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10/6/17

TERROR YIHADISTA

El Gladio con turbante y chilaba


Es vox populi, aunque los medios lo ocultan. El terrorismo yihadista, como el propio Daesh o Estado Islámico, son una creación de los servicios secretos de la Troika del Terror, la CIA, el MI6 y la OTAN(1), infiltrados, coordinados y dirigidos por el MOSSAD. Al Daesh lo entrenan y dirigen militares occidentales e israelíes y es financiado por diversos estados dictatoriales del planeta Tierra, como Arabia Saudita. EEUU, que interviene en países teóricamente "para salvar la democracia y los derechos humanos", protege a dictaduras fundamentalistas islámicas como la de Arabia Saudita que corta las manos a los ladrones, cuelga a los homosexuales y lapida a las adúlteras. El presidente Trump acaba de entregar al rey Saud 110.000 millones de USD en sofisticado armamento para que lo use a su antojo. Interviniendo en Yemen o en Siria, por ejemplo.

De modo que, siendo consecuentes, debemos pensar que todos los atentados que se atribuyen al terrorismo yihadista en Occidente son cometidos por las cloacas de la CIA, el MI6 y la OTAN. Por eso resultan imparables. Porque el enemigo está dentro, porque los crímenes los cometen quienes se supone que luchan contra el terrorismo yihadista. Generalmente utilizan la técnica denunciada por el oficial de la CIA de simultanear cada atentado auténtico con maniobras conjuntas con el mismo supuesto(2).


 North Atlantic Treaty Organization (en español: Organización del Tratado del Atlántico Norte)

¿Y de dónde salen los culpables que aparecen en los medios, esos terroristas suicidas que se inmolan en Londres o París? Pues siguen un patrón que va desgranándose poco a poco en los medios: cabezas de turco que eran conocidos y "seguidos de cerca" por los servicios policiales de cada país. Todos ellos  delincuentes nacidos ya en el país, de familias musulmanas; generalmente relacionados con el trapicheo de drogas o los pequeños hurtos, que son detenidos por la policía. Gente occidentalizada, pero sin oportunidades de verdadera integración laboral y social. Los más vulnerables de esos delincuentes, detenidos varias veces, son escogidos por los servicios antiterroristas y se les hace una oferta irrechazable: o se prestan a ser informadores de inteligencia o van a la cárcel. Muchos aceptan. Creen que han tenido mucha suerte ese día. Y acceden a lo que se le pide: acudir a las mezquitas y relacionarse con los extremistas ideológicos musulmanes. Como no obtienen ningún resultado, aceptan que se les hagan páginas de Facebook donde expresan ideas fundamentalistas "para así atraer a los verdaderos terroristas". Se les pagan viajes a Siria o Libia para que "vayan de pesca" o a ver a sus familias.

Un buen día, estalla una bomba situada en una papelera  a la salida del concierto de una estrella del pop y mueren docenas de personas, entre ellas niñas de corta edad. En otro lugar no muy lejano se asesina al cabeza de turco cuando acudía a una entrevista con su "oficial de inteligencia". La policía acordona el lugar. Y poco después el mundo lobotomizado por los media conoce la noticia de que un peligroso terrorista se ha inmolado, que su cuerpo destruido ha aparecido a docenas de metros de la explosión. Llevarlo al lugar del atentado es muy sencillo, llega en una de las ambulancias de ayuda a los heridos. Pero es que ni hace falta llevarlo. Simplemente se descubre entre los restos en la morgue.

Nudo cabeza de turco

Minutos después de hallar el cadáver, la policía tiene "pruebas" del activismo del difunto (casualmente, ha quedado intacto su carné de identidad), las mismas que han sido prefabricadas por la Troika del Terror. Aparecen vídeos del "terrorista" sacando la basura en su casa. 

Se descubre que el explosivo utilizado era técnicamente muy sofisticado. Y se preguntan todos cómo puede haberlo conseguido. Rápidamente se detiene a una docena de personas "que pueden formar parte de la célula de apoyo". Algunos son muertos a tiros mientras "se resistían". Si la familia del cabeza de turco vive en Libia, se les detiene en ese país y se les lleva a Londres para que no cuenten que su hijo era "agente secreto". Los medios dedican miles de horas a repetir la noticia, lo que asusta a la gente aún más (casi todos somos padres). Y el caso está cerrado.

El supuesto terrorista Salman Abedi sacando la basura

Si lo anterior no es la verdad exacta, reconozcamos que es perfectamente sencillo. Mucho más que convertir a un putero drogadicto nacido en Occidente en un fundamentalista capaz de inmolarse. ¿Dónde falla estrepitosamente el cuento de los medios? En que nadie que pueda conseguir un sofisticado explosivo militar, sea incapaz de utilizar un mando a distancia para detonar el explosivo colocado en una papelera. Vamos, que no hace falta inmolarse para ser un asesino miserable. De hecho, los verdaderos culpables siguen vivos, cobran todos los meses y preparan el siguiente atentado.

Si leéis inglés, la Red está plagada de evidencias y denuncias fundamentadas de todos y cada uno de los atentados terroristas sobre suelo occidental. Porque la verdad es que no hay ni uno solo que no sea un atentado de falsa bandera. Ni uno. De modo que lo único que hay que preguntarse es ¿por qué trata de aterrorizarnos la Troika? Dejaremos la respuesta para una siguiente entrega. Aunque la conocéis todos los lectores asiduos de esta publicación, os anticipamos una explicativa fábula-metáfora:


Sembradores de miedo

"Érase un rebaño que vivía muy asustado. Porque con frecuencia desaparecían algunos de sus miembros, generalmente los más jóvenes, de la noche a la mañana. El pastor solía reunirlos entonces y les decía que iba a atrapar a los culpables, que aprovechaban la oscuridad de la noche y se los llevaban, seguramente ayudados por los propios borregos más jóvenes en su afán de escapar y vivir aventuras. El pastor añadía que, para protegerlos del terror, necesitaba aumentar el número de perros y vigilarlos. Incluso morderles preventivamente para evitar que los miembros díscolos del rebaño se alejaran. Los perros del pastor asentían riendo entre dientes.

