18/12/15

CANCIÓN DEL CIRCO

Ahora que el circo político español está cerrando su última función, es el momento idóneo para dejarles este magnífico tema del amigo Rafael Amor, que lo explica todo con la claridad y rotundidad que lo caracteriza.

Ciudadano Plof

CANCIÓN DEL CIRCO



Recitado:


La vida, la vida es como un pueblo 
con una sola calle,
la misma de llegar y de marcharse,
la calle de este pueblo tiene dos horizontes,
de frente la esperanza, a la espalda el olvido,
que es una forma de nombrar recuerdos.
Llega el circo al pueblo, pueblo como esos pueblos,
con un montón de muertos y tres o cuatro vivos,
los vivos se asoman a su paso,
a los muertos no los asombra el circo,
sus vidas se cansaron del trapecio.

Cantado:

Es para algunos la risa
como el remiendo que escapó de la camisa,
barata de raso, del eterno payaso,
que brinca y brinca de fracaso en fracaso.

Recitado:

Pasen a ver al tonto que recibe los sopapos,
y al trepador que prendido al palo enjabonado
pisando en la cabeza de cualquiera,
descuelga la piñata y recibe los aplausos
Pasen a ver…

Cantado:

Ahí viene el mago que nos vende las
quimeras,
inventa dioses religiones y banderas,
la paz, la verdad, las lleva en su galera
y a una paloma la transformará en cadena.

Recitado:

Pasean a ver a Talento el gran gigante,
que con los brazos y los pies encadenados,
ha de luchar contra Mediocre,
el más tenáz, el más feroz de todos los enanos,
Pasen a ver, pasen a ver…

Cantado:

Y siempre hay en el circo bailarinas,
tienen su mundo de color de serpentinas,
parada radiante baila con aplomo,
y es el caballo el que corre y pone el lomo.

Recitado:

Ahí van las fieras que les dicen,
y el domador bajando el brazo
la inteligencia la forja a latigazos,
la historia de siempre no hay peor tirano
como un esclavo con un látigo en la mano.
Allá en lo alto el equilibrista en el
alambre,
se tambalea, se tambalea, como un poeta en su hambre,
se agarra de Dios de su fe inquebrantable,
y cambia un pan por sus sueños en el aire.

Cantado:

Ahí viene el dueño Don Dinero
con su traje,
con su cigarro y sus bigotes señoriales,
peinado aseado siempre está ocupado,
él es quien lleva las ovaciones finales.

Recitado:

Y cuando el circo de la vida ha pasado,
nos quedamos del camino en un costado,
somos los muertos que decía yo al principio,
no nos asombra el circo,
nuestras vidas del trapecio se cansaron.

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