25/5/15

VUELVO A LA CARGA

Ahora qué, a la luz de las estadísticas, salen a la ídem, las múltiples legislaturas que algunos ediles "a perpetuidad" llevan en sus poltronas:

 Rita Barberá Nolla.- 24 años siendo alcaldesa de Valencia por el PP.

 
Francisco Javier León de la Riva.- 20 años siendo alcalde de Valladolid por el PP.
  
Miguel Ángel Cámara Botía.- 20 años siendo alcalde de Murcia por el PP.

 
Teófila Martínez Saiz.- 20 años siendo alcaldesa de Cádiz por el PP.
  
Pedro Rodríguez González.- 20 años siendo alcalde de Huelva por el PP.
 
Miguel Anxo Fernández Lores.- 16 años siendo alcalde de Pontevedra por el PP.
  
José López Orozco.- 16 años siendo alcalde de Lugo por la coalición PSdeG-PSOE.
  
Francisco de la Torre Prados.- 15 años siendo alcalde de Málaga por el PP.

 
Juan José Imbroda Ortiz.- 15 años siendo alcalde de Melilla por el PP.
 
Juan Jesús Vivas Lara.- 14 años siendo alcalde de Ceuta por el PP.
 
Miguel Ángel García Nieto.- 13 años siendo alcalde de Ávila por el PP.
 
José Torres Hurtado.- 12 años siendo alcalde de Granada por el PP.
 
Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.- 12 años siendo alcalde de Almería por el PP.

 
Juan Alberto Belloch Julbe.- 12 años siendo alcalde de Zaragoza por el PSOE.

...es hora de volver a gritar:

¡¡¡CON OCHO BASTA!!!
23/02/2010

Cuando oigo hablar en este país, de democracia y de pueblo soberano, me entra la risa tonta. Supongo que debe ser cosa de la edad; a unos se les afloja la vejiga, a otros la cabeza, y a mí, por lo visto, se me han aflojado los músculos faciales.

Miro a mi alrededor y veo a los mismos políticos de siempre, a sus hijos, nietos, sobrinos, primos, y demás familiares, como si fuera la retahíla de una esquela interminable; sólo faltan los amigos y personas piadosas. Y entonces me entra otra vez la risa tonta. Se me aflojan sin remedio los cigomáticos, el risorio y el buccinador. Cosas de la edad, repito. Y caigo en… (perdonen, he tenido un lapsus)... El comienzo de esa frase me toca el corazón; indefectiblemente me recuerda a Neruda y a mi querido amigo Manuel Picón:  

“Y caigo en el vacío de tu sábana blanca”.

Y caigo, decía, en la connivencia de la clase política con la Banca y con la Patronal, con la aquiescencia, en muchas ocasiones, de los que se supone son nuestros legítimos representantes: los sindicatos, principalmente los mayoritarios.

“¿Alguien sabe
donde viven?

¿En su sitio
alguien los vio…?”

Pues… practicando la técnica del avestruz. Qué sí no. Con la que está cayendo sobre la clase trabajadora, han estado mudos y desaparecidos en combate, hasta que el gobierno les ha echado un capote con la parida de la jubilación a los 67 años, lo que les va a permitir adquirir de nuevo cierto protagonismo, que no sé si servirá para puñetera cosa. Porque están tan descafeinados, de tanto arrimarse al poder, que si ahora mismo convocaran una huelga, no iría ni el gato. Y lo saben.

Aún resuena en mi memoria el eco de un viejo profesor, explicándonos, desde la humedad borrosa de sus ojos, el significado exacto de aquella palabra: democracia.


¡Ja!… Permítanme que me carcajee. Eso aquí no existe. Aunque nos lo quieran hacer creer por activa, por pasiva y por perifrástica. Aquí lo único que existe es una “Mamocracia”, con los mismos de siempre chupándonos la sangre. Y nosotros, mansos y serviles, hasta llegamos a sentimos contentos con las misérrimas limosnas que obtenemos a cambio, soñando con alcanzar su status y poder ser "mamócratas" algún día. Y es que nos han convencido de que el dinero todo lo puede, y que la felicidad se limita a conjugar continuamente ese verbo: comprar.

Cuando los mismos individuos se apoltronan a perpetuidad, con nuestros votos, (¡es qué “manda carallo”!) en los cargos políticos, llegan a creerse a pies juntilla, que ese monte de orégano es de su exclusiva propiedad, para uso y disfrute de los suyos, y es entonces, cuándo el sistema social se vicia y la corrupción se instala. Múltiples años de favores, chanchullos, nepotismo, generan esos lodos que, luego, son tan difíciles de limpiar.


Pero… ¿Y cuándo vamos a espabilar? ¿Cuándo vamos a quitarnos a tanto parásito de encima? ¿Por qué no aprovechamos la formidable herramienta que es la Red, para llegar a todos los ciudadanos e intentar convencerlos de hacer verdadera presión para cambiar la ley; echarnos a la calle, todos a una como Fuenteovejuna, para lograr que nadie, absolutamente nadie, pueda estar en ningún puesto político más de dos legislaturas, ya sea presidente de la nación, de autonomía, alcalde o concejal?... ¿Cuándo?

Porque lo que está claro es que "motu proprio", ellos no van a hacerlo.

Ciudadano Plof

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