Al hilo de esto, quiero contarles que esta mañana, cuando estaba en la ducha ¡de pronto! se me encendió la última bombilla que queda en mi sesera (la única que conserva el filamento intacto; las demás se han ido fundiendo con los años). Y ante aquel repentino fogonazo, grité:
- ¡YA LO ENTIENDO!
El grito, multiplicó sus decibelios por el zoom del cuarto de baño, y repercutiendo en la paredes, salió al exterior como un auténtico bocinazo.
- ¿Qué pasó? dijo alguien.
Pues, ni más ni menos, que comprendí, "ipso facto", por qué Scotland Yard no había resuelto aún la desaparición del joven ciudadano español acaecida durante los atentados del Puente de Londres:
¡Mañana, 8 de junio, se celebran elecciones en Gran Bretaña¡ He aquí el "quid" de la cuestión.
Si se demuestra que todo ha sido una metedura de pata gubernativa, el partido en el poder saldría bastante malparado e incluso podría costarle el puesto a la primera ministra Theresa May. Es por ello que están jugando la baza del despiste y de la manipulación informativa, para que este marrón no les manche las urnas.
Van a esperar a que pasen las elecciones para sacar a la luz lo que resulta evidente. Así y todo, el pueblo llano, que no es tan estúpido como ellos creen, terminará pulsando sus interruptores y, al igual que este ciudadano, descubrirá la trampa en la jugada. Solo hace falta la luz de una bombilla.
Citizen Plof
La presión del gobierno español, entre otros, ha obligado al ejecutivo británico a facilitar datos sobre el atentado antes de lo que ellos hubieran querido. Veremos que repercusión tiene esto en las urnas.
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