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13/6/19

DEMOCRACIA A LA ESPAÑOLA

Democracia
(...no lo es, no lo es...)

Democracia es el régimen cuya doctrina política establece un sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía, o sea, la autoridad suprema del poder público sobre un territorio y sus habitantes, mediante la elección libre de sus dirigentes. La Democracia requiere un régimen que establezca la independencia estricta de los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial; separados por el pueblo soberano para evitar que la concurrencia de tales poderes en las mismas personas corrompa el régimen y devenga éste en una oligocracia encubierta(1)

La independencia estricta de los poderes del Estado sólo se logra mediante la elección libre por el pueblo, en procedimientos electorales distintos (lo que se expresa frecuentemente como "en urnas separadas"), de los representantes de cada uno de esos poderes; y se mantiene mediante la celosa vigilancia de cada poder sobre los otros en defensa de su propio ámbito competencial; y mediante el establecimiento de los procedimientos de control, por parte del pueblo, sobre el comportamiento de sus representantes: 


Desde el punto de vista de la legalidad, es el Poder Judicial, cuerpo funcionarial, el que impondrá el imperio de la Ley emanada del Parlamento al cuerpo político; y desde el punto de vista de la eficiencia, es el propio pueblo representado el que decide mediante el mandato imperativo de cada representante y un ágil procedimiento de destitución (o impeachment) en caso de corrupción manifiesta. Es precisamente ese control el que obliga al régimen a permitir al ciudadano identificar a un diputado concreto como propio representante en el Poder Legislativo.

Una vez comprendido lo anterior, llamar democracia a lo que organiza políticamente la España actual es malintencionado; y sería sin duda delictivo, si hubiera una verdadera Ley promulgada por el pueblo, en vez de por los partidos políticos(2).


En Ácratas, nadie pone en duda la legitimidad de la existencia de los partidos políticos, sino su pertinaz y avaricioso acaparamiento del ámbito de la política toda; de manera que, en España, ningún ciudadano puede ejercer sus derechos políticos si no es a través del filtro ideológico de un partido político. A veces, los partidarios llegan a mofarse del español que desea opinar políticamente diciéndole que si no le gusta lo que hay, constituya un partido político propio, a sabiendas, no sólo de la dificultad económica que ello conlleva, sino de la perversión que supone que la forma de pensar de un individuo deba homologarse con la de miles de otros individuos para constituir un cuerpo común partidario. 

La misma Constitución de 1978 bendice la exclusiva, el acaparamiento del ámbito de lo político, de los partidos y lo expresa taxativamente al pontificar que la libertad política de los españoles se manifiesta a través de estos. Y ello con todas sus consecuencias.


La consecuencia es que un ciudadano que desee expresar su opinión política, y no comulgue con las supuestas ideologías de los partidos que existen, no tiene posibilidad de ser representado. Es decir, que el régimen margina a sabiendas a todos los españoles que no se homologuen gregarios alrededor de un partido político concreto. Así, quien piense que en España, por ejemplo, deben construirse nuevas centrales nucleares, pero que debe prohibirse el despido libre, no tiene nadie que lo represente. Y, en general, suele ir a votar como mal menor (o sea, para evitar lo peor); o simplemente no va a votar, y se desentiende de la política.

El español medio se desentiende de la política porque sabe que no tiene voz (y que su voto está corrompido, pues da carta blanca al partido votado para que haga con él lo que le venga en gana, aún traicionando las opiniones de los votantes y hasta los propios programas electorales). El español medio se desentiende (como cualquier humano inteligente) de todo aquello que no puede controlar y resulta socialmente perjudicial: de los terremotos, de los tsunamis, de las epidemias y de los partidos políticos. Y se limita a lamentar las consecuencias de tales desgracias incontrolables: e igual que lamenta que Dios no controle las catástrofes de la Naturaleza, lamenta también no controlar su destino social por no tener verdaderos representantes políticos.


