Durante un anochecer en esta playa te amé tanto
que una respiración para los dos bastaba.
suspendieron el mar, para mirarnos, su armonioso escalofrío,
y su unánime vuelo de gaviotas.
que una respiración para los dos bastaba.
suspendieron el mar, para mirarnos, su armonioso escalofrío,
y su unánime vuelo de gaviotas.
Se divertía el agua sonrosada,
como si fuera a amanecer,
y se posó el silencio sobre el aire
lo mismo que un jilguero en la rama.
como si fuera a amanecer,
y se posó el silencio sobre el aire
lo mismo que un jilguero en la rama.
No existía para el amor
futuro ni pretérito,
todo era un instante.
futuro ni pretérito,
todo era un instante.
Y de repente, sobre tus hombros
observé, mientras te besaba,
que nos veían ojos codiciosos.
No supe si eran de los viejos fenicios
o quizá de la noche.
observé, mientras te besaba,
que nos veían ojos codiciosos.
No supe si eran de los viejos fenicios
o quizá de la noche.
No tardó en quedar claro
donde va el ruiseñor cuando mayo termina.
La muerte que los devoró a ellos,
sigilosa nos acechaba.
Nuestro amor, como el de ellos, fue vencido.
Pero yo te amo todavía.
donde va el ruiseñor cuando mayo termina.
La muerte que los devoró a ellos,
sigilosa nos acechaba.
Nuestro amor, como el de ellos, fue vencido.
Pero yo te amo todavía.
Antonio Gala
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