31/12/17

¡ESPÉRATE...!


Citizen Plof

JUAN PARDO - BRAVO POR LA MÚSICA (VÍDEO)


¿CÓMO SERÁ?

Citizen Plof

LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

Otra visión sobre la independencia judicial


Si la percepción ciudadana es que hay pasadizos entre el ejecutivo y el judicial no basta con protestar y reivindicar el callado trabajo de legiones de jueces diligentes



Es difícil que un país reconozca que no hay separación entre el poder ejecutivo y el judicial, así como es difícil que ningún juez reconozca que no es independiente porque se deja presionar por fuerzas, personas o influjos externos. El juicio sobre la autonomía del poder judicial y sobre la independencia judicial ha de ser externo. Una auditoría daría resultados más fiables que un examen de conciencia. 

La última palabra la tienen los ciudadanos, porque son los verdaderamente interesados en la independencia del juez: no es el juez, es el ciudadano el que se juega mucho. Por tanto, si la percepción ciudadana es que hay pasadizos entre el ejecutivo y el judicial, si lo que se percibe es que las sedes de los partidos, de las corporaciones o de las redacciones de los medios pueden influir en la decisión de un juez, no basta con protestar y reivindicar el callado trabajo de legiones de jueces diligentes. Es necesario revisar qué se está haciendo mal.

También es necesario partir de diagnósticos certeros y jerarquizar la importancia de los problemas. Por ejemplo, y esto ya es una opinión personal, salir del fácil y resultón discurso sobre la designación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial y sobre el nombramiento de los altos cargos judiciales (magistrados del Tribunal Supremo, presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, intervención de los parlamentos autonómicos para la designación de uno de cada tres magistrados de las salas de lo civil y penal de los Tribunales Superiores de Justicia, y presidentes de Audiencias Provinciales). En esto puede haber espuma, sin duda, pero las olas llevan aguas más profundas.

La independencia es un derecho del ciudadano y una obligación del juez

La independencia (y su correlato de imparcialidad) no es un derecho del juez que deba defender sindicalmente frente a terceros, sino una obligación inexcusable. Y no es una obligación fácil.

Probablemente la presión más fácil de resistir para un juez es la del poder político. Es más insidiosa la presión que proviene de los medios de comunicación y más sutil la que discurre en el interior mismo del sistema judicial. Por lo general las presiones no son burdas. Más bien se trata de hacer desear al Juez una determinada solución como más aceptable y tranquilizadora. En ocasiones el juez va comprobando que la decisión más correcta conforme a su criterio profundo no se corresponde con la “esperada” (por los periodistas, por los colegas). 

De esto podría hablar en primera persona, pero prefiero utilizar la tercera del singular: imaginen (es sólo una hipótesis) que durante el estudio de la causa contra los miembros de La Manada alguno de los magistrados o magistradas que forman Sala va inclinándose por la absolución, porque no encuentre que los hechos, según las pruebas practicadas en el juicio, encajen suficientemente en el tipo penal. Sólo imagínenlo, no estoy diciendo que sea así. 

En tal caso, dicho magistrado va a pasar más de una noche de insomnio, insomnio que no tendría si todo cuadra como violación colectiva. Dado que el asunto ya está sentenciado en la calle, y dada la reprobación moral de la conducta de los acusados que produce en cualquier persona que no esté enferma, el magistrado o la magistrada “desearía” encontrar argumentos y pruebas que le permitan firmar una condena sin dudas más allá de lo razonable; pero, ¿y si subsistieran esas dudas? No me refiero a una certeza exculpatoria, es decir, a pruebas suficientemente demostrativas de la inocencia, sino a dudas.


Dudas importantes. El magistrado sabe que entonces tiene que votar por la absolución, pero tal absolución, en algún contexto, puede llegar a ser algo parecido a un acto heroico. Podemos cambiar La Manada por otros acusados respecto de los que el entorno personal del juez (que a veces es una burbuja, como la de cualquier ciudadano) pide la condena o la prisión preventiva.

Independencia en tales casos no significa que el juez no tenga presiones; significa que el juez ha de estar preparado para tomar la decisión difícil, aunque sea a costa del insomnio. Y aguantar que luego digan que ha decidido porque está inmerso en la cultura del patriarcado, o porque es un rojo, o porque no sabe Derecho.