El español no tiene representantes políticos en los diputados electos, ni aunque sean del partido de sus preferencias dentro del arco parlamentario, porque los diputados a quien representan exclusivamente es a su partido, que es quien les ordena (a mano alzada, con los dedos, el jefe de filas, lo que deben votar en cada ley o propuesta en el Congreso y el Senado). Y es el partido el que (supuestamente) representa a sus votantes, porque la plebe no puede votar personas, sino siglas partidarias; y es la cúpula de la ejecutiva del partido la que interpreta lo que sus votantes desean (es decir, hace encuestas para conocer la caída en la intención de voto cada cierto período de desmanes en la gestión política, económica y social) mediante las herramientas del márquetin de masas. 

Porque la representación política, como la de cualquier otro tipo, requiere la garantía del control permanente del representado a su representante. Si no, es otra cosa, aunque se intente engañar al ciudadano con palabrería formal. Nadie puede representar a otro en ninguna gestión concreta (como la del voto en una ley) si la opinión de ese otro no es primero escuchada por el representante. Eso, que es obvio cuando pagamos la minuta a un representante en algún negocio o gestión (un abogado, un arquitecto, un intermediario, etc), no se verifica en el sistema político español.


El sistema político español está a caballo entre la dictadura de la que proviene sin ruptura (fue acuerdo, transición, pacto, consenso, conceptos todos no democráticos, sino oligárquicos) y la verdadera democracia. De manera que llamar al Régimen monárquico-parlamentario español DEMOCRACIA es tan inexacto y tan injusto como calificarlo de DICTADURA. Cualquiera que haya leído esto, y se sienta sorprendido o incluso insultado, y desee comprobar la veracidad de nuestro aserto, limítese a asomarse al otro lado de lo Pirineos (esos montes que siempre nos han separado de Europa) y eche un vistazo en Francia a lo que es una ciudadanía organizada, orgullosa de sí misma, de su historia y de sus conquistas.

Cualquier país que vive más de 70 años seguidos en el oprobio de la dictadura franquista y del apaño postfranquista transicional cocotero NO TIENE CIUDADANÍA, sino habitantes: pueblo y casta dirigente; explotados y mangantes; corderos y perros pastores; votantes y mafias organizadas de corruptos. La ausencia de toda reacción popular ante la crisis actual, que está destruyendo todo progreso acumulado en los últimos 30 años, demuestra lo que escribo, lo que todos aquí sabemos.


FUENTE: acratas.net
MESS
12/06/2019

NOTAS:

(1) Es exactamente lo que sucede en el Régimen español, donde el Legislativo elige al Ejecutivo y al Judicial y donde los tres poderes del Estado se ponen luego a disposición del Presidente del Gobierno, que puede actuar como un dictador, haciendo o deshaciendo leyes, sin más necesidad que la de mantener el apoyo parlamentario durante la legislatura, lo que consigue repartiendo dinero, cargos y prebendas entre sus acólitos.

(2) La corrupción salvaje consigue que la oligocracia, ávida de dinero fácil y sin control judicial (que participa del pastel), se ponga al servicio del poder económico (banca, multinacionales y los gobiernos de terceros países interesados en la posición geo-estratégica de España. Por lo que, resumiendo, España es, en fin, una Plutocracia (el poder es de los ricos, que dictan las leyes a su antojo) que maneja, como un ventrílocuo, los hilos de un muñeco, de un títere que es una Oligocracia de partidos, que se finge a su vez una Democracia, gracias al apoyo interesado los medios de comunicación, que pertenecen a los plutócratas. Y el círculo se cierra alrededor de los cuellos (y de los cojones) de los españoles, que lo toleramos.

24/2/19

HARTO DE REPETIRLO

Ya en precampaña electoral, Vox busca el voto del descontento (y la abstención de la izquierda) en los barrios obreros de Sevilla


El partido de ultraderecha monta encuentros vecinales en los barrios 'rojos' de la capital andaluza, en los que muestra una cara amable, con la idea de meter la cuña, de cara a las generales y autonómicas, en las zonas que se le atascaron el pasado 2 de diciembre en las autonómicas

Reunión de Vox con vecinos del barrio en el centro cívico de Torreblanca (Sevilla), este martes.
Reunión de Vox con vecinos del barrio en el centro cívico de Torreblanca (Sevilla)