Y los propietarios del rebaño seguían haciéndose ricos con su negocio de carne de lechal, mientras se limpiaban las boceras, tras degustar a los más tiernos. Y los borregos del rebaño se jiñaban cada vez más, claro, porque sentían que el pastor no era trigo limpio: le olía la ropa a carne de cordero chamuscada. Y el borrego medio se sentía culpable, porque era borrego cristiano."


Ácratas

(1) Tierry Meissan, voltairenet.org


(2) David Steele, con 20 años de experiencia en la inteligencia militar del Cuerpo de Marines y ex oficial de la CIA, ya dijo que: La mayoría de atentados terroristas en el mundo o son de falsa bandera, o bien son ejecutados por los propios servicios de inteligencia. En los Estados Unidos, cada incidente terrorista que ha habido ha sido de falsa bandera o bien ha sido perpetrado por un informante controlado por el FBI. De hecho, los ciudadanos norteamericanos están impulsando órdenes de restricción contra informantes del FBI que están tratando de incitar al terrorismo. 

FUENTE: http://www.acrtas.net



¿Será posible que los dirigentes mundiales sean tan HP de sacrificar a su propia gente con tal de salirse con la suya?

21/7/15

EUROPA ESTÁ (ESTABA) ROTA


Sí, Europa está rota. Pero no nos engañemos, ni permitamos que nos engañen. La fractura del denominado proyecto europeo (siempre con la ceremonia de la confusión de los términos tramposos y equívocos que nos cuelan en los medios de comunicación, como si formaran parte del sentido común) no es el resultado de la “batalla de Grecia”, ni, por supuesto, atribuible a los “desvaríos e intransigencias” de Syriza.

Hay que mirar por el espejo retrovisor para encontrar las causas de esta fractura. Con esa mirada de largo recorrido, vemos que las desigualdades productivas y comerciales –configurando un Norte y un Sur dentro del espacio comunitario- no han dejado de intensificarse desde el triunfo del neoliberalismo, allá por la década de los ochenta del pasado siglo, y muy especialmente desde la implantación de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

También encontramos que las instituciones comunitarias han sido crecientemente contaminadas y capturadas por las grandes corporaciones y la industria financiera, inclinando las políticas y los recursos europeos hacia los mercados. De esta forma, la agenda de la Unión Europea (UE) ha estado dictada, cada vez más, por los grupos de presión y las manos “visibles” de los mercados, y por la trama de intereses que los gobiernan.
 

El crack financiero y la Gran Recesión agravaron y llevaron hasta niveles desconocidos las fracturas productivas, sociales y territoriales, que ya eran perfectamente reconocibles en la UE y que estuvieron en el origen de la crisis económica.

Se ha querido explicar esta deriva por el cataclismo provocado por la crisis. Diagnóstico tramposo -y, en el mejor de los casos, insuficiente- que pretende descargar de responsabilidad las políticas exigidas desde la Troika (las mismas que de nuevo se obliga a aplicar a Grecia). Nada más lejos de la realidad. Las erróneamente denominadas políticas de austeridad y reformas estructurales han sido las responsables de esta deriva: no han conseguido los objetivos que, en teoría, las justificaban (o se ha pagado un precio demasiado alto por los magros resultados cosechados) y han exacerbado los problemas estructurales que constituían el mar de fondo de la crisis, las desigualdades y asimetrías a las que acabo de referirme.

Como es sobradamente conocido, las consecuencias de este planteamiento han sido especialmente adversas para las economías meridionales, pero también para la mayor parte de los trabajadores y para los grupos sociales vulnerables, del norte y del sur. Estas mismas políticas que han empobrecido a la mayoría social, han sido una oportunidad para las oligarquías, que han reforzado sus privilegios y su poder. Gran negocio, que, claro, tienen intención de mantener y defender con uñas y dientes. 


¡Qué nadie pretenda cambiar las reglas del juego! Esa ha sido la osadía del gobierno griego liderado por Syriza. Gobierno que, desde el primer momento, proclamó su voluntad de mantenerse en la zona euro, pero también su determinación de cambiar el rumbo de la política económica que había arrojado a la economía y a la sociedad griegas a un verdadero pozo sin fondo, Y también exigió -¡horror, cuanto atrevimiento!- renegociar la enorme deuda pública, inmanejable e impagable, provocada por las políticas impuestas por la Troika. 

Con esta perspectiva, conviene realizar una precisión sobre el término “negociadores europeos” (a los que siempre hay que añadir a los representantes del Fondo Monetario Internacional). Sabemos sus nombres –de los más conocidos, no de la pléyade de altos funcionarios y tecnócratas que los asesoran-, pero ignoramos o sabemos muy poco sobre los intereses que representan; esto es, las grandes fortunas, los gestores de fondos y las corporaciones, las plataformas mediáticas, los grupos de presión y los “think-tanks”, a los que están vinculados, de los que, con toda seguridad, reciben lucrativas retribuciones, en dinero y en especie, por los servicios prestados en la defensa del estatus quo.

El capitalismo que emerge de la crisis y las relaciones de poder que lo cimentan se nutren de la defensa sin concesiones de la austeridad y del pago de la deuda, de la financiación sometida a estricta condicionalidad fiscal, de la preservación y del estímulo de la industria financiera, del impulso de las privatizaciones y desregulación de las relaciones laborales. Estas han sido las bases que han permitido consolidar, en estos años de decrecimiento o de débil crecimiento, mecanismos de extracción de renta y riqueza desde las clases trabajadoras hacia las oligarquías.


