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26/10/18

ESCÁNDALO E HIPOCRESÍA

El escándalo Jamal Khashoggi y la hipocresía imperial


Jamal Khashoggi

En Riad tienen razones para no entender el escándalo armado con el caso Jamal Khashoggi, el opositor saudí asesinado y aparentemente descuartizado en el consulado del reino en Estambul. ¿Qué tiene de especial? Torturas, decapitaciones, secuestros en el extranjero y desapariciones son moneda corriente en la monarquía de cabreros saudí.

Ciento cincuenta saudíes fueron decapitados en 2017 y otros 48 lo han sido en los primeros cuatro meses de este año, la mitad de ellos por crímenes no violentos.

Secuestros y desapariciones

De izquierda a derecha, Turki bin Bandar, Sutal bin Turki y Saud bin Saif al Nasr,
príncipes críticos con el régimen saudí, presumiblemente desaparecidos.

La lista de opositores secuestrados y desaparecidos es larga. En plena guerra civil libanesa, el jefe de la oposición saudí, Nasser As Said, fue secuestrado en Beirut, drogado y lanzado desde un avión militar del reino sobre la desértica región de Rub Al Khali. Más recientemente, el príncipe Sultan Bin Turki, que había denunciado una amplia red de corrupción entre el primer ministro libanés Rafik Hariri y príncipes saudíes, fue secuestrado en el palacio del rey Fahd en Ginebra, drogado y embarcado en un avión médico rumbo al reino donde desde 2016 no se tienen noticias de él, explica el experto en Oriente Medio René Naba.

La cadena de televisión libanesa Al Mayadeen completa la lista con otros seis nombres; Nawaf Bin Talal Ar Rachid, desaparecido tras ser entregado al reino por las autoridades de Kuwait en 2017; el príncipe Saud Bin Seif Al Nasr, secuestrado en Italia en 2015 y desaparecido desde entonces: el ex alto responsable de la seguridad saudí, príncipe Turki Ben Bandar Al Saud, secuestrado en Marruecos y también desaparecido tras un conflicto por herencia con otros miembros de la familia; el opositor Mohamed Al Mufleh muerto en sospechosas circunstancias en Estambul en 2014; Wajd Ghazzah Í, engañado con un lucrativo negocio por los servicios secretos y convencido para regresar al país donde fue encarcelado sin proceso alguno; el príncipe Abdel Aziz Ben Fahd, hijo del rey Fahd y primo hermano del actual heredero detenido en noviembre del año pasado en el marco de la purga anticorrupción del actual héroe de la historia Mohamed Ben Salman…

De Afganistán a Siria


Pero todo esto es calderilla al lado del historial terrorista/integrista del reino. Ellos fueron quienes aportaron el mayor contingente de combatientes extranjeros (5.000 hombres) en la guerra de Afganistán contra los soviéticos y el régimen por estos apoyado, con gran diferencia el menos malo que ha conocido ese país desde la caída de la monarquía en 1973. Quince de los 19 terroristas del 11-S estadounidense y 115 de los 611 prisioneros de Guantánamo eran saudíes.

También suyo ha sido el mayor contingente extranjero en las filas del Estado Islámico que ha combatido, y combate todavía, en Siria e Irak: 2.500 personas. Nada más natural teniendo en cuenta que Arabia Saudí ha sido uno de los principales financieros del área integrista-terrorista (como reconoció en sus mails la propia Hillary Clinton –¡Gracias Wikileaks¡) hasta que el monstruo se volvió contra sus incubadores.

Promotores del oscurantismo


Durante décadas el reino ha propagado la versión más sectaria, misógina, homófoba, racista y antisemita del Islam: el wahabismo. A ello destina anualmente unos 8.000 millones de dólares, cantidad semejante a la que gasta en armas o ingresa con la peregrinación a los lugares santos del Islam. Ocho mil millones son seis o siete veces lo que la URSS se gastaba en propaganda en sus mejores años y 32 veces más que el presupuesto anual del Vaticano (cifras de 2011).

