La enseñanza siempre fue prerrogativa de la Iglesia. De ahí que, cuando el gobierno de la II República Española decidió retirarle ese poder para ponerlo en manos del Estado, en aras de una escuela pública, obligatoria, laica. mixta e inspirada en el ideal de la solidaridad humana, la Iglesia decidiera, ipso-facto apoyar la insurrección militar y bendecir la "Santa Cruzada Anticomunista" del general Franco, que terminaría devolviéndole sus privilegios.
Tal y como aseguró en su momentoel catedrático de Historia de la Educación de la Universidad de Alcalá de Henares Antonio Molero, "Sin ninguna duda, la mejor tarjeta de presentación de la República fue su proyecto educativo".
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Alegoría de la II República Española, régimen democrático proclamado el 14 de abril de 1931 y finalizado el 1 de abril
de 1939 con el final de la Guera Civil y la instauración de la dictadura militar del general Franco.
de 1939 con el final de la Guera Civil y la instauración de la dictadura militar del general Franco.
Antes que educar, la República se vio obligada a dar de comer a los niños. Incluso a vestirlos. Había cantinas y roperos escolares y cobraron fuerza las Colonias Escolares que ya antes había puesto en marcha Bartolomé Cossío. Los niños viajaban al mar o a la montaña. Hacían deporte, se divertían. Pero, sobre todo, comían. "En 15 días algunos ganaban hasta cuatro kilos de peso", dice la doctora en Historia Consuelo Domínguez, que ha estudiado con detalle este extremo.
Hubo medidas urgentes que no podían esperar y que se adoptaron a golpe de decreto, hasta que fue aprobada la Constitución. El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Huelva Cristóbal García ve en algunas de ellas un espíritu muy reformista: "Lo más revolucionario que puede hacerse, después de facilitar alimentación, fueron aquellas Misiones Pedagógicas" de cuyo patronato fue también presidente Cossío, y que todavía recuerdan los más viejos de los pueblos. En destartaladas camionetas llegaron a las aldeas perdidas, bibliotecas itinerantes, proyecciones cinematográficas, teatro, museos ambulantes. "El 70% de los hombres eran analfabetos; mucho más las mujeres." En aquellas Misiones Pedagógicas se embarcaron grandes poetas, afamados escritores y maestros con su corbata y maletín a los que los lugareños recogían en burro donde las camionetas ya no tenían acceso.
Fragmento de un artículo de Carmen Morán aparecido en EL PAÍS el 17-04-2006
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