Rotos la mayor parte de los diques de contención social y política, se está produciendo un histórico desmantelamiento de los Estados de Bienestar -que, supuestamente, eran la principal seña de identidad de las “economías sociales de mercado” comunitarias-, un cuestionamiento profundo del papel de los estados como piedras angulares de un consenso social integrador y el debilitamiento o desaparición de los puentes institucionales que en el pasado, antes del estallido del crack financiero, hicieron posible una cierta redistribución de la renta. Añádase a lo anterior la devaluación de las instituciones de representación formal y de los partidos  como espacios de representación social, la contaminación y ocupación de la política por parte de los grupos económicos y la degradación del estatus socioeconómico de una parte de las clases medias.

Así pues, estamos siendo testigos de una profunda reestructuración de los capitalismos europeos (mejor que la confusa expresión “refundación europea”), a la medida de los intereses y estrategias de los grupos económica y socialmente privilegiados y de los países con mayor potencial competitivo, que supone el reforzamiento del perfil oligárquico del proyecto comunitario. Y la unión monetaria no sólo está siendo el escenario, sino que, por acción o por omisión, está facilitando este cambio sistémico.

Tengo dudas sobre la posibilidad de avanzar en la dirección de una arquitectura institucional de estas características –las tenía antes de la crisis griega y ahora se han reforzado-, pues no se trata de retocar o completar la gobernanza actual, sino de cambiar en aspectos sustanciales las reglas del juego, reglas que han enriquecido a unos pocos y han empobrecido a muchos.
 

En el trascurso de las negociaciones han aparecido posiciones diversas en la Europa comunitaria, pero en lo fundamental tirios y troyanos se han alineado alrededor de la “línea dura”, las posiciones más intransigentes alentadas desde Alemania, que no sólo quiere preservar su privilegiada posición en la nueva Europa, sino el conjunto del estatus quo, del que se ha beneficiado más que nadie. Hay que insistir, en este sentido, que las empresas y los bancos alemanes han sido los ganadores indiscutibles del proceso de integración europeo y de la economía basada en la deuda, y que Alemania ha trasladado buena parte de los costes de la crisis a las economías periféricas, de cuya reestructuración ha sacado asimismo grandes beneficios.

El resto de países han aceptado su papel subalterno en el nuevo orden europeo; esto vale también para Francia. Y qué decir de la socialdemocracia europea, cuyo sometimiento a las posiciones más intransigentes e ideológicas de la derecha europea ha puesto de manifiesto, por si quedaba alguna duda, que no tiene otro proyecto político que el del poder establecido. Y de la vergonzosa –y falsamente equidistante- posición de nuestro partido socialista pidiendo a las “partes” concordia y diálogo, y felicitándose de que Grecia permanezca en el euro.

La convocatoria del referéndum en el país heleno ha puesto la guinda a este sombrío panorama europeo. En un acto de injerencia propio de un régimen colonial y autoritario –que, desgraciadamente, ya tiene precedentes en la misma Grecia- se han sucedido declaraciones de responsables políticos europeos (y también del mundo de los negocios, ¡ay, que armoniosa relación hay entre unos y otros!) negando legitimidad al gobierno griego para convocarlo.
 

Cuando estaba claro que, a pesar de todas las presiones, el referéndum se iba a realizar, la civilizada y democrática Europa ha acudido impúdicamente al voto del miedo, anunciando que secundar la propuesta del gobierno significaba salir de la zona euro, incluso de la UE. Es digno de mención que, en este contexto de tensión e incertidumbre, la estrategia del BCE ha sido sumarse a la operación de acoso y derribo contra el gobierno de Syryza  –porque, en efecto, eso ha sido, una operación de acoso y derribo, más que una negociación-, cercenando y encareciendo las vías de financiación de la muy frágil banca griega. Estrategia del miedo y cierre del grifo del crédito al sistema financiero bancario que han obligado a introducir el control de capitales (el célebre corralito).

Se dirimían en el conflicto griego, ya lo he dicho antes, cuestiones fundamentales que tienen que ver con las políticas impuestas desde la troika y con los intereses que constituyen el motor y la razón de ser de las mismas. Al mismo tiempo, los poderosos han querido dar una lección –aplicando el viejo refrán “la letra con sangre entra”- a todos aquellos partidos y movimientos sociales que se atrevan en el inmediato futuro –Podemos en España- a transitar el camino de Syriza, que se atrevan a aplicar políticas para la gente y no para una minoría de privilegiados. Demostrar que ese camino de libertad e irreverencia está cerrado para los pueblos.

Grecia ha puesto a prueba la nueva Europa y el resultado ha sido a un tiempo esclarecedor y decepcionante. El triunfo de Syriza en las elecciones y en el referéndum representaba una oportunidad para la UE, la oportunidad de construir una Europa solidaria, cooperativa y democrática, la posibilidad de restañar las fracturas provocadas por una política errónea e interesada que ha empobrecido a la gente y enriquecido a las elites. Y Europa ha tirado por la borda esa oportunidad


La Europa que sale de la crisis griega es más oligárquica, autoritaria e insolidaria.


FUENTE: publico.es 
Otra economía
Fernando Luengo
19/07/2015

20/7/15

LA GRAN ESTAFA

Los 80.000 millones que necesita Grecia están en Suiza… y son griegos


Entre las muchas canalladas que la Troika y el Consejo Europeo han cometido contra Grecia, quizá la más cínica ha sido la de ocultar que todo el dinero que ahora necesitan los griegos está en paraísos fiscales y ha sido evadido del país por los magnates a los que tanto apoyan Merkel y Rajoy. En concreto, sólo lo que esos potentados esconden en cuentas de Suiza asciende a unos 80.000 millones de euros –precisamente la cantidad que ahora se negocia para un tercer rescate griego–, según los expertos consultados por el programa Rundschau (Panorama) de la radio-televisión suiza (SRF).

