14/7/15

GREEKMENT O LA AGONÍA DEL CAPITALISMO


greekment 

Hoy hemos sabido de las infames condiciones del acuerdo de la UE y Grecia o #Greekment (fusión de Greece ‘Grecia’ y agreement ‘acuerdo’) que Tsipras ha aceptado, desperdiciando el inmenso respaldo que su pueblo le dio e ignorando los consejos del gran Varoufakis de ‘responder agresivamente’ (razón por la cual abandonó su cargo, como explica en una reveladora entrevista que ha concedido al New Statesman).

Tsipras ha ignorado una oportunidad de oro para proponer una alternativa a este capitalismo demoledor que la Troika está imponiendo. Como revela Varoufakis en la mencionada entrevista, en todo momento ha estado manejando la salida de la tóxica UE o #Grexit como única opción para crear una alternativa real. El ex ministro de finanzas es demoledor en el retrato de la Europa capitalista que hizo en 2013 y que le recuerdan en la entrevista): “Una salida griega o portuguesa o italiana de la eurozona rápidamente llevaría a una fragmentación del capitalismo europeo, produciendo una región de serio superávit recesionista al este del Rhin y al norte de los Alpes, mientras que el resto de Europa caería en las garras de una brutal estanflación. ¿Quién cree que se beneficiaría de este escenario? ¿Una izquierda progresista, que renacería cual ave Fénix de las cenizas de las instituciones públicas europeas o los nazis de Amanecer Dorado, los neofascistas varios, los xenófobos y los estraperlistas? No tengo la más mínima duda sobre cuál de los dos se beneficiaría de una desintegración de la Eurozona.”

Yanis Varoufakis

El capitalismo no funciona sobre la estabilidad. La base del capitalismo es la explosividad de los mercados, los picos extremos que generan grandes pérdidas y por lo tanto grandes ganancias. El capitalismo es un sistema esencialmente dualista que opera sobre las dicotomías extremas: ricos/pobres, éxito/fracaso, escaso/abundante, valioso/vulgar… una dialéctica tramposa y falsa que no sólo es incapaz de expresar la enriquecedoraa y valiosa multiplicidad humana sino que la destruye para obligarla a encajar en sus simplistas esquemas de márketing.

Hace tiempo que es evidente la agonía del capitalismo. Atrapado en una espiral descendente que no hace más que repetir sus ciclos insostenibles, el capitalismo sabe que no puede mantener su sistema. Por eso la única salida a este final inevitable que han ideado los oligarcas es perfeccionar cada vez más la mentira, el engaño, el espejismo y la compra de traidores y colaboradores de entre las víctimas de su genocidio que vendan a las víctimas las bondades del verdugo. Aprendido de esa ejemplar manifestación del capitalismo que es la religión, especialmente el cristofascismo, el Capital ha aprendido a mentir, engañar y crear toda una mentira sobre la propaganda, el miedo y el monopolio de la información. Y están cada vez más desesperados. Saben que el petróleo, único combustible que mantiene este modelo insostenible, se agota. Y por mucho que lo oculten, saben que cuando se acabe, todo el espejismo que es el capitalismo caerá irremediablemente.

 

Atrás quedaron los briosos inicios de esta estrategia contra el pueblo. Como brillantemente explica la comunista feminista Silvia Federicci en su deslumbrante Calibán y la bruja, el capitalismo fue “la contrarrevolución” ante “las posibilidades que habían emergido de la lucha anti-feudal: unas posibilidades que, de haberse realizado, nos habrían evitado la inmensa destrucción… que ha marcado el avance de las relaciones capitalistas.” (pág. 34). Federici lo ha explicado en numerosas entrevistas como “una gran oleada de movimientos antifeudales de origen agrario y artesano, que llegaron a poner al feudalismo materialmente en crisis. El capitalismo fue la respuesta política a esta crisis. Hacia el siglo XV las luchas de los siervos feudales y el proletariado rural contra las distintas formas de tributo que debían a los señores, o las luchas de los artesanos contra las imposiciones de los mercaderes, ya eran pequeñas guerras. El capitalismo naciente reacciona contra este tipo de movimientos. En ellos las mujeres desempeñaron un papel central, especialmente dentro de las corrientes heréticas, que tenían un fuerte sesgo igualitarista y que favorecieron la aparición de un protomovimiento de liberación femenino. Aunque tradicionalmente estas corrientes han sido interpretadas en términos religiosos, lo cierto es que tenían una fuerte componente social”. Al igual que lo fue el fascismo. El neoliberalismo no es más que una faceta de ese capitalismo devorador. Propulsado desde los 80 por Milton Fiedman y el tándem Reagan-Thatcher, es ahora cuando ese neoliberalismo, libre por completo del comunismo, está afilando sus garras.
  

El problema es que el capitalismo piensa morir matando, como se ve en la autodestructiva estrategia de la UE y, especialmente, de Alemania. No quieren facilitar una regeneración del agonizante sistema Griego, como denuncia el ex ministro Varoufakis en un valiente artículo para The Guardian certeramente titulado Alemania no librará a Grecia de ningún sufrimiento. Está interesada en rompernos. Quieren destruir al país en manos de lo que ellos consideran “izquierdistas”, “insolentes contestatarios”, para avisar a cualquiera que se oponga a su suicida plan de capitalismo decadente.

FUENTE: publico.es
Palabra de Artivista
Shangay Lily
13/07/2015

COMENTARIOS

El problema es de educación y conciencia: ¿Cuántos son conscientes o saben que la propia familia, que las células de cualquier ser u organismo, que la misma maravillosa Naturaleza es comunista? Solo el hombre en un estado de confusión ha creído que el acaparamiento y el dominio conduce a algo duradero y bueno; cuando solo se ven guerras y desastres por resultado.


Gran artículo de un personaje al que desconocía (Shangay Lily).
No estoy tan de acuerdo con que la UE, con Alemania a la cabeza, quiera romper a Grecia. Simple y llanamente pretende derrocar a Tsipras y su partido. Quieren un gobierno dócil como el español, que haga de Grecia un solar de esparcimiento para los poderosos, para su retiro dorado. En definitiva, como en España.

Los usureros noreuropeos nos sacarán hasta el último céntimo. La mitad de la población o más está en precario, desempleada o en exclusión social. Los obligan a apretarse aun más el cinturón para mantener el estado de bienestar de las clases altas.

 
Los artículos de Shangay Lily me hacen pensar (¡qué peligro!).
Es patético observar que, hoy en día, nos pueden meter miedo con la amenaza de no poder sacar más del cajero automático más de 60 euros diarios. No sé qué revolución vamos a poder hacer si eso nos asusta.

¡Oh!... ¡La dama teutona tira la papeleta griega a la basura!

¿Saben qué significa eso?

¡¡¡Que Alemania no tiene escasez de papel higiénico!!!

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