Torreblanca, Cerro-Amate, Macarena, Pino Montano. Son barrios obreros, de clase trabajadora de Sevilla, con severos problemas de desempleo, en los que jamás, en ninguna de las elecciones autonómicas, ha ganado la derecha. En todos ellos la izquierda (PSOE, Adelante Andalucía) obtuvo en los pasados comicios más del 50% de los sufragios y en algunos Vox se quedó muy cerca del PP. Por ejemplo, en el distrito Este-Alcosa-Torreblanca, la diferencia fue de menos de 1.000 votos entre ambos partidos. El PSOE obtuvo 13.739 votos, Adelante Andalucía, 10.521. Ciudadanos, 9.913, PP, 5.466 y Vox, 4.590.

Vista de Sevilla

Ahora, en la cercanía de las generales y de las municipales, ahí, a los lugares en los que, según se desprende del CIS postelectoral de Andalucía, a Vox se le atascó el electorado, es adonde se ha ido el partido de ultraderecha. Al igual que ya hizo en su momento el Frente Nacional en Francia, busca Vox, mediante encuentros vecinales barrio a barrio, el voto del descontento y de la desesperanza obrera y también, si no logra convencer, al menos regar la abstención en la izquierda, la que les ha permitido, junto con PP y Ciudadanos, cambiar el Gobierno en Andalucía. En resumen, Vox persigue echar raíces, para preocupación de las fuerzas de izquierda y del PP, también, en los barrios de clase trabajadora.

La dirigente del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen

FUENTE: publico.es


Estoy harto de repetirlo, pero lo diré una vez más:

"No hay nada más tonto 
que un obrero de derechas"



Lo normal es que de derechas suelan ser los empresarios, los directivos de las grandes corporaciones, los terratenientes, la aristocracia, la propia Iglesia... pero ¡por favor! los trabajadores no, que acabaríais defendiendo los intereses de quienes os explotan.

Solo faltaría volver con aquella cantinela de: 

"Como usted diga, señorito"
 

2/10/17

DETALLES DE UN DESPROPÓSITO


- BBC: "Represión policial".
- The Guardian: "Impactante violencia policial".
- La Stampa: "Secuestro de las urnas".
- Le Monde: "Violencia injustificada".
- CNN: "La vergüenza de Europa".
- Rajoy:"Hemos sido un ejemplo para el mundo".



Están yendo a votar, rápido, moledlos a palos,
eso los hará recapacitar.



Casa Real confirma que Felipe VI se hará el muerto
hasta que pase el jaleo.



 
Lo de los palos es muy español:
a la fregona, al chupachup, a los catalanes.



Yo querría haber visto a la policía entrando con esta contundencia en Génova para llevarse los papeles y discos duros que se destruyeron con total impunidad.



Pero... ¿dónde está el PSOE?



 
Si a base de porras y pelotas de gomas,
no convencemos al pueblo catalán de querer quedarse en España,
a mí ya no se me ocurre nada más.

30/9/17

CONSEJO

Previendo una posible confusión auditiva, este ciudadano aconseja a los catalanes que padezcan de flatulencias, que se abstengan de acudir a votar en la jornada de mañana 1-O, no vaya a ser que, de repente, se les escape un pedo y alguien "bienarmado", suponiendo que se trata de un tiro, la vaya a liar parda.

Ándense con tiento y no lo tomen a guasa, que estas cosas ocurren hasta en los mejores referéndum.


Y es que si no le echamos un poquito de humor a esto, estamos bien jodidos.




"Salut i república per a tots"

21/4/17

LLAMADA DE ATENCIÓN: INDRA Y LOS VOTOS

Twitter
También se investiga a Indra por financiar ilegalmente al PP. 

¡Indra es la empresa que cuenta los votos de las elecciones en España!

17/11/16

¡YO TAMPOCO!

El diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero
 durante el acto de apertura de la XII Legislatura. EUROPA PRESS
 

¡Yo tampoco!

La monarquía venía incluida en el paquete ("atado y bien atado") que el régimen franquista nos dejó de regalo y que, los ciudadanos, decidimos aceptar en 1978, dejándonos comer el “coco” por los interesados:


8/5/15

NOS HAN ROBADO...