Centenares de estudiantes del mundo musulmán se forman anualmente como becarios extranjeros en la Universidad de Medina que difunde ese Islam. Su contrato les obliga a regresar a sus países de origen al terminar sus estudios. Así ha sido como todo un ejército de descerebrados ha sustituido a los clérigos musulmanes tradicionales en el África subsahariana y en gran parte del mundo islámico. “Todos los responsables de las grandes organizaciones musulmanas de Senegal, Malí, Níger, etc., han pasado por la universidad de Medina, que en las últimas décadas ha formado a 25.000 o 30.000 cuadros”,  como señalaba el experto Pierre Conesa. Y no solo en el mundo islámico. En España financiaron con 6,5 millones de euros el Centro Cultural Islámico de la M-30 (Madrid), en Málaga un centro de 3.800 metros cuadrados y así por toda Europa…

Martirizando a Yemen


En el Yemen, el reino, sus amigos-competidores de los Emiratos Árabes Unidos, las fuerzas, drones y mercenarios de Estados Unidos, y las armas de la Unión Europea, mantienen una guerra aquí resumida, con probablemente más de 50.000 muertos en la que el aprovisionamiento y la distribución de alimentos está siendo objetivo militar para vencer por hambre. Los agresores han destruido la mitad de la flota pesquera local, cuando la ONU advierte que unos 10 millones de yemeníes pasarán hambre este año y 22 millones necesitan ayuda. Los saudíes y sus competidores locales buscan el control de los puertos yemenitas para independizarse de un posible cierre iraní del estrecho de Ormuz, que sería el escenario que amenazaría su exportación en caso de cumplirse la guerra contra Irán que buscan en compañía de Israel y Donald Trump, todos ellos por diferentes motivos; eliminar adversarios, control regional, perjudicar el suministro de China…

Nada de todo esto ha impedido nunca a Estados Unidos y las potencias europeas mantener las mejores relaciones con el país que defiende sus intereses energéticos y geopolíticos en la región y en el mundo.

Una chapuza indefendible


Jamal Khashoggi

El caso del periodista Jamal Khashoggi evidencia la colosal hipocresía de nuestros imperios. Khashoggi no era un disidente democrático sino algo parecido al líder en su país de los Hermanos musulmanes. Ese era su punto de unión con Erdogan. El presidente turco suelta con cuentagotas los informes que dispone sobre el asesinato y cada gota revienta la última patraña de Riad, que Washington intenta defender hasta que el lodazal de Arabia Saudí y su siniestro Mohamed Ben Salman (MbS), se ha hecho indefendible.

Tras sucesivas correcciones en las versiones, la del accidente, la de la pelea, la de los incontrolados, hasta la Unión Europea no ha tenido más remedio que posicionarse. Y ante un descuartizamiento saudí en Estambul ha sido mucho más indulgente que ante un envenenamiento ruso en Salisbury (parece que quedan pocas dudas sobre la chapuza de la acción de la GRU contra el traidor Skripal): no ha habido expulsión de embajadores, ni crisis diplomática, ni sanciones…

De momento un comunicado exhortando a Riad a hacer “grandes esfuerzos” para que reluzca la verdad y un amago de interrumpir exportaciones de armas en el que Alemania (en los últimos años primer exportador de armas de la UE, que a su vez ha sido primera exportadora mundial si se suman todos sus países) se presenta como pionera.

Estambul, capital de Turquía

No parece que la medida vaya a afectar a los contratos alemanes más jugosos, ya en marcha, pese a que el acuerdo de coalición CDU/CSU y SPD prometía cesar los suministros a los países beligerantes en Yemen, y pese a la resolución de octubre del año pasado del Parlamento Europeo a favor de un embargo armamentístico en aquel conflicto. Después de aquello Alemania incrementó sus exportaciones de armas a Arabia Saudí. 

¡Ah!...¿Sabían ustedes que las mujeres ya pueden conducir en el reino?

FUENTE: ctxt.es  
Rafael Poch
24/10/2018

Angela Merkel, presionada por la opinión pública alemana, ha decidido suspender la venta de armas a Arabia Saudí. Hasta ahora, Alemania (el mayor exportador de material bélico de la Unión Europea) es el único país que ha tomado tal medida. Veremos cuánto dura.

