La ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, tras dar los primeros toques de campana
al trono del Cristo de Animas de Ciego de las Reales Cofradías Fusionadas de Málaga.
EFE
al trono del Cristo de Animas de Ciego de las Reales Cofradías Fusionadas de Málaga.
EFE
La Constitución establece que España es un Estado aconfesional, pero la llegada de la Semana Santa siempre termina por hacer saltar por los aires ese principio. Basta con remitirse a los hechos: durante esta semana de pasión, militares de los tres ejércitos participarán en más de 200 actos institucionales, religiosos y culturales que se celebran a lo largo y ancho del país, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Pese a estos datos, Defensa ha puntualizado en un comunicado que la presencia de las Fuerzas Armadas en determinados actos de Semana Santa no entra en contradicción con el carácter aconfesional del Estado español. Pero hasta los ministros del Gobierno de Rajoy, llamados siempre a dar ejemplo, ponen en entredicho esa supuesta aconfesionalidad del Estado recogida en la Constitución.
Lo más llamativo, sin embargo, es la abultada presencia de militares en los diversos actos religiosos; presencia que, además, es voluntaria en muchas procesiones en ciudades que han mantenido —y mantienen— una arraigada vinculación histórica con unidades castrenses.
Los militares del Ejército de Tierra estarán en 152 actos que se celebran en 80 ciudades españolas con gran tradición procesional y castrense, como Badajoz, Málaga, Sevilla, Córdoba, Ronda (Málaga), Valladolid, Astorga (León) o diversas localidades de las Islas Canarias.
La Armada, por su parte, toma parte en numerosos actos religiosos de ciudades españolas, como Lugo, Marín, Pontevedra, Punta Umbría (Huelva), Antequera (Málaga), San Fernando (Cádiz), Sevilla, Cartagena, Zamora o Las Palmas de Gran Canaria.
Asimismo, la bandera nacional ondea a media asta desde las 14.00 horas de Jueves Santo hasta las 00.01 horas del domingo de Resurrección en todas las unidades, bases, acuartelamientos militares, así como en la sede central del Ministerio de Defensa y las delegaciones territoriales del Departamento.
FUENTE: publico.es
Agencia EFE
Madrid - 29/03/2018Cuando días atrás escuché que el Ministerio de Defensa ordenaba que en todos los centros militares, la bandera nacional ondeara a media asta por la muerte de Cristo, no me lo podía creer.
¿Pero que "seto"? - que diría Jaimito.
La Iglesia y el Estado siguen siendo una piña.
¿Cuándo vamos a quitarnos de encima la presión de los herederos del franquismo, tan profundamente imbricados en el seno de la Iglesia que no permiten, con sus múltiples nostalgias y reminiscencias, que esta sociedad evolucione hacia un verdadero estado aconfesional, tal y como postula la propia constitución?
¡Ah!... ¿Y qué me dicen de determinados miembros del gobierno cantando a pleno pulmón "Soy el novio de la muerte"?
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