Pero, ¿cómo se consigue esa preparación? ¿Callando a los medios? ¿Envolviendo la sala de justicia en una cortina impenetrable? Claro que no. Es más útil una verdadera educación de la independencia, y ésta tiene que trabajarse. Ha de cuidarla el juez, y ha de recibir estímulos eficaces para optar por la independencia.

Y esos estímulos no son los premios y los castigos, sino la capacidad de no aspirar a ningún premio ni temer ningún castigo por ser leal a su función. Para esto es importante no partir de que la independencia es “lo natural”. No, lo natural será la dificultad. La independencia no es el punto de partida, sino el objetivo. Un objetivo obligado y difícil.

 

Conviene que el juez, cuando inicia su trabajo profesional, esté advertido, y que se le ayude a desarrollar un espíritu de sospecha sobre sí mismo. Vale más reconocer los propios prejuicios, la propia ideología, y las propias inclinaciones, que negarlas con énfasis farisaico. Los jueces somos ciudadanos llenos de prejuicios y corruptibles, y no hay más santidad ni heroicidad entre los jueces que entre los profesores o los empleados de seguros. La independencia no la da la toga, y bueno es partir de la convicción de que ninguno somos tan íntegros como nos creemos.

Probablemente un buen camino hacia la independencia judicial sea el fortalecimiento de la Justicia. No me refiero a jueces “fuertes”, sino a estructuras judiciales que creen en sí mismas y que tienen medios suficientes para hacer bien su trabajo. No es lo mismo tener tres asuntos complejos por semana que ocho, ni es lo mismo disponer de buena formación, adecuadas herramientas y procedimientos flexibles y eficaces. 

 Leyes procesales incesantemente mejoradas, recursos técnicos y materiales, y dotación suficiente de jueces, son condiciones para fortalecer el poder judicial, y por tanto para hacerlo más independiente. Y juro que no me refiero al sueldo: es mezquino relacionar independencia con buena remuneración.

Las oposiciones


El sistema de acceso a la función judicial no es ajeno a este problema. Sé que mi opinión es minoritaria en el mundo de los jueces, pero yo estoy convencido de que los cuatro o cinco años de preparación de una oposición, tan mediatizada por la figura del “preparador” (que no es más que un sistema extremadamente privatizado –y opaco– de formación judicial) no es en absoluto la mejor vía ni para formar bien a los futuros jueces (con temarios que condensan en cápsulas dispuestas para su memorización una cultura jurídica por lo general con décadas de retraso, por más que incorporen todas las reformas legislativas) ni para seleccionar a los mejores (pues hay muchos “mejores” que encuentran alternativas mucho más atractivas que el túnel de una oposición con más esfuerzo que resultados). 

Hay modelos más modernos y afinados en casi todos los países de nuestro entorno, que no cambian las pruebas objetivas por valoraciones curriculares discrecionales, sino que sitúan esas pruebas objetivas en otros ejes que permiten medir mejor. Puedo entender que en el colectivo de jueces se sobreestime el valor de la oposición, porque se ha vivido como un esfuerzo titánico y es normal, una vez que se ha tenido éxito, creer en sus virtudes como una suerte de “rito iniciático”, ojo de aguja o aguas del Jordán.

Pero entiendo menos que en ámbitos académicos, profesionales, políticos y ciudadanos siga sin hacerse una imprescindible reflexión pública sobre qué tipo de juez queremos, y por tanto cómo queremos que sea seleccionado y formado.

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial


Luego está eso del Consejo General del Poder Judicial. De mucha menos importancia a mi juicio, salvo para quienes tienen interés en ascender rápido a los puestos de designación discrecional. También aquí hay que decir que en muchos países de nuestro entorno los nombramientos judiciales no son sólo cosa de jueces. Presidentes de República, parlamentos, ministros de Justicia, etc., intervienen de un modo u otro, directamente en tales nombramientos. 

Al fin y al cabo, la democracia, y por tanto la política, no deberían quedar expulsadas del todo en la elección de los miembros del gobierno del poder judicial: lo que debe quedar desterrado es el sistema de cuotas (tres para mí, dos para ti, y otro para el PNV).

Lo cierto es que si hay cultura de independencia judicial, el juez nombrado no se siente en absoluto deudor de nadie por el nombramiento. Esto hemos de tenerlo claro: si un vocal del Consejo, si un magistrado del Supremo o uno “autonómico”, o si un presidente de Audiencia se deja influir por quien facilitó su nombramiento, el reproche ha de dirigirse contra él, y no contra quien le pide favores.

