Las movilizaciones de la sociedad civil democrática valenciana han arruinado el homenaje al dictador italiano en la ciudad que ordenó bombardear hace 80 años.
Decía hace unos días Giuseppe Spadavecchia, un dirigente del Partido Democrático italiano, que el libro escrito por la nieta de Mussolini y dedicado a su abuela Rachel solo perseguía dos cosas: la primera, que un ejemplar de la obra acabara en la Biblioteca Comunale de Cadelbosco Sopra, cosa que sí consiguió; y la otra, “usar la figura de la familia del dictador para intentar transportar a Mussolini a una dimensión humana”.
Ciertamente, después de la enésima presentación del libro de Edda Negri, esta vez en Valencia bajo el paraguas de los fascistas españoles, se antojaba harto difícil que hubiera podido lograr su propósito de humanizar a un criminal de guerra como su abuelo.
Ciertamente, después de la enésima presentación del libro de Edda Negri, esta vez en Valencia bajo el paraguas de los fascistas españoles, se antojaba harto difícil que hubiera podido lograr su propósito de humanizar a un criminal de guerra como su abuelo.
Edda Negri, nieta de Benito Mussolini
Y sobre todo pretendiendo que para lograr su empeño incluyera en su periplo promocional una ciudad como Valencia, cuyo territorio fue bombardeado hace ahora 80 años por la aviación fascista italiana más de 400 veces por orden del abuelo de Edda Negri Mussolini, dejando miles de muertos y heridos.
La “Primavera española” 2016 convocada este año en Valencia con la presencia estelar de Edda Negri Mussolini ha sido un rotundo fracaso a tenor de sus expectativas aireadas en foros y redes sociales. El anuncio a bombo y platillo de intervinientes como el histórico del fascismo italiano Roberto Fiore y otros que finalmente optaron por no hacer acto de presencia, dejaron coja la convocatoria. Igualmente, la asistencia fue muy escasa, muy poca gente joven, y apenas 150 personas cubrieron las apariencias. A esto hay que añadir el oscurantismo informativo de sus actividades.
Roberto Fiore, líder del movimiento Forza Nuova Italia
Los únicos personajes conocidos en la mesa fueron el presidente de la librería Europa y ex dirigente neonazi Pedro Varela, varias veces encarcelado por delitos de negacionismo y la propia Edda Negri.
Y fracasó también el concierto de música fascista programado para la tarde-noche, a cargo de los grupos italianos Skoll y Hobbit. Para ello habían contratado un espacio cerrado de las instalaciones del camping Les Palmeres, en el término municipal de Sueca (Valencia). Antes de dar comienzo el espectáculo se presentaron varias dotaciones de la Policía Local de Sueca y la Guardia Civil, alertadas por su ayuntamiento, que desconocía lo que se había preparado en el lugar y si disponían de los permisos oportunos. Los organizadores de la “Primavera Española”, además, habían sido reservados un gran número de bungalós, donde los más jóvenes de la ultraderecha pensaban pasar la noche, cuyas cabezas brillaron por su ausencia en la jornada de conferencias matinal.
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