15/1/19

VOX, BULOS Y EDUARDO INDA, VALGA LA REDUNDANCIA

Hace unos días, el compañero Jonathan Martínez escribió un excelente artículo sobre la figura de Steve Bannon

Acostumbrado a vivir en las sombras, Bannon se ha convertido en los últimos meses en una figura iluminada por todos los focos debido a su "papel protagonista en el ascenso de los populismos de extrema derecha"

Steve Bannon

De carcajada general fue la reacción de los grandes medios de comunicación estadounidenses cuando Donald Trump anunció su candidatura a la Casa Blanca. Nadie, ni siquiera dentro del espacio más reaccionario del Partido Republicano, apostaba por el neoyorquino, y su concurso en la carrera electoral fue interpretado como un acto propagandístico para hacer resurgir de las cenizas su imperio empresarial, que por aquel entonces afrontaba su enésimo episodio de coqueteo con la bancarrota. Por ejemplo; "la mañana de las elecciones, el prestigioso The New York Times le otorgaba a Hillary Clinton un 85% de posibilidades de victoria sobbre Trump".

El inesperado asalto al poder comenzó a gestarse años atrás y fue paradójicamente gracias a los seguidores de la que iba a ser la primera mujer Presidenta de los Estados Unidos. "Los birthers, así se hicieron llamar el grupo de partidarios incondicionales de Clinton que ponían en entredicho el lugar de nacimiento de Barack Obama", comenzaron a ser habituales de los medios de comunicación allá por 2008. Después de que John McCain diera veracidad a la teoría conspirativa, Bannon y su equipo encontraron la espita por la que empezar a resquebrajar el "status quo" de la política norteamericana.

Durante años utilizaron el poder de las redes sociales y la simpatía de algunos panfletos digitales para hacer proselitismo sobre un bulo que poco a poco fue calando en algunos estratos de la sociedad. Tanto fue así que Obama, finalmente, cedió al chantaje e "hizo pública su partida de nacimiento donde acreditaba su alumbramiento el 4 de agosto de 1961 en un hospital de Hawaii". Lejos de disipar las dudas, todavía hoy, la sospecha sobrevuela sobre la figura del expresidente; demasiado negro para las tragaderas del electorado más ultraderechista.
 
Mischaël Modrikamen, el hombre de Bannon en Europa

La semilla había comenzado a germinar y Bannon se dedicó a regarla con la puesta en marcha de Breitbart News, un portal de noticias con una estética parecida a la de The Huffington Post y punto de lanzadera de cientos de fake news que ponían en duda la credibilidad de los rivales de Trump. "John Kasich, Marco Rubio, Jeb Bush, Ted Cruz y Hillary Clinton pasaron por la trituradora de las noticias falsas".

Y finalmente, el 20 de enero de 2017, se consumó lo que tan solo unos horas antes la prensa calificaba como imposible; el 45 presidente de los Estados Unidos iba a ser aquel tipo que tachaba a los inmigrantes mexicanos de “violadores” y que presumía con la hombría de un machote de puticlub de “coger por el coño a las mujeres”.

Poco tiempo después de su aterrizaje en la Casa Blanca, "el idilio Trump-Bannon se hizo trizas", con acusaciones mutuas de deslealtad y ruborizantes declaraciones en el límite del salseo telenovelesco. El primero continúa, "dislate a dislate", con su legislatura al frente de la primera potencia del mundo, mientras que el segundo ha aprovechado su merecida fama de agitador para convertirse en el "asesor estrella de los partidos ultraderechistas de medio mundo".

 Trump - Bannon

Steve Bannon contribuyó decididamente en la campaña de Jair Bolsonaro en Brasil, azuzó el éxito de la Liga Norte en Italia, presume de buena sintonía con el húngaro Orbán, ha participado en mítines de Marine Le pen, se ha reunido con los líderes del AfD alemán y "coquetea con el nacionalcatolicismo de Vox".