24/8/17

EL BUFÓN Y EL IMPERIO

¡Atención! Un bufón comanda el imperio


EEUU siempre ha tenido el temor de no lograr mantener dos guerras a la vez. En el entusiasmo del consenso logrado para invadir y destruir a Afganistan – chivo expiatorio de los atentados a las Torres Gemelas, para librar de responsabilidades a Arabia Saudita, su aliado carnal -, el Gobierno norteamericano se lanzó, en ese momento solo con el apoyo de Reino Unido, a invadir y a destruir el país de la mas antigua civilización del mundo, Irak. Media década después, todavía continúan allí. No han logrado salir de ninguno de los dos países, a pesar de haberlos destruido.

Ahora, Donald Trump, que dirige el Imperio por twitter, dio dos declaraciones explosivas, a su más puro estilo. Dijo que Corea del Norte será victima del mayor y brutal ataque que el mundo ha conocido y, no contento con ello, de que contempla la posibilidad de una “solución militar” en Venezuela.


La Agencia Reuters dijo que hay una vía de comunicación directa y secreta entre Corea del Norte y los EEUU, una especie de teléfono rojo o amarillo. El New York Times alineó las razones por las cuales EEUU no se meteria con Venezuela: perdida de ganancias de empresas petrolíferas norte-americanas, mayor costo al tener que  importar petróleo de otros países mas lejanos, además de las reacciones, que generarían mayores apoyos al Gobierno venezolano.

Pero Trump ya ha jugado con apretar el botón de la guerra, bombardeando a Siria y a Afganistán. Le gustó y tuvo apoyos dentro y fuera de EEUU, después de la operación de algunos medios sobre las crueldades que el gobierno de Assad habría cometido y que llevaron a Trump casi a las lágrimas. No fue necesario nada de ello para tirar "la madre de todas las bombas" en Afganistan.


Racionalmente, nadie tomaria en serio a los EEUU, empantanado aún en Irak, Afganistán y Siria,  metiéndose a luchar contra Corea del Norte e invadiendo Venezuela, a la vez. Pero el hecho de ser el presidente con menor apoyo en los primeros seis meses de mandato, puede incitar a Trump a montar operaciones para sembrar de miedo – como la que él hizo sobre Siria, mosatrando sus lágrimas con la exhibición de escenas de crueldad atribuidas al gobierno de Assad – para justificar alguna operación que, cree el, pueda aumentar su apoyo interno y mostrar al mundo que el está todavía al mando del mundo.

Después de tantas barbaridades por parte de Trump, ya hay quienes no dudan que pueda meterse en alguna nueva aventura contra Corea del Norte. Y que pueda querer “dar una lección” a Venezuela, valiéndose del del clima favorable en el continente, antes de que pueda producirse, por ejemplo, el eventual retorno de un gobierno hostil al imperio capitalista en Brasil.


Lo cierto es que un bufón, un boquirroto, está en el comando del Imperio y tiene el botón nuclear al alcance de su dedo y de su Twitter. Ésa es la contribución actual de EEUU al restablecimiento de la paz mundial.

Su solución no resultó en Siria y tampoco ha logrado llevarla a la  práctica en contra de Irán. Fue Rusia quien  salió fortalecida, como la gran adversaria del EI (Estado Islámico). Todo le ha salido mal al Imperio Americano. EE.UU. ha quedado desligitimado como valedor de las libertades, ante la opinión pública mundial, principalmente, por su estrecha relación con Arabia Saudí, país promotor del apoyo al terrorismo del Estado Islámico, no solo en Oriente Medio, sino a nivel internacional.


La locura de un ataque estadounidense contra Venezuela podría tener consecuencia imprevisibles, que se propagarían por todo el continente. Hasta la misma OEA se vio obligada a condenar las declaraciones de Trump, lo mismo que hizo Vicente Fox.