Nos han robado hasta la capacidad de asombro

Elecciones-24-mayo-2015-620x350


Ancianos que necesitáis medicinas que no podéis pagar
 
Dependientes que no tenéis a nadie que os ayude
 
Ahorradores estafados
 
Estudiantes puteados
 
Desahuciados humillados
 
Jóvenes expulsados del país
 
Trabajadores explotados
 
Parados chuleados
 
Queridos engañados y timados de toda clase y condición: éste es vuestro momento.

Ahora lo tenéis en vuestras manos.
 
Demostrad el día 24 que las encuestas están equivocadas.
 
Que el partido más mentiroso, corrupto y desvergonzado de la historia de España no va a tener la cancha que le predicen las encuestas.
 
Que Gürtel, sobresueldos, Bankia, mordidas, áticos, Púnica, tarjetas black, presidentes de Diputación contando billetes… no pueden quedarse sin castigo.
 
Casos como el de Rato, Urdangarín, Matas, Fabra, Bárcenas… todo esto tiene que recibir su merecido en las urnas.
 
Y el socio bipartidista tiene también que morder el polvo para que entienda de una puñetera vez que lo de la renovación debe ir en serio.
 
Ya está bien de maquillajes.
 
Ha llegado el momento de poner en valor la indignación que hemos demostrado en las calles durante los últimos cuatro años.
 
Las mareas, el trabajo de la PAH, las protestas multitudinarias… tienen que plasmarse ahora en votos.
 
Este es vuestro momento. Este es nuestro momento.

Si dejamos pasar esta oportunidad, dotaremos de autoridad moral para ningunearnos y reírse durante años en nuestra propia cara a aquellos que nos vienen chuleando desde hace tanto tiempo.
 
El bipartidismo y la corrupción tienen que pasar a la historia.
 
Es el momento de echarlos y no se puede templar ni una puñetera gaita más.
 
Jubilados, estudiantes, dependientes, desahuciados, parados, enfermos desatendidos, familias desesperadas: es vuestra hora.
 
Es la hora de mandarles un mensaje contundente. Un mensaje claro para el que basta una papeleta (o dos, en las trece autonomías donde hay elecciones a la presidencia de la Comunidad):

No os queremos, corruptos.
 
No os queremos, mentirosos.
 
No os queremos, soberbios, autosuficientes, groseros, perdonavidas…
 
Nos habéis robado hasta la capacidad de asombro.

Se lo tenemos que decir así. Con el voto.
 
Y solo así, conseguiremos convertir el domingo 24 de mayo en el día histórico con el que todos soñamos.
FUENTE: publico.es
Las carga el diablo
Juan Tortosa
05/05/2015

18/11/11

"CIENES" DE VECES

Don Éste y Don Aquél no pueden substraerse a la presión informativa y terminan hablando de politicaca y de las próximas elecciones.

- ¿Tú vas a ir a votar el domingo?

- ¿Pa' qué?

- Como que ¿pa' qué?... Pues para elegir un nuevo gobierno.

- ¡No! Llevo haciéndolo desde hace dos semanas y ya estoy cansado.

- ¿Cómo que llevas haciéndolo desde hace dos semanas...? Si cuando hay que votar es el día 20.

- Pues yo ya he votado "cienes" de veces. Cada vez que llega propaganda electoral a casa, sea del partido que sea, abro el cubo de la basura y grito bien alto para que los vecinos se enteren:

                             ¡VOTO!

Y fíjate que curioso... ¡siempre a la misma hora!

- ¿A la misma hora?

-¡Sí! Cada vez que voto, miro el reloj de la nevera nueva y siempre pone
7-20. Es curioso, ¿verdad?

16/11/11

RESPUESTA A LA CARTA DE UNA AMIGA

CARTA:


Estoy totalmente de acuerdo con tus razonamientos, pero yo me pregunto: ¿si no voto, no le estoy dando la oportunidad al PP de que salga con mayoría absoluta? Y eso no veas como jodería, porque ya no seriamos crocantis como los del chiste, sino que nos crujirían por todas partes. Yo estoy muy indecisa; no sé que hacer.

