18/4/18

UNA MONARQUÍA A LA DERIVA (II)

...CONTINUACIÓN

Garantía de un sistema protector

El rey Juan Carlos con los banqueros y empresarios que integraban el llamado Consejo Empresarial de la Competitividad, en una reunión en agosto de 2012. 
El rey Juan Carlos con los banqueros y empresarios que integraban el llamado 
Consejo Empresarial de la Competitividad, en una reunión en agosto de 2012.

“Toda forma de Estado conlleva una organización económica y un bloque de poder económico que la sustenta”, explica Juste, que apunta a “una continuidad del franquismo a la Monarquía en cuanto que permanecen el rey y los grandes empresarios”. 

Vendría a ser “el anillo del rey”, del que también forman parte otros empresarios con línea directa con La Zarzuela, como Florentino Pérez y los Entrecanales (Acciona), más acordes, por otro lado, al modelo de discreción que prefiere Felipe VI.

“La Monarquía actúa como garante de un sistema productivo al que viene dando aval desde los años 70”, apunta Juste. Eso incluye apoyos de Estado como los del AVE Medina-La Meca o el de la crisis Repsol-YPF en Argentina.




Y, también, la entrada de hombres de confianza en las grandes empresas, entre los que destaca el paso del exjefe de la Casa Real, Fernando Almansa por los consejos de Telefónica y de una filial del BBVA tras dejar La Zarzuela.

Rafael Spottorno recorrió el camino contrario al pasar de la presidencia de la Fundación CajaMadrid a la Casa Real, de la que fue el último responsable con Juan Carlos I y uno de los primeros cesados por Felipe VI. Hoy espera que el Supremo se pronuncie sobre la condena de dos años de prisión que le impuso la Audiencia Nacional por gastarse más de 220.000 euros con una ‘tarjeta black’.

Los ‘hombres del rey’


“Hay como una estructura que va por encima de los grandes partidos”, señala Villena, que apunta que “a la mayoría de los grupos de poder no los votamos ni los elegimos, sino que tienen una dinámica propia”, y refiere la existencia de lo que vendrían a ser los hombres del rey, a los que define como “trabajadores del régimen, difíciles de vincular con un partido pero que en ocasiones llevan a visualizar la idea del ‘régimen del 78”.

Muchos de ellos proceden de la cantera de la Abogacía del Estado, como Eduardo Serra, considerado el paradigma de este grupo y cuyo tránsito de secretario de Estado de Defensa con Felipe González a ministro del ramo con Aznar en 1996, en plenos polémica y conflicto judicial sobre la desclasificación de los papeles del Cesid y la eventual relación del espionaje español con los GAL, supone un caso inaudito de versatilidad política en un país como España.

Otros dos ministros de Defensa, Julián García Vargas y Pedro Morenés, uno con el PSOE y otro con el PP, este último vinculado al sector del armamento, son habitualmente señalados como hombres del rey, grupo del que también formaría parte el exsecretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá.

Pedro Morenés

Todos ellos han pasado por consejos de administración de grandes empresas. La mayoría, tras dejar la Administración:

Serra pasó por UBS y Deutsche Bank; García Vargas, vinculado a la industria armamentística como presidente de la Asociación Española de las Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio, ha asesorado a Indra y Copisa, y Fluxá preside la inmobiliaria Neinor y ACI, la Asociación Española de Empresas de Consultoría Inmobiliaria. Morenés, vinculado al sector del armamento antes de pasar por el Consejo de Ministros, es hoy embajador en EEUU.