Hacerlo también contra Corea del Norte no podría sino tener efectos graves, con repercusiones sobre Corea del Sur, aparte de que ambos países resultarían ingobernables. Actuar contra Venezuela podría provocar un nuevo y grave aislamiento de América Latina con respecto a EE.UU. Tampoco es seguro que el pueblo norteamericano siguiera apoyando locuras de ese tipo, después del desgaste y los múltiples fracasos en Afganistán, Irak y Siria.


Pero es bueno saber que un bufón comanda el Imperio, y todo lo que puede ocurrir a partir de esa situación. Incluso una crisis final que pueda acabar con la hegemonía estadounidense en el mundo.

FUENTE: publico.es
A contracorriente
Emir Sader - 14/08/2017

Muchos pensarán que eso de que la hegemonía imperial estadounidense cualquier día pueda petar, es algo imposible. Pues recuerden, si no, los grandes  imperios que en la historia han sido: el persa, el egipcio, el romano, el árabe, el mongol, el británico, el español... y pregúntense ahora ¿dónde coño están?

Y es que todo lo que sube, baja.

Hasta los cipotillos. ¡Verdad, María!

6/8/17

EL NEGOCIO DEL OPIO

Antes Vietnam, ahora Afganistán, el negocio del Opio

La corrupción rampante en el gobierno sostenido por Estados Unidos ha convertido a Afganistán en un narcoestado con ramificaciones al más alto nivel político.

Afganistán y países limítrofes

De hecho, recientes investigaciones periodísticas han señalado al propio hermano del presidente Hamid Karzai como uno de los mayores traficantes de droga del país.

Hamid Karzai

Cierto o no, la heroína es el negocio que mantiene en el poder a los “señores de la guerra” –apadrinados por la CIA y el Ejército estadounidense–, que están involucrados en el tráfico de drogas como ya lo estuvieron en el Triángulo de Oro durante la Guerra de Vietnam.


Conflicto bélico librado entre 1958 y 1975
en un intento por evitar la reunificación de Vietnam.

El opio, la sustancia natural de la que se obtiene la heroína, es el producto nacional de Afganistán, que suministra el 90 por ciento de esta droga que se consume en el mundo. 

Opio

 La actual epidemia mundial de consumo de heroína, que comenzó a fines de la década de 1980, ya ha dado lugar a la aparición de 5 millones de toxicómanos en Paquistán, de más de 2 millones de adictos en Rusia, de 800.000 en Estados Unidos y de más de 15 millones a escala mundial, entre ellos un millón en el propio Afganistán.


Desde la caída del régimen talibán, en diciembre de 2001, la producción de opio se ha multiplicado por 33, ya que los integristas islámicos redujeron el tradicional cultivo de amapolas a sus niveles más bajos.


Tras años de ocupación extranjera, el Estado afgano de Hamid Karzai es un narcoestado corrupto, que obliga a los afganos a pagar sobornos del orden de los 2.500 millones de dólares al año, cifra equivalente a la cuarta parte de la economía del país, y el dinero de la droga se encuentra principalmente en el sistema financiero de Estados Unidos. La creciente implicancia de la CIA y su responsabilidad en el tráfico mundial de droga es un tema tabú en los círculos políticos, campañas electorales y medios masivos de difusión.


Hace un mes, The New York Times reveló que la CIA y la DEA utilizaron durante años a uno de los mayores narcotraficantes afganos como informante. Hasta mediados de diciembre, el afgano Haji Juma Khan sólo era conocido por ser uno de los mayores señores de la droga en Afganistán. En 2008, este narco afgano, que ayudó a mantener vivos a los talibanes con armas y dinero, fue detenido y llevado a Nueva York para enfrentarse a los cargos de narcoterrorismo.

Haji Juma Khan

Lo que no se sabía hasta ahora, es que Juma Khan fue durante mucho tiempo un informante que facilitó a la CIA y a la DEA datos sobre los propios talibanes, la corrupción en el gobierno afgano y otros traficantes de drogas. Los agentes de estas dos agencias estadounidenses le pagaron una gran cantidad de dinero por sus servicios.