Bueno, besitos.

RESPUESTA:


Amiga: Obra de acuerdo a tu conciencia.


Yo es que estoy totalmente desencantado. Durante toda mi vida he intentado ser un luchador, he corrido delante de los grises, de los beiges, de los azules... he recibido empujones, porrazos, patadas... he dormido alguna noche en los calabozos de comisaría, todo ello en un intento por ayudar a mejorar esta sociedad nuestra. Y que conste que no recuerdo a mi lado a ninguno de los politicastros actualmente en candelero; ni en una algarada, ni en una manifestación, ni en una huelga... ninguno estaba allí, luchando por nuestros derechos.


Pero resulta que ahora, en estos años de gobierno "sociolisto", es cuando más hemos perdido los trabajadores, y eso resulta inadmisible. Que me joda la derecha lo asumo, pero coño, que me jodan los míos... ¡es el remate de la puñeta!


Si la crisis económica la generó la avaricia de los ricos (Bancos, Multinacionales, Grandes Fortunas, etc.) ¿Por que tenemos que pagarla nosotros, ¡eh!?... ¡¡¡Que la paguen ellos!!! Tienen medios más que suficientes para hacerlo. No olvidemos que el 20% de la población posee el 80% de los recursos. Y esa proporción hay que equilibrarla como sea.


Así que me da lo mismo que ganen "Pepes" o "Pacos" (ambos vienen a ser esbirros del Capital) Y te diré más... ¡peor de lo que lo han hecho los socialistas no creo que lo pueda hacer nadie!


Ojalá que la panda del gallego saque mayoría absoluta para hacer lo que les dé la gana, a ver si así meten la pata hasta el fondo con su intransigencia, sus dogmas y su doble moral. Creo que esa va ser la única manera de que los ciudadanos reaccionen y se dan cuenta de lo que vale un peine.


Besos.

CON MI VOTO NO

Tengo muy claro que con mi voto, nadie más va a mamarse un euro.

Inmersos ya los partidos políticos en la campaña que culminará el próximo 20 de noviembre, puesta en marcha la maquinaria electoral (ya me gustaría saber... ya, cuantos millones de euros se van a gastar, porque para eso si hay dinero) asateado como el resto de los ciudadanos por los medios de comunicación (un verdadero sin vivir) ni siquiera vuelvo a plantearme a quién votar... ¿Para qué?

Vuelvo a expresar aquí los mismos razonamientos que efectué en las pasadas elecciones de mayo, de los que no me desdigo ni un ápice:


No voy a votar porque no me da la gana. ¿Está claro? En eso estriba la libertad del individuo. Pero tengo poderosas razones para no hacerlo y las voy a exponer:

NO VOY A VOTAR...

 porque esto no es una verdadera democracia; fue malparida y nació viciada por el régimen anterior, empezando por su injusto sistema electoral, hecho a modo y medida de los partidos mayoritarios;

porque en este sistema de representación proporcional por listas cerradas, al valorarse las circunscripciones, no se cumple la máxima de "un ciudadano, un voto", lo que genera una evidente desigualdad que, ni PP ni PSOE, desean solucionar;


porque me parece un despilfarro para la economía nacional el mantenimiento de dos cámaras: parlamento y senado. Con la primera ya tendríamos suficientes e incluso podría reducirse su número a un representante por provincia. Imaginen qué ahorro y cuántos chupópteros menos;

porque me he ido desencantando con los años (cosas de la edad) al ver que, cuando gobernó la derecha, los trabajadores perdimos, como era de esperar, pero cuando gobernó la izquierda, que suponíamos era la opción que nos beneficiaría y nos iba a permitir levantar cabeza… ¡nos quitaron hasta los calzoncillos!;


porque no quiero ser partícipe de esta pantomima, en la que una pila de políticos vagos y sinvergüenzas, sólo contribuyen a empobrecer el país, enriqueciéndose ellos, sus familiares y amigos;

