Días atrás, en la conmemoración del 39 aniversario de la Constitución Española, el periodista Manolo HH, conductor del programa matutino "España vuelta y vuelta" de RNE, entrevistó al prestigioso constitucionalista europeo Jorge de Esteban, y de esa entrevista (cogida al oído) quiero entresacar algunos interesantísimos razonamientos.
Jorge de Esteban
- La Constitución del 78 se diferencia de todas las anteriores constituciones que ha habido en España porque tiene una serie de virtudes, al mismo tiempo que un grave defecto que estamos pagando, y es que no resuelve el modelo de estado que especifica en su Artículo Octavo; es decir, que 39 años después sigue sin resolverse el Estado de las Autonomías.
- Creo que fui el primero en decir que la Constitución Española estaba inacabada, ya que, el modelo del estado, que es lo más grande que hay dentro de la organización constitucional, no se sabía cuál era. Habla de las autonomías, cuando éstas aún no existían.
- En lo que se refiere a la reforma de la Constitución, hay dos tipos de reformas que pueden llevarse a cabo: las consideradas corrientes o normales y las grandes reformas. De estas últimas no se ha hecho ninguna, ya que, existe la idea en nuestro país de que tocar la Constitución es casi pecado mortal.
- Por ejemplo, la bandera española actual no es una bandera constitucional. ¿Por qué?... pues sencillamente porque dice la Constitución, en el Artículo Tercero, que es "roja, gualda y roja" pero no habla de ningún escudo, por lo que se tuvo que hacer una ley posterior que incorporó el escudo a la bandera, pero lo que se tenía que haber hecho era reformar el artículo de la Constitución.
- Usted hizo, por encargo de Felipe González un proyecto de constitución sobre las bases de un estado federal. ¿Cree usted que sería esa la solución para este país, o quizás la de darle más competencias a las nacionalidades históricas?
- En aquel momento se podría haber creado un estado federal en el que todas las comunidades o estados hubieran tenido las mismas competencias y los mismos derechos, pero ha pasado el tiempo, y después de esos casi 40 años, lo que queda bien claro es que existe una lucha enorme en España entre dos tendencias: la de Cataluña y el País Vasco, de querer ser diferentes de las otras comunidades autónomas (no en cuanto a derechos sino a competencias), y el resto, que quieren que todas sean iguales.
Es una cuestión muy difícil de resolver, ya que, tanto Cataluña como el País Vasco tienen tras ellas una historia y un idioma propio que exige una diferenciación.
- ¿El Artículo Octavo es el único garbanzo negro que tenemos en la Constitución?
- Una consecuencia del Artículo Octavo es el Senado. Un organismo que no sirve absolutamente para nada, que es un auténtico despilfarro y encima está sobredimensionado. Con un senador por princia habría más que suficiente, en lugar de los 270 actuales.
Senado
- ¿Es el Artículo Octavo un cáncer para nuestra democracia?
- Lo ha sido y lo sigue siendo. Sólo hay que mirar lo que está ocurriendo en Cataluña; todo ello consecuencia de un Artículo Octavo mal pensado, mal digerido y mal planificado.
- ¿Todo lo qué está pasando en Cataluña, se veía venir?
- Yo sí lo vi venir, y se puede comprobar en mi libro "El naufragio del estado autonómico" donde, desde 1980 hasta ahora he señalado todos los fallos que iban ocurriendo.
- ¿Fue un error lo de "café para todos"?
- Claramente. Cuando se comienza el proceso constituyente había tres modelos a seguir: el portugués, el italiano y el alemán.
En el modelo portugués solo se reconoce la autonomía a dos regiones (alejadas e isleñas): Azores y Madeira.
En el italiano (Italia está dividida en 20 regiones, todas ellas autonómicas) cinco de sus regiones tienen un tratamiento especial por razones históricas o geográficas, y el resto, ordinario.
En el modelo alemán (un estado federal) casi todos los estados tienen las mismas competencias.
- ¿Está el Tribunal Constitucional desacreditado?
Miembros del Tribunal Constitucional
- Está desacreditado en algunas cosas, aunque en otras ha hecho grandes tareas. Pero el problema fundamental del Tribunal Constitucional es, sobre todo, la forma de elección.
No se puede elegir a sus miembros a través de los partidos políticos. Eso no puede ser porque conduce a una politización absurda.
- ¿Qué es lo que hay que hacer ahora?
- Pues la reforma constitucional. Está claro que va a llevar algunos años porque, entre otras cosas, habría que cambiar el Artículo 168 que impide que se reformen, por ejemplo, los derechos fundamentales.
He leído que Pedro Sánchez (PSOE) ha hecho una lista de derechos sociales y económicos nuevos que habría que incluir en la Constitución. Yo no sé si él se ha dado cuenta de que eso necesita la reforma agravada de la misma, porque para tocar el Artículo 168 se necesitan:
Dos tercios del Congreso de los Diputados,
Dos tercios del Senado,
Disolver las Cortes,
Convocar nuevas elecciones,
Las nuevas Cortes necesitarán también dos tercios del Congreso y del Senado para poder aprobar dicha reforma,
Y por último convocar un referéndum nacional.
Congreso de los Diputados
¡Eso está hecho para que no se utilice NUNCA!
Y se puso para impedir que se metiesen con la monarquía.
- Habrá que reformarla como usted dice, pero... ¡viva la Constitución!
A mí me gustaría que durara por lo menos otros 40 años, pero para ello es necesario modificarla.
¡Viva la Constitución!
Este ciudadano también cree que la Constitución no puede ser una cosa inmutable y eterna, sino que debe adaptarse a los tiempos porque, al ritmo que van, corre verdadero peligro de quedar desfasada. No es cuestión de andar retocándola a cada rato, pero cada 20 ó 25 años debería dársele un repaso, aunque a "algunos" no les interese demasiado.
NOTA: Mientras que en España solo se ha modificado la Constitución dos veces (en 1992 y 2011), otros países europeos lo han hecho en diferentes ocasiones durante las últimas décadas: Alemania (60), Irlanda (27), Francia (24), Bélgica (13) o Portugal (12).
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