 Talibanes

Durante ese tiempo como espía de Washington, el narco consiguió convertirse en el amo de la droga en Afganistán. En 2006, los agentes de la CIA y la DEA lo llevaron secretamente a un hotel en Washington donde facilitó información a cambio de una condición de agente que implicaba cierta inmunidad. La relación del gobierno norteamericano con Haji Juma Khan ilustra cómo la guerra contra el terrorismo y la lucha contra el narcotráfico suelen chocar, sobre todo en Afganistán, donde el tráfico, la insurgencia y el gobierno son realidades que se solapan muchas veces.

Afganistan

El profesor canadiense Peter Dale Scott y su colega estadounidense, el historiador Alfred McCoy, son dos académicos que han investigado la responsabilidad de la CIA en el tráfico de droga dentro de las zonas donde se desarrollan las guerras estadounidenses. 

                                                     Alfred McCoy                                                           Peter Dale Scott

 McCoy escribe que “el opio surgió como fuerza estratégica en el medio político afgano durante la guerra secreta de la CIA contra los soviéticos” y agrega que esa guerra “fue el catalizador que transformó la frontera paquistano-afgana en la más importante región productora del mundo”. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estima que el total de ingresos provenientes del comercio del opio y la heroína se sitúa entre los 2.800 millones y los 3.400 millones de dólares. 


 En 2006, un informe del Banco Mundial afirmaba que “al más alto nivel, 25 o 30 grandes traficantes, la mayoría con bases en el sur de Afganistán, controlan las transacciones y los envíos más importantes, trabajando estrechamente con apoyo de personas que ocupan posiciones políticas y gubernamentales al más alto nivel”. En una conferencia desarrollada en Kabul meses atrás, el jefe del servicio federal antinarcóticos de Rusia estimó el monto actual del cultivo de opio en Afganistán en 65.000 millones de dólares.


Solamente 500 millones van a los cultivadores afganos, 300 millones a los talibanes y los 64.000 millones restantes van a la “mafia de la droga”, en un país cuyo PBI es de sólo 10.000 millones de dólares. Según la ONUDD, sólo entre un 5 y un 6% de esos 65.000 millones de dólares, o sea entre 2 800 y 3.400 millones, se quedan en Afganistán. No existen pruebas de que el dinero de la droga que han embolsado los traficantes aliados de la CIA haya alimentado las cuentas bancarias de la inteligencia norteamericana o las de sus oficiales, pero la CIA ha sacado provecho indirectamente del tráfico de droga y ha desarrollado con el paso de los años una estrecha relación con ese comercio.


La guerra secreta de la CIA en Laos fue un caso extremo. Durante ese conflicto, la agencia de espionaje hizo la guerra utilizando como principales aliados al Ejército Real laosiano del general Ouane Rattikone y el Ejército Hmong del general Vang Pao, ambos financiados en gran parte por la droga.

General Vang Pao

Antonio Maria Costa, jefe de la ONUDD, ha declarado que “el dinero de la droga, que representa miles de millones de dólares, ha permitido al sistema financiero mantenerse en el punto culminante de la crisis financiera”. 

Antonio María Costa

Según Observer de Londres, Costa declaró haber visto pruebas de que los ingresos del crimen organizado eran “el único capital de inversión líquido” disponible en ciertos bancos en el momento del crac financiero. Afirmó que el sistema económico absorbió la mayoría de los 352.000 millones de dólares de ganancias vinculadas a la droga. Costa declaró que agencias de inteligencia y fiscales le presentaron, hace alrededor de 18 meses, las pruebas que demuestran que el sistema financiero absorbió el dinero ilegal. “En muchos casos, el dinero de la droga era el único capital de inversión líquido.

Antes Vietnam, ahora Afganistán, el negocio del Opio

Se podría sumar otro elemento a las consideraciones del Dr. Costa: es política oficial de la Casa Blanca no penalizar a los grandes bancos y Obama demostró que más bien hay que premiarlos. El experto Michael Smith lo explica claramente: “Ningún banco de EE.UU. ha sido enjuiciado por violar la ley de secreto bancario o cualquier otra ley federal (en la materia).

droga

 En cambio, el Departamento de Justicia establece cargos en el marco de acuerdos de procesamiento diferido, por los cuales un banco paga una multa y promete no volver a violar la ley... Los megabancos están protegidos por una variante de la teoría ‘demasiado grande como para caer’. Fallar contra un gran banco podría... causar pánico en los mercados financieros”.