No negaré que habría sistemas de designación de los miembros del CGPJ mejores que el de cuotas de partidos en un intercambio de “tú aceptas los míos y yo acepto los tuyos” precedido de una negociación sobre cuántos nombra uno y cuántos nombra otro. Probablemente elegirlos uno a uno, con distancia en el tiempo, y con mayorías cualificadas, facilitaría que el designado lo fuese por consenso, y no por cuota.


Pero descreo profundamente de la tan cacareada alternativa de que los vocales jueces sean directamente designados por los mismos jueces. Eso significaría, de hecho, que las negociaciones dejarían de ser de los partidos y pasarían a ser de las asociaciones judiciales, de las que no es obligado tener mejor concepto que de los partidos. 

Si queremos desparlamentarizar y desgubernamentalizar el nombramiento de los vocales, ¿por qué no optamos por el sorteo de entre quienes se postulen y reúnan determinados requisitos legalmente establecidos? 

Yo no tengo duda alguna: prefiero el azar al mejunje entre asociaciones, en cuyo seno ya no sólo influyen ideologías (que en sí mismas no serían más que expresión de un pluralismo), sino también favores recíprocos, apoyos cruzados, compañerismos, parentescos y padrinazgos. Mejor tiramos los dados. Y de paso, nos llevamos la sede del CGPJ a Teruel, lejos del mundanal Madrid.

Los magistrados autonómicos de los tribunales superiores de justicia


Soy magistrado “autonómico”. Me interesa aclarar que mi candidatura obtuvo 106 sobre un total de 107 votos. Pero lo que quiero decir es que la intervención de un parlamento en el proceso de elección de jueces no tiene por qué ser una marca de politización de la justicia.

Es mezquino el discurso de que el magistrado “autonómico” está ahí para proteger a los políticos que le han nombrado. Muy mezquino, por más que inmediatamente, sin levantar mano, se aclare que no se duda de la profesionalidad del magistrado autonómico: ¿cómo no se va a dudar de su profesionalidad si se sospecha de su parcialidad? 

Pero habida cuenta de que dentro y fuera de la carrera está consolidado ese prejuicio, quizás sería el momento de replantearse la conveniencia de mantener o no ese sistema de designación.

A condición, diría yo, de que la medida se integrara en una reflexión hecha en serio sobre cómo se accede a la función judicial y cómo se protege, eficazmente, la fortaleza del poder judicial frente a poderes políticos y no políticos.


FUENTE: ctxt.esMiguel Pasquau
24/12/2017
 
Vamos a ver: 

¿Cómo puede haber independencia judicial, si existe un ministerio de Justicia controlado por el gobierno?

Entiendo que en una democracia de verdad (iba a escribir "en una democracia real" pero sé que podría sonar a monárquica, y tampoco es eso) En una verdadera democracia, repito, no debería existir el ministerio de Justicia.

30/12/17

LA FELICITACIÓN DE MARIANO RAJOY


"Y que os den mucho los Reyes."
Citizen Plof
 

EL BURRO CATALÁN


De pura raza, oiga.
Citizen Plof

LA FALSA DEMOCRACIA

La falsa democracia se ha adueñado del mundo

La falsa democracia se ha adueñado del mundo

Todos se autoproclaman demócratas porque el prestigio de la democracia está intacto en todo el mundo, pero la democracia no existe. La falsa democracia domina el mundo, incluso en los antiguos santuarios del sistema, como Estados Unidos y Gran Bretaña. Nadie se atreve a cuestionarla y se declaran demócratas todos, incluso los peores totalitarios y los criminales. 

Hasta las peores dictaduras, como la de Corea del Norte o Cuba, se declaran repúblicas democráticas "populares". Pero, aunque su prestigio sea incuestionable y portentoso, la democracia ha dejado de existir porque los políticos no la soportan y la han sustituido por un remedo impresentable que sólo es una dictadura camuflada de partidos políticos y de políticos profesionales que utilizan el sistema para apoderarse del Estado y vivir a cuerpo de rey. 

El pueblo, que es el soberano de la democracia y el gran protagonista del sistema, ha sido expulsado de la política, manipulado, desposeído de sus derechos y reducido a ser víctima y palmero de una clase dirigente codiciosa, falsa e insaciable.


