- ¡Sí, dígame!
- ¡Hola! Soy "Dios".
- ¿Cómo...?
- Que soy "Dios", coño. Encima de anarquista, sordeta. Te llamo porque estoy bastante mosqueado contigo. Sé que andas revolucionándome al personal, escribiendo por ahí que no existo; y eso no lo puedo consentir, así que o te retractas públicamente cuanto antes o te mando a cuatro de mis muchachos para que te den...
- ¡Clonc!
- ¡Cariño, ¿quién era?
- Pues por el recado que me daba, yo creo que el jefe de una pandilla de violadores. "Para que te den", dijo.
Citizen Plof
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