porque es una inmoralidad que, con tal de "agarrar cacho", las distintas fuerzas políticas pacten entre sí, y con el voto de un ciudadano, termine gobernando la opción contraria a la que él votó. Y de los tránsfugas... es tal su descrédito que mejor ni hablar;


porque me da lo mismo que gobierne la derecha, la izquierda, el centro o la madre que parió a Paneke, ya que, gobierne quien gobierne, son simples títeres en manos del capital. Bancos, multinacionales y grandes ricachones son los que cortan el bacalao. Nos echan la piel y las espinas y ellos se comen los lomos; no nos dejan ni la cabeza para hacer un caldo;


porque no hay ni un solo político, sea de la opción que sea, cuyo rostro me inspire un mínimo de confianza;

porque mientras sus hijos tienen el futuro asegurado y estudian en universidades de Gran Bretaña, Alemania o Estados Unidos, los nuestros pasan a engrosar las listas del paro, o como mucho, consiguen contratos basura, después de que los hayan exprimido bien con el invento ese de los contratos en prácticas;

porque se ha subvertido el orden de los valores esenciales para una correcta convivencia. Ahora sólo prima la imagen y el hacerse rico cuanto antes, por encima de todo y de todos, caiga quien caiga;



porque es inadmisible que un centenar de políticos, imputados en casos de corrupción, se presenten alegremente a estas elecciones, y parezca lo más normal del mundo;

porque estoy de ellos… ¡hasta los mismísimos! Y he decidido que, en esta “Mamocracia”, nadie más va a seguir forrándose a mi costa, al menos no con mi voto.

Por eso… ¡¡¡NO VOY A VOTAR!!!


17/5/11

NO VOY A VOTAR



No voy a votar porque no me da la gana. ¿Está claro? En eso estriba la libertad del individuo. Pero  tengo poderosas razones para no hacerlo y las voy a exponer:

No voy a votar...

porque esto no es una verdadera democracia; fue malparida y nació viciada por el régimen anterior, empezando por su injusto sistema electoral, hecho a modo y medida de los partidos mayoritarios;

porque en este sistema de representación proporcional por listas cerradas, al valorarse las circunscripciones, no se cumple la máxima de "un ciudadano, un voto", lo que genera una evidente desigualdad que, ni PP ni PSOE, desean solucionar;


porque me parece un despilfarro para la economía nacional el mantenimiento de dos cámaras: parlamento y senado. Con la primera ya tendríamos suficientes e incluso podría reducirse su número a un representante por provincia. Imaginen qué ahorro y cuántos chupópteros menos;

porque me he ido desencantando con los años (cosas de la edad) al ver que, cuando gobernó la derecha, los trabajadores perdimos, como era de esperar, pero cuando gobernó la izquierda, que suponíamos era la opción que nos beneficiaría y nos iba a permitir levantar cabeza… ¡nos quitaron hasta los calzoncillos!;


porque no quiero ser partícipe de esta pantomima, en la que una pila de políticos vagos y sinvergüenzas, sólo contribuyen a empobrecer el país, enriqueciéndose ellos, sus familiares y amigos;

porque es una inmoralidad que, con tal de "agarrar cacho", las distintas fuerzas políticas pacten entre sí, y con el voto de un ciudadano, termine gobernando la opción contraria a la que él votó. Y de los tránsfugas... es tal su descrédito que mejor ni hablar; 


porque me da lo mismo que gobierne la derecha, la izquierda, el centro o la madre que parió a Paneke, ya que, gobierne quien gobierne, son simples títeres en manos del capital. Bancos, multinacionales y grandes ricachones son los que cortan el bacalao. Nos echan la piel y las espinas y ellos se comen los lomos; no nos dejan ni la cabeza para hacer un caldo;


porque mientras sus hijos tienen el futuro asegurado y estudian en universidades de Gran Bretaña, Alemania o Estados Unidos, los nuestros pasan a engrosar las listas del paro, o como mucho, consiguen empleos basura, después de que los hayan exprimido bien con el invento ese de los contratos en prácticas;

porque se ha subvertido el orden de los valores esenciales para una correcta convivencia. Ahora sólo prima la imagen y el hacerse rico cuanto antes, por encima de todo y de todos, caiga quien caiga;


porque es inadmisible que un centenar de políticos, imputados en casos de corrupción, se presenten alegremente a estas elecciones, y parezca lo más normal del mundo;

porque estoy de ellos… ¡hasta los mismísimos! Y he decidido que, en esta “Mamocracia”, nadie más va a seguir forrándose a mi costa, al menos no con mi voto.

