19/5/15

REMEDO DE DEMOCRACIA

Don Éste y Don Aquél, después de la larga enfermedad de uno de ellos, vuelven a reunirse camino del bar de costumbre: 


- Pensé que no sería capaz de hacerlo, pero me armé de valor y, ayer, me atreví a botar.

- ¿Ayer?... ¿Por correo?

- ¡No!... Por contenedor.  Es que me habían llenado el buzón con las jodidas papeletas.


- ¡Coño!... ¿Es qué no vas a cambiar nunca?

- Espero que no. La clave está ahí: en ser fiel a uno mismo. No creo en este remedo de democracia.

Ciudadano Plof

No hay comentarios:

Publicar un comentario