25/4/16

11.000 MILLONES DE EUROS ANUALES

Europa Laica denuncia que el Estado español destina 11.000 millones al año a la Iglesia católica, el 1% del PIB

La organización calcula que 4.920 millones proceden de aportaciones para financiar centros de enseñanza y profesores de religión, mientras que 2.000 millones son para obra social. La Iglesia también se ahorra otros 2.000 millones gracias a exenciones y bonificaciones tributarias.

El cardenal Ricardo Blázquez (a la izquierda), sucesor de Rouco Varela al frente de la Conferencia Episcopal Española. / EFE
El cardenal Ricardo Blázquez (izquierda), sucesor de Rouco Varela  (derecha)
al frente de la Conferencia Episcopal. / EFE

En una rueda de prensa para dar a conocer el Informe La Religión, un negocio muy rentable. Opacidad y financiación de la Iglesia católica, Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, ha lamentado que, a pesar de que el 65% de los declarantes no marca la casilla de la Iglesia católica en la declaración de la renta, ésta sigue recibiendo una cuantiosa financiación por parte del Estado.

Según sus cálculos, esta cantidad asciende a más de 11.000 millones de euros anuales, de los que 4.920 millones son a través de aportaciones para financiar centros de enseñanzas y profesores de religión, 2.000 millones para obra social y asistencial y otros 2.000 millones a través de exenciones y bonificaciones tributarias como el ahorro del pago del IBI (impuesto de bienes inmuebles).

Francisco Delgado

También recibe 900 millones de euros en subvenciones a 57 complejos hospitalarios que dependen de las comunidades autónomas, 600 millones para el mantenimiento del patrimonio en poder de la Iglesia, 300 millones en subvenciones y gastos de diversos eventos religiosos y unos 250 millones en la asignación vía IRPF.

De esta última partida, el responsable de Comunicación de Europa Laica, Juan José Picó, ha asegurado que sólo entre un 15 y un 16% se destina a labor asistencial y el 70% va a pagar los sueldos del clero y su seguridad social, por lo que ha calificado de "mentira" el argumento de la CEE de que esta cantidad es una manera de resarcir a la Iglesia por todo lo que hace por la sociedad.

Juan José Picó

Europa Laica ha subrayado que a esto habría que sumar los beneficios patrimoniales y financieros, donaciones de suelo público y las usurpaciones de bienes rústicos y urbanos por la vía de las inmatriculaciones, que no se pueden cuantificar. Así, en función de este cálculo, Europa Laica denuncia que a cada persona residente en España, sea católica o no, le corresponde una cuota indirecta a la Iglesia de unos 240 euros al año.

Así, la propuesta de Europa Laica es la de eliminar tanto la casilla de la Iglesia como la de otros fines de interés social, ya que ésta sirve de "coartada" para mantener la de la Iglesia y porque entienden que los fines sociales deben depender de los presupuestos generales del Estado. En este sentido, ha alertado, además, de que a través de esta casilla reciben financiación muchas fundaciones que no son de carácter religioso ni social, como la Fundación Francisco Franco y otras organizaciones vinculadas a partidos políticos.

Seguro que a los chicos de Rouco no les afecta la Crisis

Delgado ha recordado que en la pasada campaña de la declaración de la renta, el 30% de los contribuyentes dejaron en blanco tanto la casilla de la Iglesia como la de otros fines sociales, de manera que el dinero revierte en los presupuestos del Estado, "la hucha común" con la que se financian educación, sanidad o servicios sociales.

Durante la rueda de prensa, el presidente de Europa Laica ha insistido en que se deben modificar los acuerdos con la Santa Sede e instar al pago del IBI a todas aquellas instituciones -incluida la Iglesia y las fundaciones de partidos políticos- que actualmente están exentas. Además, ha informado de que está en marcha la creación de una Red de Municipios por un Estado Laico, del que ya forman parte 15 ayuntamientos y que Delgado confía llegar al centenar después del verano.

Madrid - 21/04/2016


Me parece bien que cada cual crea en lo que le dé la gana, pero que se lo pague de su propio bolsillo, no del ajeno.

¡Ah!... Existe incluso un grupo de católicos (Cristianos de Base) que propugna la autofinanciación religiosa, es decir, que la Iglesia se mantenga exclusivamente de las cuotas de sus fieles. 

Asombradito estoy de su lógica y su coherencia. Así que aquí les dejo parte de sus razonamientos:


“POR LA AUTOFINANCIACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA” 


La Constitución establece que España es un estado aconfesional (“ninguna religión tendrá carácter estatal”, Art.16.3) y por tanto laico, en el que los ciudadanos tenemos libertad de conciencia y de religión. Todas las confesiones religiosas y doctrinas filosóficas,  además de la católica, son legales.


Sin embargo los derechos y oportunidades reales de unos y otros no se parecen en nada. La Iglesia Católica, por razones históricas y de número de fieles, goza de gran influencia social y política, así como de enormes privilegios económicos y culturales. En virtud de los Acuerdos firmados por el Estado español con la Santa Sede en 1979, apenas unos días después de ser aprobada la Constitución, la Iglesia Católica se beneficia de subvenciones directas del Estado, así como de multitud de exenciones fiscales (impuestos que deja de pagar). En 2009, la cuantía de estos beneficios económicos se estima en  algo más de 6.800 millones de euros. Esta cifra, que se detrae de las arcas públicas, sería suficiente para atender a más de seiscientos mil parados al año.


En contraste con ello, los católicos sólo aportan al sostenimiento de la Iglesia, a través del IRPF, una pequeña cantidad, que en 2009 se cifró en 252 millones de euros. Pero este dinero ni siquiera es aportación de los católicos añadida a sus impuestos como ciudadanos, sino una cantidad que se detrae de los impuestos generales pagados por todos y con los que el Estado hace frente a las necesidades generales. De modo que, en realidad, en España los católicos no aportamos nada propio a la Iglesia Católica a través de la Declaración de la Renta. 


Esta situación causa escándalo y provoca indignación en muchos ciudadanos pertenecientes a otras confesiones religiosas o simplemente ‘no creyentes’, por el tratamiento discriminatorio que implica y por la negación de Estado laico que la Constitución establece. 

Como creyentes en Jesús de Nazaret, todos los cristianos deberíamos sentirnos avergonzados de que nuestra Iglesia tenga que recurrir a la protección del Estado para financiarse, hipotecando su libertad y autonomía. Ese no era el modelo de las primeras comunidades cristianas, donde “todos los bienes los ponían en común” y… “no había pobres entre ellos “. Es decir, las primeras comunidades no se apoyaban más que en su propia generosidad y en el trabajo personal para cubrir las necesidades de todos. 

Así que resulta ineludible preguntarse:   

¿No sería mucho más ejemplar, y conveniente para la libertad de la Iglesia, que los clérigos vivieran de su propio trabajo y que los propios fieles sostuvieran las necesidades económicas de la Iglesia Católica?

FUENTE: 
Comisión de Laicidad de Cristianos de Base de Madrid
Madrid,  Abril de 2010

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