos nosotros. El caso de Inés Madrigal, que lleva media vida preguntándose dónde andará su madre biológica, es sólo una gota de agua en un océano de desdicha. Porque San Ramón sólo era una más de las docenas y docenas de clínicas, maternidades e instituciones religiosas dedicadas al expolio de recién nacidos a todo lo largo y lo ancho de la geografía española, una auténtica trama criminal que implicaba a médicos, funcionarios del gobierno, monjas, curas, comadronas y agencias de adopción estatales.

Este robo sistemático de bebés se remonta a 1937, cuando el doctor Antonio Vallejo-Nájera, psiquiatra oficial del régimen y admirador confeso de Himmler, ideó la estrategia de separar a los hijos de las madres republicanas presas en las cárceles de Franco para evitar la propagación de lo que él denominaba “el gen marxista”. Posteriormente, durante los años cincuenta y sesenta, esta maquinaria criminal adquirió el rango de un lucrativo negocio, cuando el bebé arrancado a su madre legítima -a quien se le decía que había muerto en el parto- era vendido a otra familia por un buen puñado de dinero y con todos los papeles en regla.

Himmler, Franco y Serrano Súñer, en la visita del primero a España

Son miles de españoles quienes, como Inés Madrigal o el abogado Enrique Vila Torres, siguen preguntándose en vano por su origen, pero son muchos más quienes ni siquiera se imaginan que su biografía empezó con un crimen. Se calcula que, entre los cuarenta y los ochenta, la cifra puede ascender a sesenta mil niños robados, quizá la historia más negra del franquismo y la más ignorada.

Por desgracia, tuve la desgracia de investigar algunos detalles de la trama durante la escritura de mi último libro, Palos de ciego, en el que, entre otras cosas, intenté esclarecer qué había sucedido con mi hermano mayor, David, muerto en la clínica de San Ramón a las pocas horas de su nacimiento. O al menos eso les dijeron a mis padres. Así descubrí cómo, en 1981, el fotógrafo Germán Gallego publicó en la revista Interviú unas asombrosas fotografías donde se veía a un bebé congelado en una cámara frigorífica de la clínica San Ramón. Ese trozo de carne helada y triste era lo que le enseñaban a las pobres desgraciadas que no se resignaban a la noticia de que habían perdido a un hijo.

María Antonia Iglesias
(1945 - 2014) 

Gracias a ese reportaje firmado por María Antonia Iglesias se inició una investigación policial que terminó con la clausura de la clínica y la detención de Vela, pero la causa no fue más allá, quizá porque implicaba a personajes demasiado poderosos relacionados con los estamentos religioso y político. Años más tarde, en 2010, en una de las pocas entrevistas que concedió, el ginecólogo confesó que no había congelado un solo niño, sino varios, que se trataba de una práctica corriente que llevaba a cabo cuando no tenía tiempo para realizar la autopsia en el momento. También dijo que él mismo había quemado los archivos donde se guardaban los historiales clínicos y los datos de las parturientas.

La semana pasada toda España se indignó y los principales periódicos publicaron a todo trapo las repugnantes fotos de los niños separados de sus madres y albergados en jaulas por la administración Trump mientras esperaban la deportación. Ayer pasaron casi de puntillas sobre la ignominia de Inés Madrigal y de los miles de huérfanos que andan reclamando justicia en un país sin memoria, sin dignidad y sin vergüenza. No, Vela no se acuerda de nada, y nosotros tampoco.


FUENTE: publico.es
Punto de Fisión
David Torres
27/06/2018

27/6/18

NECESARIA COMPENSACIÓN


Citizen Plof

COSAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

El Tribunal Constitucional quiere reescribir la Historia


Sede del Tribunal Constitucional (Madrid)
España, año a año, va retrocediendo en materia de libertad de prensa. No lo digo yo, lo dicen organizaciones como Reporteros Sin Fronteras.

Entre los verdugos de esta libertad se encuentran tanto el Gobierno del Partido Popular (PP), con su deleznable Ley Mordaza, como los propios jueces.


Hoy es el turno del Tribunal Constitucional que, si ya de por sí tenía poco crédito por ser la expresión máxima de la politización de la Justicia, ahora riza el rizo queriendo reescribir la Historia.

El artículo que firma hoy mi colega Pablo Romero es una muy mala noticia para todo el mundo, incluidas las dos personas que creen que salen beneficiadas.

Pablo Romero, periodista

Que un juez obligue a un periódico a capar su buscador de noticias, su hemeroteca, para impedir que aparezcan hechos probados y verídicos del pasado es un atentando en sí mismo a la democracia.

La prensa no sólo es un pilar básico de cualquier democracia, sino que se ha convertido un instrumento esencial para la Historia.


Ampararse en el derecho al olvido para impedir que un@ pueda encontrar ciertas noticias porque a dos personas se les ha antojado que no se conozcan los hechos que protagonizaron en el pasado es de una desfachatez supina… más aún cuando se sabe que los hechos referidos se encuadraban en una operación de tráfico y consumo de drogas y que quienes desean ‘ser olvidados’ guardan parentesco con un conocido político y ‘miembros de la clase alta’. 

Podría haber bastado con desindexar las noticias del periódico en los buscadores como Google, pero no, el Tribunal Constitucinal (TC) ha traspasado la línea roja y, a mi modo de ver, ha pisoteado la Constitución que debería defender. 


Obligar a la prensa a modificar sus buscadores de sus hemerotecas es un despropósito, especialmente, porque la justificación para ello es el derecho al honor. No es el periódico quien deshonró a los procesados, sino éstos mismos cuando cometieron un delito.

¿Se imaginan que un terrorista de ETA que ya ha cumplido condena solicitara el mismo derecho al olvido? Apuesto a que much@s de l@s que hoy defienden la sentencia del TC se llevarían las manos a la cabeza, pero no se equivoquen, se trata de la misma casuística.


Corren malos tiempos para el periodismo, con continuas cortapisas de las élites poderosas, con  precariedad hasta el tuétano de los huesos, con presiones, amenazas y querellas huecas que empozoñan nuestra labor… y ahora, además, con el capricho de un Tribunal Constitucional que el día menos pensado manda quemar el Archivo Histórico Nacional por aquello del derecho al olvido.

FUENTE: publico.es
Pozos de Anarquía
David Bollero
26/06/2018

Lo de ocultar unos hechos probados para que no perjudiquen a determinadas personas, más que una desfachatez, a este ciudadano lo que le parece es una auténtica "fachatez".

SIMULACIÓN


Citizen Plof

26/6/18