FUENTE: http://www.taringa.net

26/3/16

NO SOLO SE INMOLAN LOS TERRORISTAS

 
Lamentablemente, se ha vuelto a repetir la tragedia y Europa quedó conmocionada por un nuevo atentado. Sin embargo, nada hemos hecho por evitarlo y, peor aún, estamos expulsando y dejando morir a los más de dos millones de refugiados que huyen del mismo terror que nos golpea. Inhumano.

El origen

Mapa de Oriente Medio

Todo comenzó con dos guerras colonialistas: Irak y Afganistán. Dos conflictos que convirtieron dos países en estados fallidos, ese gran negocio del neocolonialismo. Entramos en Irak para encontrar las armas de destrucción masiva, democratizar el país y terminar con el supuesto apoyo que se prestaba a Al Qaeda. Mentira. Nuestros propios servicios de inteligencia negaron tanto los apoyos como la existencia de armas de destrucción masiva. Aznar no fue engañado, Aznar nos engaño: todo fue una guerra colonial.

No conseguimos ninguno de los objetivos: no encontramos las armas de destrucción masiva, no democratizamos el país y no solo no conseguimos que Irak dejase de ser un estado que apoyase al terrorismo, sino que lo convertimos en un estado terrorista en el norte. Imposible hacerlo peor.
Entramos en Afganistán para matar a Osama Bin Laden, democratizar el país y terminar con un estado terrorista.

Usāma bin Muhammad bin `Awad bin Lādin  
(Osama Bin Laden)

A Osama Bin Laden lo matamos (supuestamente) en Pakistán. Esos pequeños fallos; ya se sabe.

Eliminamos toda estructura de gobierno y creamos un estado nuevo apoyado en los Señores de la Guerra, algo así como terminar con toda organización en Nápoles y construir un nuevo estado apoyándose en los capos de la mafia. Por ello, los niveles de corrupción, inseguridad y falta de legitimidad son elevadísimos. No es nuevo, Ronald Reagan ya recibió a los luchadores de la libertad afganos, que era como se llamaba entonces a los terroristas que combatían a los soviéticos. ¡Hasta Rambo estaba con ellos!

Ronald Wilson Reagan
 (cuadragésimo presidente de EE.UU.)


No solo no conseguimos terminar con el terrorismo, que por cierto había alimentado Occidente, sino que terminamos con uno de los pocos éxitos de los talibanes, marginalizar el cultivo de opio. En pocos años, con tropas internacionales ocupando todo el país, Afganistán recuperó los niveles de producción y exportación de opio anteriores a la guerra (con aumentos del 1.400% anual) y se comenzaron a registrar niveles de récord año tras año (6.400 toneladas de opio en 2014 frente a las menos de 70 toneladas en 2001). Para hacernos una idea, en el año 2000 había 82.000 hectáreas cultivadas y los talibanes las redujeron en un 91% hasta las 7.000 en 2001, pero en 2002 con la tropas internacionales ocupando el país ya había entre 45.000 y 65.000 hectáreas). 

Por tanto, fracasamos de forma estrepitosa en todos los objetivos marcados.

EI, ISIS o DAESH

El EI, ISIS o DAESH surge debido a las nuevas guerras colonialistas que generan estados fallidos, cuyo negocio es innegable, y motivado también por la gran partida de ajedrez que juegan los poderosos usando el planeta como tablero (Ucrania, Yemen, Siria, Magreb, etc.). Todo ello con más de dos millones de muertos, dos millones de refugiados, veinte millones de desplazados en Oriente Próximo y más de cincuenta en todo el mundo y casi veinte billones de euros gastados de forma directa o indirecta en la guerra.

Juzgar a los culpables

Tony Blair (Gran Bretaña), George Bush (EE.UU.) y José Mª Aznar (España)
El Trío de las Azores

Lo primero que tendríamos que admitir es que somos responsables en un altísimo porcentaje de los muertos en Bélgica, Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos y en esos otros países en los que nos importa un pimiento que mueran personas en atentados.

