Albert Rivera y Mariano Rajoy
Vaya por delante que nos comemos con patatas el artículo anterior. Rajoy desconectó su teléfono y no entregó el poder a Soraya SdS. No lo convencieron sus barones proclives a mantener el gobierno en funciones para no ceder el poder al PSOE. La vicepresidenta saliente está que rabia. De todos modos, se cumplió con la misión prioritaria: hundir a Ciudadanos.
Ciudadanos lo tiene muy mal a partir de ahora. Formando parte de una oposición de 137 diputados del PP y sólo 32 propios, tiene menos futuro que la Falange (no, no es intencionado, sino un dicho de mis tiempos). Se verá claramente en los próximos sondeos de opinión. Máxime cuando mañana mismo, la última judiada contra ellos de la ex-jefa del CNI dará sus frutos: a las 12h, un grupo de ingenieros independentistas, el mismo que publicó los datos de los mossos españolistas y depositó los censos catalanes en un servidor seguro inglés cerca del 1-O, publicará en Twitter unas fotos comprometidas para Rivera y Arrimadas (*). Nos las imaginamos: Albertito metiéndose una raya por toda la tocha e Inés, vestida de falangista, mostrando la bandera del yugo y las flechas, muy jovencita, eso sí.
Sin el PP en el poder, Ciudadanos se queda sin su razón de ser fuera de Cataluña. El PP va a recuperar todos los votos de sus fieles, gracias a la gestión caótica socialista que se avecina. De esos fieles que estaban abandonando el barco a causa de la corrupción de su partido preferido. El PP será la víctima, igual que lo fue en 2004 a causa de los atentados de Atocha, cuando se empeñó en que los terroristas eran etarras.
El fiscal general del Estado cesa hoy mismo, junto con el Gobierno. El que lo sustituya tendrá como principal misión ralentizar los casos de corrupción del PSOE en toda España. Y el PP no se opondrá, a cambio de que se ralenticen también los suyos. De la corrupción no se hablará más. Ya ha servido a su propósito.
Albert Rivera y Pedro Sánchez
Pedro Sánchez va a marear la perdiz aún más que Zapatero. Se hablará de recuperar el Estatuto de Cataluña, cepillado por la comisión Guerra y el TC. Y de LGTIB, feminismo, viogén, ecologismo y otras cosas menores, se repartirá dinero a espuertas. Pero, eso sí, subirán las pensiones... y el IPC. También se aprobarán leyes que beneficien a las multinacionales, los bancos, las energéticas y los enchufados de siempre, como Florentino. Y todas esas medidas saldrán adelante con el apoyo del PP y Ciudadanos. La prueba del nueve será que no van a devolver las subvenciones a las energías alternativas y que no retirarán el "impuesto al sol".
Aparte del hundimiento ciudadano, otros que van a pagar el pato serán los de Podemos y sus confluencias, con sus dirigentes enrocados y aburguesándose. Podemos perderá mucho apoyo en las próximas generales. Errores de bulto, como la compra de la casa de lujo en la sierra madrileña por la pareja feliz, pasarán factura: un 35% de los afiliados votó a favor de que Irene y Pablo se fueran a su nueva casa a cuidar de sus gemelos y dejaran la dirección del Komintern podemita.
Pablo Iglesias
Esas fueron las órdenes de la "superioridad" que recibió Mariano Rajoy ayer, mientras, desoyendo el clamor de sus barones que le pedían que dimitiera, se emborrachaba en un reputado restaurante madrileño y les decía a sus más allegados: "Esto es el fin".
ÁCRATAS
(*) "Informem que tenim en el nostre poder material sensible dels cocaïnòmans @Albert_Rivera i @InesArrimadas els quals publicarem en breu període de temps, la publicació dels mateixos farà que hagin de deixar la política ... seguim treballant per la República!! pic.twitter.com/CBeEgWhqCq
— Informatics CAT (@CatInformatics) 25 de mayo de 2018"
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