Un conocido me recrimina por mis críticas.
- Pues deberías sentirte orgulloso de tu país.
- ¿Mi "pís"?... El "pís" no es mío; yo vivo en él, pero es de otros, de esa docena de familias que lo controlan todo. Y si el conjunto de la ciudadanía fuera consciente de eso, otro gallo nos cantaría.
Al menos yo, ciudadano de a pie, no tengo acciones ni de este "pís" ni de ningún otro. ¿Ustedes sí?
Nos utilizan miserablemente para que defendamos sus intereses (los de "ellos"), haciéndonos creer que también son nuestros, y como premio nos dejan sus migajas mientras la riqueza, amasada con nuestro sudor, sigue creciendo entre sus manos. Mientras tanto, los gobiernos de turno siembran en nuestros corazones, manidos conceptos como honor, patriotismo, fidelidad al estado, a la bandera, y hasta llegamos a emocionarnos con un himno o un partido de fútbol de la selección nacional, cuando en realidad, las naciones, lo único que hacen es dividir, separar a los seres humanos de su verdadera identidad, la de ser "ciudadanos del mundo*"; más allá de razas, lenguas, colores, himnos, banderas, religiones... y todo aquello que solo sirve para desunirnos, haciéndonos más débiles.
(*) Frase acuñada por Lanza del Vasto, seudónimo de Giuseppe Giovanni Luigi Enrico Lanza di Trabia-Branciforte, filósofo, poeta y activista de la no violencia, discípulo de Ghandi .
Lanza del Vasto
(1901 - 1981)
Citizen Plof
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