Deberíamos haber juzgado a Aznar, Bush, Blair y otra serie de gobernantes por crímenes de guerra, sin olvidarnos del inventor de la alianza de las civilizaciones, Zapatero (que con Bono y Chacón multiplicaron por seis la fabricación y venta de armas).

Terminar con el gran negocio de los estados fallidos y no participar de la partida de ajedrez

Soldados protegiendo un campo de adormideras en Afganistán

Nuestras industrias farmacéuticas y nuestros traficantes, los cuales invitan a sus yates a nuestros políticos, se aprovechan del opio de Afganistán. Por desgracia, hay más puntos de unión (los paraísos fiscales, la financiación, el blanqueo de dinero y los delitos) entre nuestros partidos políticos y los narcotraficantes que los que puedan tener con los ciudadanos.

Nuestras industrias armamentísticas se aprovechan de las guerras y reparten beneficios con los bancos, las empresas y los señores de la guerra españoles (Morenés, Chacón, Bono, los altos mandos militares que trabajan en la industria armamentística, etc.).

Nuestras petroleras han estado expoliando el petróleo en condiciones de enormes beneficios en el Irak controlado por Occidente y en mejores condiciones todavía en la parte ocupada por el EI. Ése es el gran negocio.

Nuestras empresas textiles (El Corte Inglés, Inditex o Cortefiel), las mismas que esclavizan a trabajadores en India o Bangladesh, estarán frotándose las manos ante el gran negocio que no tardará en llegar: mano de obra barata muy fácil de esclavizar. Alguna, como El Corte Inglés, tiene más intereses aún.
El Estado Islámico y las mentiras de los medios de comunicación y de los gobernantes


El EI se asienta en un territorio situado entre el norte de Irak y el este de Siria con una población aproximada de entre 6 y 8 millones de personas. Se financian principalmente de la venta de petróleo y antigüedades (a Occidente), las donaciones que reciben de las monarquías del Golfo (esas que son tan amigas de nuestros reyes), extorsiones, secuestros o divisas de los bancos que se encuentran en sus territorios.

Se trata de unos 50.000 a 60.000 mercenarios que se encuentran en una zona llana, desértica e interior. Es llana, por lo que no pueden esconderse como en las montañas de Afganistán. Es desértica por lo que tienen que localizarse en áreas muy concretas (y conocidas) en las cuales hay agua y sus movimientos militares son muy complejos. Finalmente, es interior, por lo que no tienen salida al mar y su única posibilidad son las comunicaciones por carretera, que cuando hablamos de exportación de petróleo son bastantes reducidas (obviamente, los camiones de petróleo no llevan bien el desplazarse por los desiertos).


Así pues, es una gran mentira de los medios de comunicación y los países occidentales que el EI lleve varios años soportando, sin armamento pesado ni aviación, los ataques de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, Israel, Turquía, el resto de aliados o las monarquías del golfo. Es decir, 60.000 mercenarios han sobrevivido a ejércitos con más de 4 millones de soldados, aviación y armamento pesado, y lo han hecho en una zona llana, desértica e interior que militarmente sería la más accesible e indefendible del mundo. No solo eso, encima tenemos que soportar que los medios de comunicación pretendan hacernos creer que el EI quiere recuperar Al Andalus.

No es la única mentira, también nos informan que lo que sucede es una guerra cultural entre Occidente y el Islam cuando la realidad es que casi el 90% de los atentados y las víctimas del EI no se encuentran en Occidente y de los veinte centros religiosos atacados hay una sinagoga, una iglesia y dieciocho mezquitas.

Primero: Terminar con el Estado Islámico


El primer reto que tenemos es terminar con el Estado Islámico. La gran dificultad de esta operación es que terminar con este estado terrorista significaría enormes pérdidas para la industria armamentística, las petroleras, distintas empresas, los bancos y los gobernantes, que obtienen enormes réditos con su existencia y un cheque en blanco para recortarnos libertades.

