4/1/15

"CIUTAT MORTA"

El caso más grave de torturas en Barcelona, silenciado por los medios

El documental 'Ciutat Morta', premiado en el festival de San Sebastián, se ha vetado en Catalunya hasta que la presión popular ha obligado a TV3 a programar su emisión.

Una imagen del documenta 'Ciutat Morta'.
Una imagen del documenta 'Ciutat Morta'

Hace casi nueve años que Barcelona está muerta. La mataron su alcalde, el socialista Joan Clos, su concejal de Seguridad, Jordi Hereu, la jueza instructora Carmen García Martínez y los policías urbanos Bakari Samyang y Víctor Bayona. Es la tesis que sostiene 'Ciutat Morta', el documental que relata uno de los más graves casos de corrupción policial, judicial y política en la capital catalana y que encuentra su aval en el silencio de los medios catalanes. A pesar de haber ganado el Festival de Málaga y el premio del público en el Festival de San Sebastián, nadie en Catalunya sabía nada de esta producción. Finalmente y gracias a la presión popular a través de las redes, TV3 lo emitirá antes de que acabe enero.

La noche del 4 de febrero de 2006, la Guardia Urbana acudió a desalojar un teatro okupa en la calle Sant Pere Mes Baix, en el centro de Barcelona, donde se estaba celebrando una fiesta. Durante las cargas, empezaron a caer objetos del edificio. Una maceta impactó en la cabeza de uno de los agentes, que quedó en estado vegetal. La policía detuvo entonces a cinco personas a pie de calle y tres de ellas, de origen latinoamericano, fueron directas a la comisaría de Ciutat Vella en las Ramblas.
  
 Rodrigo Lanza, Álex Cisternas y Juan Pintos

Allí fueron torturados Rodrigo Lanza, Álex Cisternas y Juan Pintos, según relatan los dos primeros en la cinta. La gravedad de las lesiones obligó a su traslado a urgencias. En el Hospital del Mar coincidieron con Patricia Heras, que había llegado allí por un accidente de bicicleta que había tenido con un amigo, Alfredo Pestenas, después de tomar unas copas. Uno de los policías la registró en la sala de espera y decidió detenerla junto a su compañero por un mensaje de texto sospechoso que encontró en su móvil.

El juicio no fue hasta 2008. Las condenas para los siete acusados oscilaron entre los tres y los cinco años. La sentencia, según Gonzalo Boye, abogado de Lanza, demostró la falsedad de los hechos: “Si de verdad fueran responsables de intento de homicidio, les habrían caído muchos más años, con esta chapuza intentan calmar los ánimos”, explica. Los tres latinoamericanos salieron en libertad porque habían cumplido los dos años de prisión preventiva que fija como máximo el Código Penal. Pero el recurso que interpusieron al Tribunal Supremo volvió a caer con todo su peso sobre ellos; el pleno agravó las penas y volvieron a prisión.
  

Patricia Heras entró en la cárcel tras el juicio. En abril de 2011, cuando acababa de obtener el tercer grado, se suicidó en uno de sus permisos tirándose de un séptimo piso. Apenas tres semanas después, estallaba el 15-M. Xapo Ortega y Xavier Artigas conocieron la historia en Plaza Catalunya y empezaron a trabajar en ella con la idea de producir un vídeo de 20 minutos que acabó convirtiéndose en un documental de más de dos horas.

“Durante mucho tiempo el caso del 4-F era una pintada en la pared”, relata Artigas. Cuando conocieron los detalles se quedaron impresionados. En octubre de ese año, los dos policías implicados que dieron palizas a los detenidos fueron condenados por otro caso de torturas. La víctima era Yuri Jardine, un ciudadano de Trinidad y Tobago al que Samyang y Barona torturaron en la comisaría de la Zona Franca en 2006. Jardine, hijo del cónsul de Trinidad y Tobago en Noruega, estudiaba en Barcelona y su pecado fue encararse a los policías en una discoteca cuando intentaban ligar con su amiga, acosándola, durante una noche fuera de servicio.

 Yuri Jardine

TV3 rechazó la coproducción cuando terminaron las grabaciones y volvieron a refutarla cuando ganaron en Málaga

Pero en el caso del 4-F, la jueza García Martínez nunca tuvo en cuenta las denuncias de los detenidos, algo que hubiera cambiado el curso de los hechos según Boye. La magistrada archivó las denuncias agregando: “Aunque vengan mil más como usted, yo voy a creer a la Policía”.

La condena a los agentes reavivó la idea del documental. Eso y las declaraciones del entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos, que el 5 de febrero de 2006 afirmó que el agente herido había recibido en la nuca el impacto de una maceta que se lanzó desde el edificio. Esa versión, que hubiera absuelto a los condenados —detenidos a pie de calle—, cambió tiempo después. Clos se desdijo y convirtió la maceta en una piedra tirada desde el asfalto. En el juicio, cuatro peritos médicos rechazaron la hipótesis de la piedra por cómo cayó el agente. El tribunal se opuso a que el exalcalde declarara, petición que había realizado la defensa. 

  

Tampoco tuvieron mucha suerte Ortega y Artigas al intentar recoger la versión policial y política del caso. “Los pocos guardias urbanos que nos respondieron no querían decir nada aunque estuvieran molestos”, explica Artigas. Este diario ha intentado ponerse en contacto con Joan Clos, Jordi Hereu y algún otro miembro del PSC, de la Guardia Urbana y del Ayuntamiento de Barcelona, sin éxito.

Contar la historia de las víctimas también fue tarea ardua para los directores de Metromuster, la productora de 'Ciutat Morta'. La muerte de Heras era reciente. Cisternas, que por ser más mayor estuvo encarcelado en La Modelo, lo pasó tan mal que no quiso hablar. Pestenas, el amigo de Heras, tampoco. Ambos pidieron el indulto por su orientación sexual y aunque se trataba de casos gemelos, a él se lo otorgaron, pero a ella no.


FUENTE: publico.es

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