Hasta los peores tiranos totalitarios se declaran demócratas. Los independentistas catalanes, una de las especies más totalitarias de Europa, han esgrimido la democracia y la han utilizado como arma arrojadiza contra España. Para ser "guay" y estar en lo políticamente correcto, para no ser un apestado social, para ganar votos y para prosperar el política, hay que declararse demócrata, aunque el sistema vigente, como ocurre en España, sea una versión inmensamente adulterada y degradada de la verdadera democracia.

Sin separación de los poderes básicos del Estado, sin controles suficientes a los partidos y al poder político, sin una ley que sea igual para todos, sin una ciudadanía influyente y participativa, sin una prensa libre e independiente y sin una sociedad civil fuerte y organizada, que sirva de contrapeso al poder, la democracia no existe, aunque se vote cada cuatro o cinco años y se elijan a los representantes y gobernantes.

La democracia no es un sistema para elegir gobiernos sino una filosofía compleja de respeto a los demás y una forma de vida en la que el principal objetivo es controlar el poder y evitar que se torne abusivo.



La ley, la separación de poderes, la competencia libre entre los poderes públicos, la pugna entre los partidos y la libertad de prensa existen en democracia para que el poder sea frenado en sus tendencias despóticas.

Pero la democracia ha sido demolida y pulverizada por los grandes poderes y lo que hoy se denomina democracia es sólo un remedo degradado y sucio de ese sistema, que ha sido despojado de los controles al poder, de la participación ciudadana y de leyes justas que impidan los típicos desmanes de los poderosos: corrupción, abuso de poder, mentiras, estafas, incumplimientos, desigualdades, clientelismo, despilfarro y una filosofía de la injusticia que lo inunda todo.

Los peores canallas se autoproclaman demócratas, aunque desconozcan la verdadera democracia. Hasta los cortacabezas del ISIS se autoproclaman demócratas.



¿Cómo distinguir la verdadera democracia de la falsa en este mundo trucado y engañoso? Es muy fácil y hay varias caminos. Uno de ellos es analizar las aspiraciones del pueblo y compararlas con la realidad. 

Si en España, lo que el pueblo desea es:

Eliminar las autonomías
El fin de la financiación pública de los partidos
Consagrar el principio de "un hombre un voto" 
Una ley igual para todos los ciudadanos


pero es justo lo contrario de lo que está vigente, entonces la democracia no existe.

Hay otra fórmula de análisis que nunca falla: si el gobierno y los partidos temen al pueblo, entonces hay democracia, pero si es el pueblo el que teme al gobierno y a los políticos, entonces lo que existe es una tiranía, más o menos camuflada.


La ruina de la verdadera democracia es uno de los grandes rasgos del siglo XXI, y la lucha por reconstruir esa democracia aniquilada será la espina dorsal de este siglo, la que enfrentará a ciudadanos y gobernantes como nunca antes en la historia.


FUENTE: votoenblanco.com
Información y Opinión
Francisco Rubiales
17/11/2017

29/12/17

¡SOY YO!

Citizen Plof

TABARNIA


En principio me he partido de la risa con esta nueva idea catalana, pero luego, analizándola con cierto detalle, ya no me pareció tan graciosa. No es, ni más ni menos, que sacar del baúl de la historia, el viejo Condado de Barcelona, vigente entre  los siglos IX y XII, con la idea de jugar con las mismas cartas de los independentistas, aduciendo aquello de que "Catalunya nos roba; pagamos más impuestos, somos más ciudadanos y tenemos menor número de escaños".


Tabarnia es un neologismo (palabra o expresión de nueva creación en una lengua) formado a partir de los nombres de Tarragona y Barcelona, con el que, determinados catalanes, miembros de Barcelona is not Catalonia o Plataforma por la Autonomía de Barcelona, pretenden crear una nueva comunidad autónoma, independiente de Catalunya, en el seno de la España actual para desligarse así del movimiento independentista catalán.


Tabarnia estaría formada por la unión de diversas comarcas de ambas provincias: Tarragonés, Bajo Campo, Bajo Penedés, Alto Penedés, Garraf, Bajo Llobregat, Barcelonés, Vallés Oriental, Vallés Occidental y El Maresme, divididas a su vez en Alta Tabarnia, territorios de influencia barcelonesa, y Baja Tabarnia, de influencia tarraconense.


Los creadores de esta propuesta argumentan que, en estos territorios, las candidaturas contrarias al separatismo (Ciudadanos, PSC y PP) obtuvieron mayoría de votos en las recientes elecciones autonómicas del 21 de diciembre.