La relación con los españoles echó a andar el pasado mes de abril, cuando mantuvo una reunión con Rafael Bardají, un antiguo hombre de confianza de José María Aznar y miembro del comité ejecutivo de Abascal. Bannon alabó la existencia de un partido “basado en la soberanía y la identidad del pueblo español que está dispuesto a defender sus fronteras” y se comprometió a “establecer estrategias para combatir la propaganda separatista fuera de España y a reducir al máximo sus apoyos internacionales”

En diciembre, Mischaël Modrikamen, presidente de The Movement en Bruselas, un "think tank" creado por Bannon para promover sus ideas ultranacionalistas, se mostró embelesado con el “decidido liderazgo” de Abascal y anunció una visita a España donde también pretendía reunirse con Pablo Casado porque “nuestras posiciones no están lejos”
  
Pablo Casado

Vox está repitiendo en España, paso por paso, las líneas maestras del discurso de Bannon, con un resultado tan satisfactorio como sus predecesores en el camino de la infamia. En muy poco tiempo, un partido extraparlamentario que los analistas situaban en el insignificante "folclore del franquismo sociológico", ha irrumpido en el Parlamento de Andalucía con 400.000 votos y 14 diputados, convirtiéndose en el soporte indispensable para hacer caer 36 años de "manolochavismosocialista".

Pero, ¿cómo lo han hecho?

En los tiempos donde los llamados nativos digitales ya tienen edad para votar, las redes sociales han sido el ariete que ha permitido a Vox introducir su mensaje en el debate público. La formación es la que más seguidores tiene en Instagram, la red social más exitosa entre los jóvenes y la que más ha crecido en número de usuarios en 2018. "Allí, entre filtros de perros y gatitos e historias de 20 segundos para la glorificación del hedonismo, los Abascal y Ortega Smith han encontrado un caladero de votos a través del patrioterismo identitario más rancio, el de la bandera y el del odio al diferente, que ha calado entre una generación cuasi imberbe que no sabe muy bien si Franco fue rey, jefe del Estado o arzobispo". No en vano, entre las “virtudes” de nuestra transición ejemplar está un programa educativo donde los crímenes más abyectos de la dictadura han sido relegados a un pie de página en los libros de texto.

Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil

En Twitter, a pesar de no contar con la misma popularidad, han aprovechado los fallos de seguridad para crear centenares de cuentas falsas que replican sus mensajes hasta la extenuación. Uno de los casos más llamativos fue el de Frankie Cammarata, un modelo californiano que estaba, sin saberlo, apoyando el discurso homófobo del partido verde. Fernando Dovio, así se hacía llamar, era un  “madrileño, vasco y andaluz por sangre y por derecho”, que dedicaba su actividad en la red social a la difusión de bulos sobre la inmigración, las denuncias falsas relacionadas con la violencia de género y todo tipo de idioteces que remataba con el latiguillo de “esto no lo verás en los medios”. Fernando se decía homosexual, aunque rechazaba la fiesta del Orgullo Gay porque "es un circo ridículo que a mí personalmente me avergüenza”. 

A raíz de una retahíla de tuits donde criticaba duramente el “exhibicionismo” de la comunidad LGTB, la cuenta @missmalaper descubrió el pastel. La imagen de ese joven apolíneo que el tal Dovio utilizaba como foto de perfil correspondía a Cammarata, un maniquí de fotografía, natural del condado de Orange, que nunca supo ni sabrá que una instantánea suya sin camiseta estaba siendo utilizada como reclamo para fines propagandísticos al otro lado del mundo. Este caso sirvió a Modesto García, creador de contenidos para Netflix o BuzzFeed, para denunciar la existencia de una serie de cuentas falsas para “legitimar el pensamiento LGTB fascista”. 

"Otra de las herramientas fundamentales en la estrategia Bannon-Vox ha sido la mensajería instantánea, clave en la victoria electoral de Bolsonaro". Un estudio del periódico brasileño Folha de S. Paulo indicó que el 97% de las noticias compartidas en Whatsapp por los seguidores del líder ultraderechista eran falsas o sesgadas.  Es posible que hayan recibido algunos de estos mensajes en sus teléfonos móviles: “España es el país con más políticos de Europa”, “Pedro Sánchez permitirá que el español sea una lengua extranjera en Cataluña” o “La escuela vasca prohíbe decir Jesús en los villancicos para no ofender a los musulmanes”.
 

Todo es falso, como el vídeo de “un refugiado destrozando un árbol de navidad en Alemania”, o ese otro de “un musulmán le da una paliza a una mujer en un centro de salud español” y que sobrepasó las tres millones de reproducciones en Facebook, o la opereta de las “miles de familias en Andalucía” que han tenido que renunciar al piso del abuelo debido al gravamen del impuesto de sucesiones.

