Efectivamente, en estos dos años, cabe preguntarse, por lo menos, cómo es posible que un señor que se jacta de ser periodista en cada plató que pisa (muchos); que ha sido condenado varias veces por fabricar noticias falsas, o que ha sido correa de transmisión y publicación de los montajes de la "policía patriótica" capitaneada por Villarejo y Pino contra los adversarios políticos del PP de Rajoy,  denuncie a otra periodista por publicar la verdad sobre su actuación contra su exmujer utilizando a sus hijos. Pues es posible, doy fe.

 Ana pardo de Vera

Casualmente —porque hasta en estos tristes momentos, el destino es un cachondo y eso siempre hay que celebrarlo—, mi declaración en los juzgados ha coincidido con el desarme pieza por pieza, letra por letra, que el equipo de Risto Mejide en el nuevo programa de Cuatro, Todo es mentira, ha hecho de la noticia (mejor, it) de OKDiario sobre la invasión de un parque protegido que impunemente hacían con su vivienda Pablo Iglesias, Irene Montero, sus rechonchos mellizos y sus tres perros. Todo, efectivamente, era mentira.

Nos hemos reído todos mucho y seguiremos haciéndolo con los memes que circulan sobre el arrojo de Inda en los suelos de Telecinco, pero ahora toca ponerse serios/as: el periodismo está tan en peligro como cualquiera de nuestras libertades que el "fascismo posmoderno" (Vox o la brutalidad política, José María Lassalle) amenaza día sí, día también.

José María Lassalle