El movimiento afirma que las comarcas pertenecientes a Tabarnia son cosmopolitas, bilingües, urbanitas, multiculturales e intensamente conectadas con España y Europa. En cambio, el resto de Catalunya, afirman, es mayoritariamente independentista, basado en una economía local, obsesionado con la identidad, xenófoba, monolingüe y hostil a la lengua castellana.​


 

Apoyan su idea en la Ley de Claridad de Canadá, que permitió a las regiones opuestas al separatismo quebequense permanecer en el Estado canadiense. También se apoya sobre el artículo 143 de la Constitución española de 1978, que permite a los territorios constituirse en comunidades autónomas bajo ciertas condiciones.


Ya veremos en que para todo esto.

Citizen Plof

28/12/17

ESTA ESPAÑA, SÍ QUE MOLA


Citizen Plof

INOCENTADA

España, la gran inocentada

Cómo todos los años en estas fechas, íbamos a gastarles una inocentada, pero hemos creído que era mejor abstenernos. No queremos abusar del pueblo español.

Matanza de los santos inocentes

En ningún caso podíamos superar la gran inocentada que ha sido nuestro país en los últimos diez años, así que mejor limitarnos a realizar un sentido homenaje y un repaso al monumento de inocentadas que nos han regalado nuestros dirigentes y que los españoles, un pueblo que batiremos todos los récords de inocencia, nos hemos tragado una detrás de otra:


La potencia eléctrica instalada en la España peninsular se sitúa al cierre del año en 102.524 megavatios (MW), el doble de la necesaria.


En 2012 la energía eléctrica producida por el carbón aumentó un 27,9%  y se convirtió en la segunda fuente de generación. Fuente de energía muy contaminante, poco eficiente y deficitaria en su extracción en la península ibérica.


En contrapartida, hemos realizado una fuerte apuesta por las energías renovables, eólica y solar, pero sobre todo en está última nos hemos adelantado en unos 10 años en su implantación, (las plantas fotovoltáicas han  reducido a menos de la mitad su coste en menos de dos años, tendencia que continuará). En España empezamos a sembrar el país de caros huertos Solares en 2006.


España, con 2.056 kilómetros de AVE en servicio, es el país europeo con más kilómetros de ferrocarril de alta velocidad y el tercero del mundo, solo por detrás de China y Japón. En algunas rutas, como Madrid-Barcelona, el AVE, dejando de lado su comodidad, no aporta ninguna ventaja competitiva al país y ya estaban perfectamente cubiertas por otros medios de transporte.


Tenemos 49 aeropuertos… algunos de ellos prácticamente sin viajeros.


¿Viviendas? Durante algunos años nos dedicamos a construir más viviendas que Alemania, Italia y Francia juntas. Nosotros tenemos 47 millones de habitantes, los tres países mencionados suman casi 200 millones de habitantes.


Tenemos casi 1 millón de viviendas sin vender, y por otro lado la banca sigue desahuciando otras muchas que quedarán vacías.

FUENTE: www.gurusblog.com 
Guru Huky 
28/12/2012


Ciudadanos, no pierdan de vista la fecha de este artículo: 28/12/2012.

Han pasado ¡¡¡5 años!!! y la cosa sigue igual o peor.

27/12/17

EL DEDO


¡Oh, dios mío!

¡¡¡Rajoy es ET!!!

¡Fíjense como se le ilumina el dedo!

Citizen Plof

¡QUÉ ALEGRÍA NAVIDEÑA, JODER!

El cobarde de Mariano hunde al PP de una puta vez

El hispanófobo Pompeu Gener disfrazado de Conde Duque de Olivares, por Carles Casagemas

Con la crisis catalana, ha quedado meridianamente claro que el PP, con La Trotona al frente, es lo peor que le ha pasado a España en décadas. 

Bueno, a fuer de sinceros, Aznar fue seguramente peor, porque fue el responsable de la actual situación de Cataluña. Él concedió a Pujol, el gran forjador de almas, la Ley de Inmersión Lingüística o de Bautismo Nacionalista, que ha disparado el extremismo independentista de la CUP y la Esquerra. Invito a los lectores a leer los apellidos de los electos de JuntsxCat y ERC. ¡Sólo un 10% son del resto de España! El 88% tienen apellidos catalanes. Así que el millón doscientos mil catalanes de apellido español que han votado independentista, abducidos por el Règim, no tienen representación en el Parlament. ¡Pero no les importa! No hay más que ver cómo sus caras de satisfacción muestran sus almas nacional-catalanas recién estrenadas.