Mejor dicho, los fondos griegos ocultos en Suiza pueden incluso duplicar o casi triplicar esa cifra, ya que las estimaciones citadas por el diario Neue Zürcher Zeitung am Sonntag de Zurich sobre la suma del dinero negro de Grecia en ese paraíso fiscal oscilan ¡entre 2.000 y 200.000 millones de euros! Una astronómica horquilla que muestra cómo el secretismo del Gobierno suizo ha permitido el saqueo de los fondos públicos de Atenas que ha arruinado el país (por supuesto, su quiebra no se ha debido al despilfarro en pensiones y jubilaciones anticipadas, como nos quieren hacer creer nuestros gobernantes). Ya que esas fabulosas fortunas no pagan un céntimo de esos impuestos que la UE no hace más que exigir que se les suban a la empobrecida población griega.


Es imposible calcular cuánto dinero ha sido sustraído a las arcas públicas griegas en la masiva fuga de capitales que se desencadenó a partir de 2010, cuando se reconoció que el Gobierno socialista de Kostas Simitis había ocultado su colosal deuda en 2001, con la asesoría de Goldman Sachs, para poder entrar en el euro. Esa hemorragia económica se ha producido en un paciente ya desangrado por una evasión fiscal desbocada: en 2009, un informe del Helvea Bank estimaba que el 99% de los más de 23.000 millones de euros depositados por millonarios griegos en cuentas suizas nunca fueron declarados al Fisco. Y eso sólo en depósitos bancarios, sin contar las otras múltiples formas de inversión en Suiza: acciones, bonos, inmuebles, fundaciones, trusts, fondos…

Ahora bien, no es que las autoridades europeas no conocieran tamaño pillaje de la riqueza de Grecia. Más bien, todo lo contrario: en 2010, Christine Lagarde (entonces ministra de Finanzas de Francia y hoy directora del FMI) entregó a su colega en el Gobierno de Atenas, Giorgios Papaconstantinou, los 2.059 nombres griegos de la célebre Lista Falciani (la que filtró ese informático del HSBC con las identidades de decenas de miles de defraudadores europeos con cuentas secretas en la oficina en Zúrich de ese banco internacional). En el listado griego figuran un ex ministro de Cultura, varios altos cargos del Ministerio de Finanzas y numerosos dirigentes de la patronal, entre muchos otros grandes empresarios y destacados políticos.


Pero el Gobierno de Atenas no sólo escondió esa lista y permaneció de brazos cruzados –a pesar de que mostraba que una sola familia, la Papandreu, ocultaba en esa sucursal 500 millones de euros–, sino que dos años después, cuando la revista Hot Doc publicó esos nombres, la Fiscalía griega se apresuró a ordenar la detención del director de la publicación, el periodista de investigación Kostas Vaxevanis, ¡por violación de la privacidad de esos defraudadores! Más aún, el año pasado se descubrió que el ministro Papaconstantinou había borrado del listado original los nombres de su prima Eleni y su marido, y del esposo de su hermana, Marina, que tenían cuentas millonarias en esa oficina del HSBC.

“Lo más interesante es por qué Grecia, entre todos los países que recibieron esa lista [Falciani], fue el único que no la empleó” para recobrar la fortuna defraudada, escribió el comentarista político Pavlos Tsimas en el dominical del diario griego Ta Nea. Y esa omisión no sólo la cometió el socialista Papaconstantinou (quien negoció el criticado primer rescate de Grecia que sometió al país a un devastador austericidio), sino también su sucesor al frente de la cartera de Finanzas, Evangelos Venizelos, quien ha acabado como líder del PASOK, e igualmente el siguiente Gobierno conservador de Antonis Samarás, gran amigo y aliado de Rajoy, que aplicó a rajatabla las imposiciones de la Troika, arruinando el país. 

Lagarde, Draghi y Juncker (representantes de la Troika)

Pero no solo el bipartidismo griego (Nueva Democracia y PASOK) se ha dedicado a encubrir a los grandes defraudadores que arruinan las arcas públicas. Por ejemplo, los gobiernos laborista y conservador británicos hicieron caso omiso de las 7.000 cuentas del Reino Unido en la Lista Falciani: en ocho años, ¡sólo se procesó a uno de esos 7.000 evasores!, según la BBC, y se permitió que en ese tiempo esos potentados se llevasen a otros paraísos fiscales unos 100.000 millones de euros; una fortuna inmensa que evadieron a la Hacienda británica gracias a la inacción de gobernantes que al mismo tiempo multiplicaban la presión fiscal sobre los asalariados, a los que recortaban servicios y ayudas con el argumento de la falta de fondos públicos.

Aun así, Suiza no es más que uno de los 44 paraísos fiscales del planeta, en los que se estima (cálculos de Wall Street) que se ocultan unos 32 BILLONES de dólares (la suma del PIB de España de aquí hasta el año 2045), gigantesca acumulación de capital que, además, crece en un billón de dólares más cada año. Es de ese tremendo stock monetario, defraudado a las arcas públicas, de donde sale el dinero de “los mercados” con el que se endeudan los Estados y que hay que devolver religiosamente, con los sacrificios y penurias de los ciudadanos, según la doctrina cuasi-religiosa de la austeridad neoliberal.


¿Alguien se cree todavía que la deuda pública es legal, moral o legítima?

FUENTE: publico.es
El tablero global
Carlos Enrique Bayo
16/07/2015


De los 240.000 millones de euros que Grecia recibió  de la ‘Troika’ entre 2010 y 2012, menos del 10% llegó a manos de lo ciudadanos, ya que, el 90% restante no se destinó, como estaba previsto, a la protección de los pensionistas ni a las personas dependientes de ayudas sociales, sino que fue a parar a las arcas de bancos franceses y alemanes, como cancelación de los créditos concedidos.
 