Dos fundaciones directamente vinculadas a la Casa Real

Escudo de la Casa Real

No todos los hombres del rey acceden a la aristocracia formal, ni mucho menos, aunque sí confluyen en otro tipo de foros, como fundaciones, institutos y plataformas. Entre las primeras destacan por su cercanía a la Casa Real, la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), con la reina Sofía como presidenta de honor, que tuvo entre sus creadores hace ya 32 años a Prado y al exministro de Defensa Manuel Gutiérrez Melllado, y la Fundación Princesa de Asturias. En el patronato de la primera menudean los exministros, como Ignacio Bayón; abundan los apellidos de la corte empresarial, como Luca de Tena, Abelló, Asensio, Botín, Brufrau, Godó o Ybarra, y aparecen descendientes de otros ilustres, como Fernando Abril-Martorell.

En el de la Fundación Princesa de Asturias, una especie de ‘¿Who is who?’ español, Pilar Platero (Sepi, Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) o Luis María Linde (Banco de España) comparten asiento con José Manuel Entrecanales (Acciona), Florentino Pérez (ACS), Francisco González (BBVA), José Oliu (Banc Sabadell), Sol Daurella (Coca-Cola), Borja Prado, hijo del administrador privado de Juan Carlos I (Endesa), Esther Alcocer (FCC), su hermana Alicia Alcocer (Omega Capital), Isidro Fainé (La Caixa), Ana Patricia Botín (Santander) o José Ignacio Sánchez (Iberdrola).

Otros, como el Real Instituto Elcano, fundado hace 17 años con Serra como presidente, carecen de ese vínculo directo con la Casa Real, aunque también coinciden en él, expresidentes del Gobierno como Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero con exministros como Marcelino Oreja, ministros en activo y una selecta representación empresarial con vocales de Telefónica, Repsol, Santander, Renfe, OHL, REE, Inditex, Indra, Mutua Madrileña, Iberdrola, Gas Natural-Fenosa, IBM, Enagás, CaixaBank, BBVA, Acerinox, Airbus.

Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero

Este último sería el principal foro de ‘segundo nivel’ de la aristocracia del dinero, por detrás de la FAD y la Fundación Princesa de Asturias y con mayor proyección pública que otros como la Plataforma Transforma España que dirige Serra, o el extinto Consejo Empresarial de la Competitividad, disuelto el año pasado, seis después de crearlo, por quince empresas habituales de los anteriores foros en la mayoría de los casos: 

Telefónica (José María Álvarez-Pallete), Mango (Isak Andic), Banco Santander, Repsol, Acciona, La Caixa, El Corte Inglés (Dimas Gimeno), BBVA, Mapfre (Antonio Huertas), Inditex (Pablo Isla), Grupo Planeta (José Crehueras), ACS, Ferrovial (Rafael del Pino), Mercadona (Juan Roig) e Iberdrola (Ignacio Sánchez Galán), con la presencia del Grupo Barceló (Simón Pedro Barceló), Prensa Ibérica (Javier Moll) y Osborne (Ignacio Osborne) como representantes del Instituto de Empresa Familiar.

Blindaje ante los juzgados y las Cortes

El rey jamás podrá ser perseguido judicialmente por ningún hecho cometido durante su Reinado

En cualquier caso, el rey dispone de numerosos parapetos institucionales al margen de esa corte empresarial, algunos de ellos en el ámbito judicial y otros en el económico.

Los principales se encuentran en la propia Constitución, cuyo artículo 56 sitúa al jefe del Estado al margen de cualquier tamiz judicial al establecer que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, mientras que el artículo 65 veta cualquier fiscalización al señalar que “recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma". Esa regulación permitió hace unos días a la Mesa del Senado rechazar una pregunta del senador de EH, Bildu Jon Iñarritu, sobre el episodio en el que, según la información de un periódico italiano, un escolta de Juan Carlos I había lanzado por la borda de un yate a una  modelo al acercarse la reina a la embarcación.

Esos temas, resolvió la mesa, "no son competencia del Gobierno, ya que se refiere a diversas cuestiones que afectan a la Casa Real”. Las cosas de la corte, vino a decir, no atañen a las Cortes.


FUENTE: publico.es
Eduardo Bayona
13/04/2018

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