29/10/14

HAZTE OÍR - EL YUNQUE

Hazte Oír lanza otra campaña cristofascista de acoso contra mí
Shangay Lily

La Inquisición fue una realidad presente durante siglos en la sociedad católica. Instrumento del poder religioso y político se llevó por delante todo lo que se desviara de la doctrina oficial y de paso a aquellos que supusieran un peligro para el poder establecido, en muchos casos lo mejor de la sociedad, los que la impulsaban a un futuro mejor con sus ideas y sus acciones.

Nadie estaba a salvo de su largo brazo ejecutor, ni en las ciudades más grandes ni en la más pequeña aldea; los documentos que siguen dan fe de ello. Sus métodos: el soborno y la tortura, conseguían arrancar las confesiones más extravagantes y poner a vecinos contra vecinos, padres contra hijos y esposas contra esposos, a pesar de ser sobradamente conocidas las consecuencias de la denuncia: vergüenza, desposesión de bienes, azotes, destierro, galeras, cárcel perpetua y muerte en la hoguera.

Me he permitido abrir esta entrada-denuncia con una cita del magnífico texto del Ayuntamiento de Cañamero titulado La Inquisición en Cañamero. Y lo hago porque relata hechos reales, sucedidos y documentados (con nombres) en esa España que la putrefacta Iglesia Católica y sus numerosas organizaciones-mafias-sectas –generosamente financiadas– intentan recuperar a cualquier precio. Son los herederos de la Inquisición. Mercenarios de la Industria del Odio que es la Iglesia Católica, esa empresa inmobiliaria fraudulenta que vende parcelas en el más allá a precios del muy acá.

Una de las principales organizaciones-mafias-sectas financiadas por la Iglesia para intoxicar a las que aludía antes, es Hazte Oír.


Esta organización cristofascista debería ser declarada ilegal a raíz de los procesos abiertos judicialmente por su vinculación con la organización paramilitar ilegal El Yunque. Para quien no sepa qué es El Yunque, unos pequeños datos denunciados desde dentro de la propia Iglesia Católica por el abogado Pedro Leblic, en representación de una docena de padres y profesionales católicos muy activos en el asociacionismo cristiano, que recoge el medio conservador El Confidencial (nada sospechoso de anticlerical) en su artículo Padres católicos denuncian a El Yunque, una ‘secta secreta’ integrista que capta a adolescentes:


El Yunque, una organización de corte paramilitar vinculada al integrismo religioso y la ultraderecha política, capta a adolescentes en ambientes católicos de clase alta y media-alta para nutrir sus filas. “Les someten a un auténtico lavado de cerebro sobre su tarea mesiánica como elegidos de Cristo y les obligan a guardar un secreto absoluto acerca de la identidad y las actividades de la organización, incluso a sus propios padres, lo que ha provocado auténticos dramas familiares en muchos hogares”, asegura a El Confidencial uno de los denunciantes, el abogado Pedro Leblic.

“Actúan por Dios, pero sin Dios. Manipulan y destruyen la voluntad del individuo para alcanzar sus objetivos; son el nuevo nazismo”, añade Leblic, que asegura que el presidente de los obispos españoles, Antonio María Rouco Varela, conoce y tolera la actividad encubierta de El Yunque. “Estamos indignados con la Conferencia Episcopal, porque les permite actuar al margen de la Iglesia y no ejerce ningún control sobre ellos”, insiste. Diversos documentos y testimonios que obran en poder de la cúpula de los obispos, a los que ha tenido acceso El Confidencial, prueban sus palabras.


Los miembros de El Yunque, una sociedad secreta nacida en México en 1952 para luchar contra el laicismo del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y exportada a nuestro país tras la muerte de Francisco Franco, consagran sus vidas a “preparar una aristocracia del espíritu que debe gobernar España según los dictados evangélicos”. Pero su existencia misma colisiona con la Constitución, que prohíbe en su artículo 22 las asociaciones secretas; su carácter paramilitar y sus técnicas de manipulación de la personalidad vulneran el artículo 515 del Código Penal; y su doctrina ultra -rechazo a los homosexuales, los inmigrantes y los judíos- difícilmente encaja en un Estado democrático.


El Yunque no existe oficialmente en España. No tiene sede, ni estatutos, ni está registrada en el Ministerio del Interior. Pero sus miembros utilizan como altavoces sociedades legalmente constituidas para “instaurar el reinado de Cristo en la tierra”. Las más conocidas son Hazte Oír, presidida por Ignacio Arsuaga; Profesionales por la Ética, dirigida por Jaime Urcelay; A Contracorriente, que lidera Leonor Tamayo; la Organización del Bien Común, con Liberto Senderos a la cabeza, o el Instituto de Política Familiar de Eduardo Hertfelder. Todas ellas tuvieron un gran protagonismo en las movilizaciones ciudadanas contra la ley del aborto y la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

La Policía tiene constancia de las actividades de El Yunque por las denuncias de padres de alumnos de varios colegios privados y concertados de la Comunidad de Madrid, que aseguran que la secta integrista ha tratado de captar a sus hijos en los propios centros escolares. Y fuentes muy cercanas al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) han reconocido a El Confidencial que los servicios secretos conocen la presencia de El Yunque en España, aunque rehusaron confirmar si están investigando sus actividades.

Monseñor Rico y el Cardenal Rouco Varela, llamados a testificar sobre El Yunque

Quien señala con su dedo acusador a El Yunque y las plataformas que le sirven de apoyo es Alejandro Campoy, exportavoz de Hazte Oír, una de las asociaciones utilizadas como tapadera por la secta integrista católica para infiltrarse en las estructuras del poder político y mediático. Campoy abandonó en 2009 la entidad presidida por Ignacio Arsuaga tras enfrentarse a éste precisamente por su oposición a que El Yunque dictase soterradamente a Hazte Oír la estrategia a seguir en las movilizaciones contra la ley del aborto y la asignatura Educación para la Ciudadanía.


Una de las señas más destacadas de Hazte Oír es su salvaje homofobia. Una cruzada homófoba que llevan años desatando contra mí y cualquier activista que luche por la libertad y la dignidad. Una homofobia que les llevó a premiar al repugnante obispo de Alcalá Reig Pla por sus reiterados ataques a la comunidad LGTB, como se ve en la foto. Ese es el discurso que les gusta promocionar.


FUENTE: publico.es 
Palabra de artivista
Shangay Lily
18/10/2014

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