9/7/15

GRECIA NO ES EL PROBLEMA

El problema lo tiene la UE, no Grecia


En toda negociación se expresan los intereses de las partes que intervienen. Desde que en enero se firmó un acuerdo para extender el programa de rescate griego, la Troika ha tutelado las reformas del país (2011, 2014) aplicando el proyecto político liquidacionista del sector público llamado “austeridad”. Mientras que la supuesta teoría de la austeridad expansiva promulgaba un crecimiento fruto al calor de las reformas, en Grecia hemos podido comprobar su eficacia en todo su terror: la caída del PIB más grande en tiempos de paz en Europa, un incremento de la pobreza desconocido desde los periodos de entreguerras en un país de la UE y una destrucción del aparato productivo asimilable al producido por un conflicto bélico. La “austeridad expansiva” defiende que los recortes hay que realizarlos durante periodos de recesión porque de esta manera se vuelven permanentes. Por eso este proyecto político liquidacionista ha encontrado en la recesión del 2007 el caldo de cultivo perfecto para instalarse y perpetuarse.


Es cierto que debido al pequeño tamaño de la economía griega, las políticas han sido especialmente duras, pero en otros países de la eurozona también se han llevado a cabo paquetes de este tipo. Curiosamente los mayores recortes se han producido en los países periféricos del sur, con especial importancia de España, donde se han abrazo las políticas de austeridad de manera entusiasta lo que ha producido una destrucción industrial del 25% -una cifra común a todos los países de la periferia sur. Esta destrucción económica de las economías del sur de Europa ha llevado a la eurozona a ser una de las regiones económica con peores perspectivas de crecimiento del mundo, según datos del FMI, por debajo por supuesto de EEUU, Japón, o la OCDE, pero también por debajo de países en desarrollo y países emergentes. La eurozona tiene un problema.

PIGS (Portugal, Italy, Greece, Spain)

En este panorama se ha producido la negociación entre Grecia y la Troika. Por un lado el país heleno ha presentado medidas serenas y responsables, cediendo en la negociación y con una última propuesta que incluso rebasaba algunas de sus líneas rojas. La Troika ha rechazado subir impuestos a las empresas con mayores beneficios, o a los tramos más altos de renta, y ha pedido recortar pensiones (incluidas las más bajas), subir IVA (con la consiguiente merma en la competitividad del turismo, y en el incremento de la desigualdad), y hacer recaer la carga sobre todas las empresas, sin importar tamaño o ingresos. Grecia ofrecía incluir medidas administrativas (como la lucha contra el fraude fiscal y  la corrupción) para incrementar su superávit presupuestario, pero la Troika se ha negado incluir cualquier medida de este tipo en el cálculo del mismo. Por último, la Troika se negó a que Grecia incluyera, en colaboración con la OIT (Organización Internacional del Trabajo, una agencia de la ONU) un sistema de negociación colectiva y con la OCDE, una reforma profunda de los mercados de productos. Grecia ofrecía un plan de salida, la Troika un plan de asfixia.


La Troika ofrece más austeridad liquidacionista, que es la que ha causado una depresión en Grecia e superior a la de la gran depresión en EEUU. No es casualidad porque en EEUU a partir del 1933 se aplicó el New Deal de Roosevelt, que aceleró la recuperación a partir del 1934, alcanzando el PIB de 1929 en 1936, tan solo 7 años más tarde. En Grecia todavía hoy -8 años más tarde- el PIB es casi un 25% inferior que en 2007. En Europa, el esquema del New Deal se emuló con un plan Marshall, acompañado de una reestructuración y quita de la deuda Alemana en 1953, que permitió generar la mayor era de crecimiento y prosperidad. No es en vano que Piketty identifique el periodo de 1945 a 1973 como un periodo de reducción en las desigualdades en esta parte del mundo. La presión del área comunista obligó al proyecto europeo a impregnarse de unas instituciones que se dieron en llamar el Estado de Bienestar, y que se construyeron por dos motivos: el crecimiento económico y la lucha organizada de los trabajadores europeos por un reparto más justo de esa renta.



El problema no lo tiene Grecia, lo tiene la eurozona en su conjunto, como muestran sus pésimas perspectivas económicas, incluso aunque algunas de sus regiones crezcan. La deuda de la eurozona es de casi 120%, y ni uno solo de los países de la zona euro tiene una deuda inferior a la que tenía en 2007, al contrario, la situación es netamente peor, más frágil. Y no por causa de Grecia, que apenas representa un 3% del total de la deuda de la eurozona, sino porque Italia, que representa un 22% del total tiene un 132 deuda/PIB, Francia que representa un 22% del total tiene un 95%, y España que representa un 12%, tiene un 100%. Cierto es que Grecia sin reestructuración, no tiene salida, y que los demás países pueden mantener los pagos al tener acceso al mercado de capitales. Sin embargo, esta situación solo se da en la medida en que el BCE ha anestesiado a los mercados a base de la liquidez de la expansión cuantitativa. La eurozona es extremadamente frágil ante cambios en los tipos de interés. Pero además, la sostenibilidad de la deuda no solo depende de los tipos de interés, sino de las tasas de crecimiento y del stock total de deuda. Pero si por un lado el plan liquidacionista de la austeridad no deja crecer, y por otro no realizan una reestructuración empezando por Grecia, el futuro se prevé muy oscuro para la eurozona. Esta reestructuración de la deuda griega además, ha sido admitida por el FMI en un informe reciente, lo cual se añade a las numerosas figuras económicas, premios nóbel de economía, asociaciones de economistas o incluso países enteros.


