En los últimos años hemos podido ir constatando como los salarios en nuestro país iban cambiando constantemente, y en ningún caso en beneficio de la clase obrera. El aumento de la tasa de paro ha contribuido a presiona a la baja los sueldos del conjunto de los trabajadores. Dentro de éstos, la juventud está especialmente afectada, pues la burguesía se aprovecha de su “inexperiencia” para imponerle condiciones de trabajo más miserables, si cabe, que aquellas que sufren los obreros de más edad.
Las consecuencias del agravamiento de la crisis general del sistema capitalista no son sólo perceptibles en el día a día de los barrios populares y de los centros de trabajo, sino que también pueden ser constatados empíricamente y de una manera cuantificable a través de las propias estadísticas burguesas disponibles on-line y accesibles a cualquiera.
La Agencia Tributaria y el Instituto Nacional de Estadística (INE) nos ofrecen, por ejemplo, datos actualizados anualmente sobre los salarios de los trabajadores en España. Estos números nos permiten verificar diversas tendencias negativas para la clase obrera y los sectores populares: la reducción drástica y generalizada de los salarios en nuestro país, la tendencia a la convergencia entre el salario medio y el salario mínimo interprofesional (SMI), las diferencias en los ingresos de hombres y mujeres o la desigualdad entre lo que cobra un adulto y lo que percibe un jóven.
Como jóvenes comunistas, por supuesto, nos interesa empezar observando las problemáticas que afectan específicamente a la juventud. Así, con los datos en la mano, vemos cómo el salario juvenil ha descendido en picado en los últimos seis años, perdiendo casi diez puntos. En concreto se trata de una reducción del 9,7 %. Eso sin contar, por supuesto, la disparidad entre lo que uno cobra y lo que uno puede comprar con ello: si lo tenemos en cuenta, el descenso real de los salarios para los jóvenes ha sido en el período 2007-2013 del 11,2 %.
Mientras el salario juvenil acusaba esa drástica caída, en el mismo lapso de tiempo el de los trabajadores con más edad se veía reducido un 1,8 %. Sin duda son cifras nada despreciables en ambos casos, pero queda patente que la juventud es un sector especialmente afectado por la crisis sistémica del capitalismo.
Con esta información no nos extrañará leer que en los últimos años se ha ido asentando una nefasta tendencia, que no es sino una demostración más del agotamiento del sistema capitalista: la convergencia entre salario medio y salario mínimo en España. Si hace unos años los trabajadores veían como una desgracia y un enorme fracaso cobrar el salario mínimo interprofesional (SMI), ahora vemos como percibir esa cantidad se convierte en normal dentro de nuestras fronteras.
Datos 2010
Incluso peor. Hay muchos, muchísimos trabajadores que se encuentran por debajo de esa humillante cifra que es el salario mínimo interprofesional. Un número creciente de ellos. Si en 2007 habríamos podido decir que el 20 % de los hombres cobraban una cifra inferior al salario mínimo legalmente establecido, ahora podemos ver cómo esa cantidad asciende hasta el 31 %. Cuota que todavía se sitúa más elevada en el caso de las mujeres, llegando al 38 %.
Por si fuera poco, la anarquía de la producción propia del capitalismo también distribuye la desigualdad entre los territorios. Así, en los últimos años, los salarios han subido más en comunidades autónomas como Madrid o Cataluña que en Andalucía o Extremadura, por ejemplo. Esto es debido a que en el capitalismo, la ley de la oferta y la demanda tiene una cierta influencia sobre los salarios y no existen la misma oferta y demanda en un territorio que en otro.
En definitiva, todos estos datos nos permiten esbozar de manera un poco más clara la trágica realidad que vive hoy día España, un país devastado por la crisis sistémica capitalista y que está afectando al conjunto de la clase trabajadora. Especialmente lo viven los jóvenes, que deben aguantar humillantes tasas de desempleo, trabajos temporales y un sinfín de problemas más, algunos de los cuales están reflejados en estas frías estadísticas a las cuales podemos acceder para constatar, una vez más, las miserias del capitalismo.
FUENTE: librered.net
06/06/2015
Fíjense bien que el salario mínimo en España, desde el 2010 al 2014 (4 años), ha aumentado en solo 129 euros: una media de 26 por año; poco más de 2 euros al mes.
Si lo equiparamos con lo que ha subido el coste de la vida, resulta...
¡Una auténtica maravilla!
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