Bien, la cosa está ahora clara: convocar elecciones autonómicas en Cataluña el 21D, tras aporrear a mujeres y ancianos que querían votar el 1 de octubre --de un sadismo indiscutible--, ha sido un error político de dimensiones galácticas. Las consecuencias serán también inconmensurables.


Hasta un payaso descerebrado como Puigdemont puede sacar partido de esta clase de errores. Y si no él, que es una rata cobarde patológica, sí sus asesores, como Elsa Artadi.

Lo más irrisorio ha sido ver las caras de pasmo de los soberbios opusdeístas peperos tras el resultado. Si tuvieran dos dedos de frente, se preguntarían: "¿Para qué le hemos hecho caso a Falangito y hemos convocado elecciones autonómicas?; ¿no estaríamos mucho mejor como estábamos antes de convocarlas?; porque teníamos 11 diputados, no 4..., y Ciudadanos, 25, en vez de 36: no nos había arrollado en Cataluña, como prolegómeno y advertencia de lo que nos va a hacer en el resto de España en las próximas generales... ¿Quién sugirió lo de convocar elecciones inmediatas? ¿Fue Sorayita la Albóndiga Sabihonda y Soberbia? ¿O fue la Cobardona Gallega? Porque debiera dimitir para siempre..."

Tienen razón los críticos. Aplicar el artículo 155 de la Constitución, aunque fuera tarde --debió hacerse el 8 de septiembre--, no fue el peor de los errores, que lo fue. Los dos errores letales fueron lanzar a la policía contra los votantes del referéndum ilegal del 1-O y convocar elecciones autonómicas sin sanear antes las estructuras sociales e informativas catalanas (ha ganado el candidato de TV3, como siempre).


Cataluña es una región enferma. Los independentistas son carne de psiquiatra y manicomio. Madrid se equivoca al confiar en el seny catalán y en eso de que la pela es la pela. A los independentistas les importa un huevo la pela cuando se trata de la pàtria. La amenaza que supone la invasión de tanto charnego no pueden combatirla de manera natural, con el aumento del número de catalanes “de pura raza”. Los catalanes tienen un grave problema demográfico que ellos atribuyen a la inmigración española. Por eso son capaces de arrasar Cataluña con tal de librarse de España; de quedarse todos ciegos con tal de sacarles un ojo a los españoles.

El problema de Cataluña es el evidente y palmario racismo catalán que está meridianamente definido en los textos fundacionales del nacionalismo del supremacista Pompeu Gener. Textos como el "Catecisme del Jove Nacionalista" o los memes que sustentan la geográfica lengua propia: “Hasta las piedras hablan en catalán” o la teoría del "Inmigrante sin Alma" de Jordi Pujol, concluyentes textos que obligan a la inmersión lingüística y a la alternativa de "o acogedora integración o muerte social".

Todo está perfectamente desarrollado y demostrado mediante el análisis documental por el filósofo Francisco Caja en su libro "La raza catalana. El núcleo doctrinal del catalanismo".


¿Y el futuro cómo pinta? Pues exactamente igual que el pasado, pero en peor. Porque, ante el nuevo tour de force separatista que se avecina inexorable, ya no cabrá respuesta blanda. El siguiente paso, que el PP no tiene ni el valor ni la fuerza moral para aplicar, sería la intervención armada. Ya digo: no se hará. La alternativa será ceder y volver a ceder. El cupo catalán se quedará corto, porque el federalismo lo tienen ya de facto. Se trata de ofrecer a los independentistas el estado libre asociado. O la independencia, así a las claras. Y para ello, el Estado habrá de ceder antes en un referendo que, esta vez, perderá. Porque muchísimos de los anticatalanistas que han votado el 21D saben que Cataluña está perdida y se abstendrán de una vez para siempre. ¡Ya iba siendo hora!

Salud.

Ácratas


¿Y qué coño esperaba el PP de los catalanes, después de cómo actuaron?
Poco me pareció que perdieran solo 7 diputados.