El euro no está en manos de Grecia, ni es este país quién lo pone en peligro. Grecia está en manos del BCE, ya que en estos momentos es la única fuente de liquidez a la que acceden los bancos griegos a través del European Liquidity Assistance (ELA), un mecanismo de emergencia. Concretamente, el BCE reaccionó en contra del gobierno heleno cuando éste decidió negociar las condiciones del rescate heredado. El BCE dejó de admitir entonces como colateral a los bancos griegos bonos de deuda griega, lo que dejó a los bancos en manos del ELA. Hasta ahora el BCE ha ido incrementando ligeramente el techo de liquidez, pero ante el anuncio de referéndum, congeló dicho techo sumiendo al sistema financiero griego en un caos debido a la incertidumbre acerca de las condiciones futuras, generando un corralito. Esto no se corresponde con el funcionamiento normal de un banco central, una de cuyas principales funciones –que le permite llamarse como tal- es precisamente la provisión de liquidez al sistema. Utilizar el BCE para generar inestabilidad económica con fines políticos, pone en peligro a la eurozona en su conjunto. Todo dependerá de qué se defienda en el consejo del BCE. 


Despojado de su carácter social distintivo, el que le había convertido una isla en un mar neoliberal, el proceso de integración europeo solo ofrece en estos momentos empobrecimiento para los pueblos del sur. Syriza está desafiando esta naturaleza del proceso de integración europeo, la austeridad liquidacionista, por eso se han puesto en marcha todos los mecanismos del proceso de integración europeo para asfixiar políticamente una salida económicamente viable. La propuesta de Syriza no es una salida para Grecia, es una salida viable para la eurozona asimilable a la propuesta que generó el mayor periodo de prosperidad en Europa en 1945. Una reestructuración con una quita del 50% en la eurozona -en línea con la del plan P.A.D.R.E propuesta por Paris y Wyplosz- liberaría alrededor de 4 veces el plan Marshall lo que permitiría establecer, un plan social de choque, un fuerte plan redistributivo y un plan de inversión que genere las bases de la transición ecoenergética y que abra un nuevo modelo económico y social para la UE. El proceso de integración europeo solo tiene una salida: Grecia, Syriza y la destrucción del modelo liquidacionista de la austeridad.


FUENTE: publico.es
EconoNuestra. 
Iván H. Ayala
06 jul 2015
Llevo tiempo preguntándome el porqué del empecinamiento del FMI y de la propia UE en ahogar, sí o sí, a los griegos; cuando la deuda griega es una "miseria" comparada con el monto total del capital que gestionan (que tampoco sé muy bien de dónde salió). 
¿Tanta necesidad tienen del dinero que Grecia les debe, o se están "quedando" con nosotros al armar tal zapatiesta?

¿Recuerdan aquello del "Mercado Común"? Pues en eso quedó la hermosa idea de reunificar Europa, en un simple mercadeo, donde lo único que le interesa a los ricos, es hacer crecer el dinero a costa de rapiñárselo a los pobres.


4/7/15

GRECIA Y LAS MENTIRAS DE LA UNIÓN EUROPEA



La UE es mentira.

La solidaridad entre los pueblos de la Unión es mentira.

El euro fue una engañifa.

Que nuestras vidas iban a mejorar juntos era un bulo.

Nos han estado contando cuentos chinos durante treinta años.

Nos han engañado, nos han estafado, nos han robado…

Nos dejaban sin industrias y nos callábamos. O casi.

Nos obligaban a producir menos leche y tragábamos.

Nos ninguneaban en los planes de investigación y desarrollo, y nosotros chitón.

Nos subvencionaban la renuncia a según qué cultivos y nosotros, contentos con las migajas.

Empresas rentables cerraban para ser trasladadas a países emergentes. Éramos caros, decían.

Pero los hoteles y el ladrillo nos iban a sacar de pobres y acabaríamos atando los perros con longaniza.

¡Malditos vendemantas!


José Luis Rdguez. Zapatero, José Mª Aznar López y Felipe González Márquez

Fuimos unos pardillos en manos de gobiernos sumisos, de gobernantes como González, Aznar o Zapatero, encantados de codearse en Bruselas con los poderosos y sin demasiado interés en poner peros a las órdenes que allí recibían.

Tenemos que remar en la misma dirección, decían, que las frases hechas nunca pueden faltar. Pero este tópico encerraba una traducción brutal. En castellano, portugués, italiano o griego, lo que querían decir los prebostes comunitarios era: nosotros los del norte, alemanes, franceses y demás os subvencionamos con Fondos Europeos, nuestros bancos os prestan dinero barato para que os compréis la casita de vuestros sueños, os vendemos las mercancías que no os dejamos producir y cuando os tengamos hipotecados hasta la mayoría de edad de vuestros nietos, entonces… os vais a enterar de lo que vale un peine.


Los ciudadanos de los países del sur llevamos mucho tiempo enterándonos. Sufriendo en nuestras carnes la desconsideración de tipos como Rajoy o de Guindos, plegados incondicionalmente -porque ellos sí que son un gobierno serio- a los mandamases de Bruselas. Los han malacostumbrado tanto, que los gerifaltes de la troika han sido incapaces de entender que de pronto aparezca alguien y, como ha hecho el gobierno griego, pegue un puñetazo encima de la mesa, les plante cara y diga hasta aquí hemos llegado.

Plantar cara dentro de un orden, porque la última oferta que Grecia presentó al Eurogrupo implicaba enormes concesiones. Pero ni así. El FMI quiere sangre. No quiere que los griegos paguen sus deudas subiéndole los impuestos a los ricos, por ejemplo, que sería lo lógico. Quieren que se suba el IVA de los alimentos básicos y bajen las pensiones.