Por eso… ¡¡¡NO VOY A VOTAR!!!

 

16/5/11

DON ÉSTE Y DON AQUÉL (IV-BIS)

Bueno, pues se van a joder los censores mayores de la ínsula, de la metrópoli o del imperio (no lo tengo muy claro) porque, aunque no dispongo de copia de respaldo de los escritos que me han borrado del blog, si que tengo todavía algunas neuronas activas, capaces de estimular sus dendritas y tender axones entre ellas, para crear una buena sinapsis e intentar acceder a los oscuros rincones de la memoria. Así que... ¡allá voy!:

Don Éste y Don Aquél se hallaban sentados frente a frente, echando un vaso de vino en el bar de costumbre, cuando Don Ése apareció en la entrada.


- Ya está el pesado de Ése ahí...

Don Ése los saludó desde la puerta con un ligero movimiento de cabeza y se encaminó hacia ellos.

- ¡A las buenas horas! ¿Puedo sentarme?

- Inténtelo. Si no sufre de almorranas, supongo que sí.

Se sentó, e ipso facto, elevando el dedo índice de la mano izquierda, hizo el gesto de cortarlo por la mitad con la mano derecha, en una clara señal dirigida al camarero que, de inmediato, supo lo que el cliente deseaba. (Hay que ver cómo la política, de manera subrepticia, se ha colado en nuestro subconsciente)

- He venido a hablar con ustedes para ver si conseguían aclararme una duda.

- ¿No será existencial?

- No. Lo que ocurre es que no tengo clara la diferencia entre votar en blanco y no votar.

- Fácil: Si decide ir a votar, tendrá que levantarse, ducharse, vestirse, desayunar, cepillarse los dientes, coger el paraguas o el abrigo (dependiendo de si llueve o hace frío), encaminarse a su mesa electoral, ponerse a la cola, tomar un sobre, introducir una papeleta o no, dar las buenas horas a los integrantes de la mesa, identificarse mediante el DNI, esperar que busquen su nombre en una lista, introducir el sobre en una urna, aguardar a que le digan que ha votado, acordarse de recoger el DNI, despedirse y salir. Y si no va votar, puede quedarse tranquilamente en la cama y ahorrarse todo eso. Total, para lo que sirve.


- Pero... ¿es que nunca vas a hablar en serio?

- No he hablado más en serio en toda mi vida. Si hasta se me ha puesto cara de mala leche. Y diciendo esto se levantó y, dándoles la espalda, se dirigió a los servicios.

- Vamos a ver. Yo voy a intentar explicárselo desde la óptica de un ciudadano coherente, no desde la de un "revolucionario descerebrado" como Aquél: No ir a votar viene a decir que no cree usted en el sistema electoral ni, por extensión, en la democracia; negándose a si mismo ejercer un derecho constitucional. Mientras que el voto en blanco significa que, aunque a usted no le haya convencido la propuesta de ningún candidato, acude a votar, demostrando así su creencia en el estado democrático. Ese voto en blanco formará parte del porcentaje total de votantes pero no irá a parar a partido alguno. De todas formas, yo le aconsejaría que, una vez que ha decidido acercarse a las urnas, se decantara por votar a gente de orden, enmarcada en un partido del que me honro en...

- Pero.. ¡coño! encima intentas hacer proselitismo. ¿Por qué no le dices la verdad? Le interrumpió Don Aquél que había regresado sin que se dieran cuenta.

- ¡Es lo que hago!

- Tú sabes tan bien como yo que, a la hora del recuento, el voto en blanco, por el hecho de formar parte del total, beneficia al partido más votado.

- ¡Eso no es así!


- Pues si no se ponen de acuerdo, me voy a marchar igual que vine.