Terminar con el EI es relativamente sencillo, aunque tendríamos que asumir un coste elevado de víctimas. Una primera operación de bloqueo económico de seis meses a un año de duración que debilite considerablemente su estructura financiera y le impida pagar a los mercenarios reduciría el número de estos y el apoyo entre la población. Una segunda fase militar, si fuera necesaria, terminaría con los terroristas con una operación terrestre que no excedería los seis meses.

Segundo: Plan de desarrollo regional


Una operación militar, de no poder evitarse, debe ser siempre una parte muy pequeña de un plan mucho mayor. El objetivo principal, en este caso, debe ser implementar un plan de desarrollo regional que supondría mucho dinero y esfuerzo (menos que el coste de la guerra, seguro), pero que estabilizaría y desarrollaría la región a medio plazo. Este plan de desarrollo, junto con un plan de integración en determinadas áreas de Europa que ofrezca un verdadero futuro a las comunidades marginadas, es la única forma de reducir los ataques terroristas a corto y medio plazo y terminar con ellos a largo plazo.

¿Por qué nadie habla de un plan de desarrollo regional?

Nadie habla de este plan porque se prefiere gastar billones de euros en la industria armamentística (España ya es la séptima potencia del mundo en fabricación y exportación de armas) que en un plan de desarrollo que generaría estados soberanos que reclamarían la explotación de sus recursos, como el petróleo, que se convertirían en competidores potenciales de nuestras industrias (textiles, por ejemplo) y que dejarían de dar réditos electorales a nuestros gobernantes o servir de cortinas de humo con las que esconder sus políticas.

 

Nadie habla de este plan de desarrollo y, de la misma forma, no recuerdan que el juez Silva denunció que tenía correos electrónicos que vinculaban a Aznar, Agag, Blesa y el tráfico de armas; no recuerdan que Agag declaró en el parlamento portugués debido a sus relaciones con El-Assir y la venta de armas; y no recuerdan que El-Assir es un gran amigo de los Aznar y del rey Juan Carlos con el que se va de monterías (por todo esto, la novela Código rojo ha sido silenciada, dado que trata el tráfico de armas y los distintos intereses de los poderosos).
Y nadie habla de este plan porque el control de los medios de comunicación es absoluto por parte de los distintos poderes.
No nos dejemos engañar


Así pues, cuando pensemos que el ideólogo del EI o de todos estos grupos terroristas se encuentra en una parte indefinida del Islam y que esto es una guerra cultural, sería bueno que supiéramos que, por desgracia, todo esto es un gran negocio, que los responsables están tan cerca de nosotros que les votamos y les hacemos reverencias y que cada atentado de la supuesta guerra cultural supone una subida de las acciones de la industria armamentística en la bolsa.

FUENTE: publico.es
Un paso al frente
Luis Gonzalo Segura
23/03/2016

2/1/13

SOLDADOS ESPAÑOLES EN AFGANISTÁN

Atacada una patrulla española en Afganistán

Una patrulla del Ejército español fue atacada en la madrugada del pasado día 31 en las proximidades del puerto de montaña de Sabzak, que une las provincias de Badghis y Herat, en Afganistán, sin que se produjeran daños personales. Los militares españoles estaban pernoctando en una antigua base de combate italiana cuando se produjeron varias explosiones, procedentes del lanzamiento de hasta siete granadas RPG-7.


Según informó ayer el Ministerio de Defensa, tres de las proyectiles cayeron a gran distancia, pero otros cuatro impactaron en el interior de la base de patrullas, alcanzando a un blindado RG-31 que quedó inutilizado. Según fuentes del Ejército afgano, el ataque pudo ser realizado por dos de sus militares —presuntamente captados por los talibanes— que a continuación se dieron a la fuga. Una de las misiones de la patrulla española consistía en formar a un batallón del Ejército afgano entre cuyos cometidos está el de proteger el estratégico paso de e Zabzark.

Datos tomados de EL PAÍS - POLÍTICA
MADRID - 01/01/2013


      Yo vuelvo a preguntar lo mismo de siempre:

 

¡¡¡¿Qué "recoño" hacen soldados españoles en Afganistán?!!!