Quieren, en resumen, reventar a los más débiles, que se continúe con las medidas que han llevado al país al desastre. Sin explicar nunca por qué la deuda es la que es, quién pidió prestado tanto dinero y en nombre de quién, quién lo prestó y cuál fue su papel, por qué las deudas privadas se convirtieron en públicas, quién se benefició…

Nunca agradeceremos suficiente a Tsipras y a Varoufakis que hayan apostado por plantar cara. A pesar de que Rajoy, el jefe del “gobierno más serio jamás conocido”, se dedique a ponerlos de vuelta y media. Todo era mentira. Todo es mentira. Nunca hubo una Europa de la solidaridad, nunca hubo ganas de igualdad, nunca existió verdadera intención de proporcionar a todos los ciudadanos europeos la misma calidad de vida, los mismos derechos, las mismas oportunidades…

Yanis Varoufakis y Alexis Tsipras

No piensan perdonar la decencia, la honestidad y la coherencia del gobierno griego, y a lo mejor nos toca a algún que otro país del sur pagar también las consecuencias del cabreo de los prepotentes. Pero ya lo estamos pagando con tanto recorte, tanta política de austeridad y tanta milonga. El gobierno griego ha dicho basta porque ya no le quedaba nada que perder ¿Y a nosotros, nos queda mucho?

Igual hay algo positivo en que los "supercicutas" de Bruselas hayan decidido por fin quitarse las máscaras y amenazar sin disimulos a los gobernantes griegos por el mero hecho -democrático, no lo olvidemos- de “osar” convocar un referéndum para preguntar a sus conciudadanos si aceptan o no las imposiciones de la troika: igual así expresiones como “bien común”, “solidaridad”, “proyecto compartido”, “justicia”, “lucha contra la pobreza” y demás conceptos similares no salen ya nunca más de sus sucias bocas. ¿O sí?


FUENTE: publico.es
Las carga el diablo
Juan Tortosa
30/06/2015

3/7/15

POR QUÉ LOS GRIEGOS DEBERÍAN VOTAR NO

Por qué los griegos deberían votar NO en el referéndum del 5 de julio.


El próximo domingo 5 de julio se le preguntará al pueblo griego si aprueba las medidas impuestas por la Troika o si las rechaza. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ya ha comenzado a hacer campaña por el NO. En cambio, las instituciones europeas abogan por el SÍ. Para poder entender en qué se basan ambas posturas es imprescindible tener en cuenta lo siguiente:

1) Desde enero de 2015 el gobierno de Syriza y las instituciones de la Troika han celebrado sistemáticamente numerosas reuniones para negociar las medidas de política económica que debe aplicar Grecia para poder seguir recibiendo asistencia financiera.

2) Las dos posturas son totalmente opuestas: mientras la filosofía de la Troika consiste en creer que la austeridad es necesaria para salir de la crisis y poder devolver la deuda, el gobierno de Syriza cree que la austeridad sólo empeora las cosas y que, aunque hay que hacer muchos ajustes en la economía griega, hay alternativas para lograr el crecimiento económico sin ninguna necesidad de empobrecer todavía más a la población.


3) El gobierno griego siempre ha dejado claro que para aprobar cualquier acuerdo, éste ha de venir necesariamente acompañado de a) un programa de reestructuración de la deuda pública griega (que es absolutamente impagable y que lastra la economía) y b) un programa de inversión pública centrado fundamentalmente en las nuevas tecnologías y en las infraestructuras que acabe relanzando la actividad económica.

4) Sabedor de que en cualquier negociación hay que hacer concesiones, el equipo de Syriza ha cedido en muchísimos puntos a pesar de contradecir su su programa electoral. Algunos ejemplos son: relajación de las condiciones en la negociación colectiva, continuación de las privatizaciones programadas por el anterior gobierno, y limitación de prejubilaciones. En cambio, las concesiones por parte de la Troika han sido nimias y siempre referidas a matices que no alteran la esencia de las medidas de austeridad.

5) Sin embargo, donde el gobierno heleno no ha querido ceder ha sido en: el aumento del IVA y el recorte en pensiones públicas. Ha sido precisamente el desacuerdo en estos puntos lo que han provocado la ruptura de las negociaciones y el consecuente referéndum.


¿Cuáles son los argumentos de Syriza para no aceptar aumentos de IVA y recortes de pensiones públicas? Los siguientes:

1) Desde 2010 hasta la actualidad, el IVA griego ha sido elevado tres veces (en marzo y julio de 2010 y en enero de 2011), casi un 22% el tipo general (desde un 19% a un 23%) y un 44% los tipos reducidos (desde un 4,5% a un 6%, y desde un 9% a un 13%). Por su parte, las pensiones han sido recortadas casi en un 48% atendiendo a los sucesivos cambios y reformas, lo que ha impactado enormemente y de forma negativa en la capacidad adquisitiva de la población (el gasto en consumo ha caído un 33% desde 2010).

2) La evidencia empírica ha demostrado que cada vez que se ha elevado el IVA, la recaudación ha caído y la economía sumergida ha aumentado. Desde 2010, la recaudación ha disminuido un 36%. Buena parte de esta disminución se debe a la recesión (el PIB de Grecia ha caído un 27%), pero otra parte importante es causada por la evasión fiscal: la propia Comisión Europea estima que se pierden unos 6.000 millones de euros cada año por culpa de la evasión fiscal.

3) En consecuencia, si se recauda poco no es porque el tipo impositivo sea bajo, sino por el efecto conjunto de una economía esté enferma y de que los contribuyentes evadan el pago a Hacienda. Por eso el plan de Syriza es estimular la actividad económica y combatir el fraude fiscal que cometen los más acaudalados, pero jamás elevar por cuarta vez el IVA.


No hace falta ser economista para saber que lo que propone Syriza tiene todo el sentido del mundo, y que la propuesta de la Troika es disparatada, más aún cuando se trata de la misma medicina que se ha venido aplicando desde 2010 y que sólo ha servido para empeorar las cosas (el desempleo ha aumentado al 27%, la economía sumergida se ha disparado un 34%, la deuda pública ha sobrepasado el 180% del PIB…). Por lo tanto, sólo cabe preguntarse: ¿de verdad son así de extremadamente incompetentes los dirigentes de la Troika en materia de economía o es que su postura esconde intereses ocultos relacionados con el sometimiento de Grecia a las directrices europeas?

