6/10/14

CAPULLOS

Ayer, mientras tomaba la matutina dosis de cafeína en el bar de costumbre, oí decir a un niño de apenas tres añitos:

- ¡Abuelo!... Las flores, cuando se secan, se convierten en capullos.

Estuve a punto de atragantarme con el café. Y dije en voz alta:

- ¡Efectivamente!

Y pensé para mis adentros:


"Por eso pasa lo que pasa. Se secó la rosa del socialismo y solo quedaron capullos"

Ciudadano Plof

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