Guillermo Ramos, el trabajador que aportó documentación clave en un pen drive para la imputación del empresario Miguel Ángel Ramírez, denuncia que la manipulación del magistrado para atacar a la exdiputada de Podemos ha viciado el procedimiento. "Se irá de rositas", lamenta.
Con las diligencias ya abiertas tras la denuncia de USO, “tuve una reunión en las oficinas de la Unidad de Seguridad Privada de la Policía con responsables de diferentes grupos y el 5 de febrero de 2014 entregué un pen drive con numerosa documentación. La Policía lo analizó y lo remitió al juzgado con un informe y Rosell lo repartió entre las partes en julio de 2014. Nunca me llamó para declarar sobre el asunto, porque entremedias yo me personé como acusación particular y también en representación del sindicato. Pero lo que me pareció sorprendente es lo que el juez Alba dijo en un informe para el Tribunal Supremo a petición del ex ministro Soria. Acusó a Rosell de haber tenido oculto en un cajón ese pen drive sin repartirlo a las partes, a pesar d que tenemos el documento de entrega firmando por Rosell, pero no me llamó a declarar para corroborar antes de su informe que la documentación que contenía era la misma que yo había aportado. La causa no le interesa”.
Procedimiento
El papel de Guillermo Ramos en el procedimiento instruido por la diputada de Podemos no fue fácil. “Fui despedido de Seguridad Integral Canaria después de varias investigaciones. Tuve una baja y el empresario me acusó de seguir teniendo actividad sindical. Me puso hasta detectives, pero finalmente la causa se cerró a favor mío”.
SIC
Según explica, “la denuncia de Ramírez contra mí fue por mala fe contractual, después de poner en conocimiento de los organismos públicos el fraude a la Seguridad Social de la empresa a partir de una resolución de la propia inspección de trabajo. Las horas nocturnas, festivos y extras las pagaba como dietas al margen de la nómina y no cotizaba por ellas. Hacía dos ingresos”. El procedimiento abierto por Rosell fue por esos hechos que afectaban a todos los trabajadores. como denunció USO.
Unión Sindical Obrera
“Rosell decidió que debía ser acusación particular y me solicitó una fianza que no podía afrontar porque el sindicato se desmanteló, pero eso no me desacreditaba como testigo y mantuvo la imputación al empresario. Sin embargo el juez Alba, por un mínimo de decoro hacia las víctimas, debía habernos llamados a declarar antes de emitir su informe al Supremo con el objetivo de favorecer al ex ministro y al empresario”. FUENTE: publico.es
Patricia López
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