Sea como fuere, lo que no debemos perder de vista es que el equipo de Syriza sabe lo que hace. Sus filas están nutridas por importantes economistas internacionales, casi todos de la vertiente postkeynesiana, que creen que se puede salir de la crisis con medidas muy diferentes a las que nos tiene acostumbrados las instituciones europeas. Si se les dejase hacer, serían capaces de relanzar la actividad económica, de aliviar la pobreza del pueblo griego, de modernizar la ineficiente economía griega, e incluso de ir cumpliendo progresivamente con los compromisos de deuda. Pero está claro que la Troika no quiere que ninguna oveja se salga del rebaño, y mucho menos que lo haga de forma exitosa, puesto que ello significaría el mayor desafío que podría recibir la ideología que hoy día predomina en la Unión Europea: la que está pensada para y por las élites económicas.


FUENTE: publico.es
Otras miradas
Eduardo Garzón
30 jun 2015

1/7/15

VAROUFAKIS EXPULSADO DE LA REUNIÓN DEL EUROGRUPO

Varoufakis hace pública la reunión del Eurogrupo de la que fue expulsado

Cuenta que los ministros del resto de países reaccionaron con "un desdén cercano al desprecio" cuando les anunció el referéndum.

Varoufakis, en un momento de la reunión del Eurogrupo del pasado sábado 27. EFE
Varoufakis, en un momento de la reunión del Eurogrupo del pasado sábado 27. EFE

El ministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis, publicó el domingo una entrada en su blog en el que transcribe sus intervenciones en el Eurogrupo del pasado sábado 27 y narra cómo fueron las reacciones a las mismas del resto de participantes y el modo en que fue expulsado cuando se anunció un segundo encuentro al que esta vez no fue invitado. La cita del sábado supuso la ruptura de las negociaciones entre Grecia y los acreedores, ya que los griegos rechazaron los términos del acuerdo que le habían propuesto el día 25, y pidieron "unas pocas semanas" de prórroga del rescate para poder celebrar un referéndum sobre los mismos. Por su parte, los socios respondieron con una negativa a prolongar la ayuda y dieron por zanjadas las conversaciones.

Varoufakis comienza contando que "la mera idea de que un Gobierno consulte a su pueblo" fue tratada con "incomprensión, y a menudo con un desdén cercano al desprecio". "¿Cómo esperas que la gente común entienda de estos complejos asuntos?", le espetaron sus socios. "Ciertamente, ¡La democracia no tuvo un buen día en la reunión del Eurogrupo", escribe en su blog en alusión a la actitud de sus socios.


El ministro griego pidió comprensión a sus socios recordándoles los amagos de rebeldía dentro de su propio partido.

"¿Pueden coexistir la democracia y la unión monetaria? ¿O una de las dos debe claudicar?", se pregunta el ministro, que asegura que el Eurogrupo ya ha contestado con su manera de actuar.

A continuación hace una transcripción de su intervención en la reunión, en la que explicaba al resto de asistencias las razones que le llevaban a rechazar sus propuestas, que califica como "una combinación de "austeridad e injusticia social que se impondría sobre una población que está ya devastada... por la austeridad y la injusticia social".

 Los griegos se rebelan contra las medidas de la Troika

Argumenta que ni siquiera en el caso de aceptar las "dolorosas medidas" dispondrían de "un periodo de tranquilidad", ya que se le volverían a "imponer" acuerdos similares a un país que "lleva ya 21 trimestres consecutivos de recesión". "No hay ni la más mínima esperanza de que tras esta extensión Grecia pueda mantenerse en pie por sí misma", concluye.

Pide comprensión a los acreedores porque incluso las medidas que les ha ofrecido y estos han rechazado "serían extremadamente difíciles de aprobar por el Parlamento", recordándoles así que su Gobierno ya está en la cuerda floja por los amagos de rebeldía dentro del ala más a la izquierda de Syriza.

"¡La democracia no tuvo un buen día en la reunión del Eurogrupo!", escribe Varoufakis


Valorando la marcha de las negociaciones, reprocha a los oyentes que con su respuesta "No vamos a hablar de ello [en alusión a la discusión que se negaron a entablar sobre la recapitalización de los bancos] porque no vamos a hablar de ello", le va a ser "muy difícil convencer al Parlamento".

Tras exponer los motivos que les han llevado a declinar la oferta que les fue remitida el día 25, anuncia su intención de celebrar un referéndum sobre la misma. "No tenemos mandato democrático" para aceptar unas medidas que van contra el programa que presentaron a las elecciones, pero opina que, "consciente de lo importante que es la decisión", al haber obtenido solamente el 38% de los apoyos en ellas tampoco lo tienen para rechazar unilateralmente el pacto. "Es hora de que el pueblo decida", remató el ministro.

Varoufakis explica su expulsión


Sobre su polémica ausencia en la segunda parte de la reunión mantenida el sábado, el economista relata que tras su intervención, el presidente del Eurogrupo, Djeroen Dijsselbloem, se negó a la extensión del rescate con el apoyo del resto de miembros, y anunció que emitirían un comunicado sobre el "callejón sin salida" de Grecia. Convocó de nuevo a todos los ministros menos al de Grecia para hablar de "modo de protegerse" de un posible impago.

Sorprendido, Varoufakis llegó a preguntar si era legal que le dejasen fuera de la reunión y emitiesen un comunicado sin su aprobación. No menos perplejo se quedó, según cuenta, con la "extraordinaria" respuesta que recibió: "El Eurogrupo es una reunión informal, por lo que no está sujeto a reglas o regulaciones escritas. La unanimidad se suele respetar, pero el presidente del Eurogrupo no está obligado a normas explícitas".



"Dejo a juicio del lector el comentario sobre estas singulares palabras", finaliza el responsable de la economía griega. 

FUENTE: publico.es
MADRID - 29/06/2015