La tercera pata de este banco son, por supuesto, los medios de comunicación. A ellos les debe Vox una labor de blanqueamiento que ha situado a "un partido abiertamente xenófobo, homófobo y misógino" en el espectro político del centro derecha. A Susanna Griso y su entrevista con los ojos humedecidos a una neonazi que denunció haber sido víctima de un incendio provocado por colgar la bandera de España en su balcón; a Ana Rosa Quintana y sus halagos al estado físico de Santiago Abascal: “Pesas sí que hace, ¿no?”, al imperio Atresmedia, con Antena 3 haciendo de poli malo y La Sexta en su papel de disidencia controlada, al diario El Mundo y su reportaje a Doris Burgstaller y su familia, que se habían visto obligados a abandonar Baleares debido a la supuesta imposición del catalán que impedía a sus hijos estudiar en castellano (el periódico obvió que Doris fue la gerente del lobby de extrema derecha Fundación Círculo Balear) y a todos los panfletos digitales que retozan en el lodazal más pernicioso del periodismo.

Jorge Bayer Sáez es el director de Casoaislado, un medio digital lanzado a finales de 2016 y responsable de un incesante flujo de noticias falsas. Bayer niega cualquier vinculación con Vox, aunque en sus artículos acostumbra a enardecer la figura de Abascal y sus mentiras apuntalan el discurso del miedo y del odio al diferente. Mediterráneo DigitalAlerta DigitalPeriodista DigitalLa Tribuna de EspañaIntereconomía Libertad Digital son otras de las cabeceras y grupos de comunicación que conforman el entorno mediático de la extrema derecha española.

 
Eduardo Inda, director de Okdiario

"Mención especial merece Eduardo Inda, colaborador habitual de Antonio García Ferreras, muy cercano a Florentino Pérez y desde el año 2015 fundador y director de Okdiario". Poco tiempo después de su lanzamiento, según una información de la revista Mongolia, el periódico experimentó una subida de tráfico del 900% en apenas dos meses, o lo que es lo mismo, casi cuatro millones de lectores nuevos en un periodo récord. "Una investigación del bloguero Javier Robla, de Sinestesia, reveló que utilizaba páginas porno y de streaming ilegal para conseguir visitas falsas". Cada vez que un usuario accedía a portales como StreamCloud, Powvideo u Openload, la web de Okdiario estaba entre las páginas de publicidad que saltaban automáticamente. “La propia eliminación de la publicidad llevaba a su página de inicio”, asegura Robla.  

Eduardo Inda es uno de los artífices del bulo de la financiación irregular de Podemos, que apunta a las arcas del gobierno venezolano como mecenas de la formación morada. A pesar de que la justicia "ha archivado hasta siete querellas en este sentido", para una parte de la población es una verdad incuestionable que el bolsillo de Pablo Iglesias rebosa de bolívares chavistas. 

Podemos navega en la actualidad en una deriva que las encuestas auguran de cruento temporal, en buena parte por sus propios errores y en otro tanto por la campaña de descrédito que han tenido que soportar. Ahora, con la amenaza del “comunismo bolivariano” aparentemente desactivada, los traficantes de la información tienen en el horizonte apuntalar a la ultraderecha en las instituciones democráticas. Al otro lado, la responsabilidad de los medios de comunicación que mantienen el compromiso con la libertad y los derechos humanos será hacer todo lo posible, desde la trinchera moral y los valores éticos del periodismo, para tratar de impedirlo. Y si todo esto les resulta exagerado, "si creen que Vox es una pesadilla pasajera que el tiempo y la cordura se encargarán de poner en su sitio, recuerden que lo de Trump parecía una broma". 
 
Donald Trump

FUENTE: ctxt.es
El Mentidero 
PabloMM
12/01/2019
De todas las gilipolleces que he escuchado en la vida, una de las mayores es esa de "prohibir el nombre de Jesús en los villancicos para no ofender a los musulmanes".
Sepan ustedes que Jesús (Issa) es considerado por el Islam uno de los grandes profetas, enviado de Dios y Mesías del pueblo de Israel.

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