24/2/19

HARTO DE REPETIRLO

Ya en precampaña electoral, Vox busca el voto del descontento (y la abstención de la izquierda) en los barrios obreros de Sevilla


El partido de ultraderecha monta encuentros vecinales en los barrios 'rojos' de la capital andaluza, en los que muestra una cara amable, con la idea de meter la cuña, de cara a las generales y autonómicas, en las zonas que se le atascaron el pasado 2 de diciembre en las autonómicas

Reunión de Vox con vecinos del barrio en el centro cívico de Torreblanca (Sevilla), este martes.
Reunión de Vox con vecinos del barrio en el centro cívico de Torreblanca (Sevilla)

Torreblanca, Cerro-Amate, Macarena, Pino Montano. Son barrios obreros, de clase trabajadora de Sevilla, con severos problemas de desempleo, en los que jamás, en ninguna de las elecciones autonómicas, ha ganado la derecha. En todos ellos la izquierda (PSOE, Adelante Andalucía) obtuvo en los pasados comicios más del 50% de los sufragios y en algunos Vox se quedó muy cerca del PP. Por ejemplo, en el distrito Este-Alcosa-Torreblanca, la diferencia fue de menos de 1.000 votos entre ambos partidos. El PSOE obtuvo 13.739 votos, Adelante Andalucía, 10.521. Ciudadanos, 9.913, PP, 5.466 y Vox, 4.590.

Vista de Sevilla

Ahora, en la cercanía de las generales y de las municipales, ahí, a los lugares en los que, según se desprende del CIS postelectoral de Andalucía, a Vox se le atascó el electorado, es adonde se ha ido el partido de ultraderecha. Al igual que ya hizo en su momento el Frente Nacional en Francia, busca Vox, mediante encuentros vecinales barrio a barrio, el voto del descontento y de la desesperanza obrera y también, si no logra convencer, al menos regar la abstención en la izquierda, la que les ha permitido, junto con PP y Ciudadanos, cambiar el Gobierno en Andalucía. En resumen, Vox persigue echar raíces, para preocupación de las fuerzas de izquierda y del PP, también, en los barrios de clase trabajadora.

La dirigente del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen

FUENTE: publico.es


Estoy harto de repetirlo, pero lo diré una vez más:

"No hay nada más tonto 
que un obrero de derechas"



Lo normal es que de derechas suelan ser los empresarios, los directivos de las grandes corporaciones, los terratenientes, la aristocracia, la propia Iglesia... pero ¡por favor! los trabajadores no, que acabaríais defendiendo los intereses de quienes os explotan.

Solo faltaría volver con aquella cantinela de: 

"Como usted diga, señorito"
 

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