Caspaña es un reino naranjero del sur de Europa donde la Virgen del Rocío intercede en la salida de la crisis (Fátima Báñez), los jóvenes emigran por su “impulso aventurero” (Marina del Corral) y princesitas de 8 años tienen derecho a sustanciosos sueldos públicos. Entre otros logros, tiene el mérito de pasear por el mundo una de las marcas europeas líderes en paro juvenil, fracaso escolar, hambre infantil y desahucios, así como de haber registrado el primer contagio por ébola fuera de África.
Caspaña tiene una historia reciente atravesada por dictaduras y cuartelazos. La cultura de la Transición enseña que entre 1977 y 1978 el país experimentó el tránsito a un régimen democrático, transformándose en una monarquía parlamentaria basada en la Constitución y la legitimidad ciudadana.
Carátula de la banda de punk-rock "Atrako A Mano Armada"
(Viene que ni pintada)
Sin embargo, la memoria oficial de la Transición olvida que el régimen de 1978 estableció una continuidad renovada con el fascismo. Hubo continuidad en determinadas costumbres y formas de tomar decisiones que nos legaron un régimen que metafóricamente puede llamarse fascismo electoral: un sistema de democracia representativa normalizado con partidos políticos y elecciones formales pero controlado por élites políticas y económicas para impedir el poder popular y llevar a cabo políticas de masacre social favorables a sus intereses: destrucción de la sanidad pública, mercantilización de la educación, privatización de la justicia, etc.
El fascismo electoral reviste formas muy distintas, pero en la Caspaña actual sus principales expresiones son:
Democracia electoral de bajísima intensidad
Constitucionalismo desde arriba
Suspensión constitucional
Tutelaje bipartidista
Éste, y no otro, es el verdadero escudo del país
El bipartidismo monárquico, que ha servido para fijar límites al progreso democrático y dar continuidad a los intereses del fascismo electoral, respondía a la aspiración franquista de que todo quedara “atado y bien atado”. El turnismo PP-PSOE ha permitido tutelar un sistema para el que votar cada cuatro años es suficiente para hablar de democracia, convirtiendo lo electoral en una cárcel bipartidista que genera la ilusión gatopardiana de votar para que todo siga igual.
Las citas electorales de los próximos meses nos brindan una oportunidad histórica para combatir el fascismo electoral y sus expresiones. Desfascistizar la democracia quiere decir, en sentido amplio, situar la soberanía popular por encima de las fuerzas que desde tiempos remotos han gobernado el país: la oligarquía capitalista, la monarquía, el militarismo golpista y los altos estamentos eclesiásticos. Significa aprender la democracia más allá de las urnas, luchar contra su embrutecimiento diario, poner el campo institucional y electoral al servicio de las dinámicas de autoorganización popular y movilización social; y es, sobre todo, crear una cultura política que enfrente las nuevas formas de colonización, concentración de poderes y empobrecimiento con un programa audaz y renovado: democratizar, descolonizar y desmercantilizar.
FUENTE: publico.es
Opinión a fondo
Antoni Aguiló (Filósofo político y profesor del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra)
18 oct 2014
¡Ah! y no olviden aquella categórica frase de Amadeo Martínez Inglés*:
“La Transición española fue un paripé orquestado por el Ejército”
(*) Excoronel del ejército español, apartado del servicio activo tras haber pasado cinco meses en la prisión militar de Alcalá de Henares por sucesivas sanciones disciplinarias, iniciadas en noviembre de 1989 con un expediente por falta grave debido a sus declaraciones a diversos medios de comunicación, en las que se mostraba partidario de un ejército totalmente profesional.
Durante la Transición Española, ocupó varios cargos de importancia dentro del Ejército, tales como el de jefe de Movilización del Estado Mayor del Ejército y jefe del Estado Mayor de la Brigada de Infantería de Zaragoza, a la vez que fue profesor de Historia Militar en la Escuela de Oficiales del Estado Mayor.
Datos tomados de la Wikipedia (la enciclopedia libre)
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