26/12/17

ESPAÑA Y EL TRONO DE HIERRO


Citizen Plof

EL CAPITALISMO DE AMIGUETES

Grandes empresarios españoles

La casta empresarial española es muy singular. Muchas de sus sagas se forjaron a la sombra del Estado, que a lo largo de la historia les hizo ricos de todas las formas posibles. Emprendedores había pocos por eso del que inventen ellos y porque aquí estaba todo inventado. El principal cliente de los grandes negocios siempre fue el Estado y cuando los negocios dejaban de serlo, era éste quien corría al rescate para nacionalizar la chatarra y devolverla abrillantada a nuestros grandes buscavidas.

Así se ha escrito la historia de nuestra industria, un caso insólito en el mundo ya que el enriquecimiento empresarial siempre fue directamente proporcional a lo deficitario del objeto social. A mayor ruina, mayor fortuna.

Heredero de esta larga tradición de pícaros hispanos, Florentino Pérez ha acabado siendo el emperador de ese capitalismo de amiguetes que tantas glorias ha proporcionado a nuestras familias más ilustres.

Florentino Pérez

A nadie tendría que extrañar que el origen de su imperio fuera una pequeña constructora participada por Banca Catalana, Construcciones Padrós, que su actividad dependiera de las obras que le adjudicaba la Generalitat, que tras la quiebra de la entidad financiera y la recesión inmobiliaria Padrós acabara en el Fondo de Garantía de Depósitos, y que por una peseta Pérez y sus amigos se convirtieran en constructores después de recibir 100 millones del citado Fondo para el reajuste de la plantilla. Únase a esto un refinado cultivo de relaciones personales iniciado en su paso por la política –los amiguetes, para entendernos- y tendremos la clave de la gloria del personaje. Así se hacen los negocios entre África y los Pirineos.

Con estos antecedentes se entiende mejor el caso del almacén Castor, el fiasco más sonado de los últimos años pero, a la vez, la demostración palpable que el llamado riesgo empresarial es en España sólo un concepto teórico. Como resumen, el caballero monta una empresa para construir un depósito subterráneo de gas que, obviamente se le adjudica. Lo que iba a costa 400 millones, se multiplica por tres. La declaración de impacto ambiental, ya y tal.

El tinglado se asegura con cláusula según la cual en caso de dolo o negligencia grave de la empresa, pagamos todos. Se suceden los terremotos y apoquinamos como está mandado, pero no "ad calendas graecas" sino en el acto, ya, por decreto, y si te he visto no me acuerdo. Misión cumplida.

Almacén de gas Castor, responsable de una serie de movimientos sísmicos
que han afectado a la costa de Castellón

Varios años después de la factura viene el Constitucional a decir que el abono de 1.350,7 millones es inconstitucional, aunque sólo en la forma, en las prisas, en la urgente necesidad, porque del fondo para qué va a ocuparse el Tribunal si es que alguien le ha preguntado. Y empiezan lo sudores para el Gobierno, a ver qué se inventa Supersoraya a la vuelta de su aventura en el país de los secesionistas, veamos qué enjuague es posible ahora que no tenemos mayoría en el Congreso, pensemos qué coño hacemos con el marrón.

Todos preocupadísimos, menos Florentino, claro, porque, ¡ay Santa Rita!, ven ahora a quitarme el cheque de Enagás, ven a deshacer la titulización de la deuda adjudicada a la banca a 30 años y repercutida en el recibo del gas de los pringados, ven ahora a pedirme cuentas en el descanso de algún partido del Madrid en la Champions, que ya hemos tirado la Liga, ven y te explico cómo me va la OPA de Abertis y cómo te estoy salvando el culo en esa empresa “estratégica” que se quieren quedar los italianos.

El capitalismo de amiguetes no tiene ideología. El negocio se puede empezar con el PSOE, continuar con el PP y hasta puede ser avalado por IU -cuando existía- como la famosa operación de las torres de la Ciudad Deportiva.

Torres de la Ciudad Deportiva del Real Madrid

“A ver si vienen mis amigos del PSOE y os echan de una vez” era una frase que el constructor ha repetido más de una vez cuando algún dirigente del PP osaba interponerse tímidamente en sus propósitos. A ver si vienen para que todo siga igual, para que los fracasos sean éxitos clamorosos, para que sigamos pagando las fiestas y las estafas.

FUENTE: publico.es
Tierra de nadie
Juan Carlos Escudier
26/12/2017


Y nosotros, los ciudadanos de este "pís", 
haciendo siempre de "paganinis" 
para no perder la costumbre.