Angela Merkel y Podemos
El viaje de Angela Merkel ha sido tan repugnante que, de rebote, beneficia, y mucho, a Podemos. Ha decidido, con su compinche político Mariano Rajoy, anunciar más austeridad y más reformas, es decir, más
pobreza y más apreturas, como si les pareciese poco el sufrimiento que
hasta ahora nos han infligido. Con el sacrosanto cuento de la competitividad
y necesaria reducción de déficits. Definitivamente Rajoy se ha
entregado a Merkel y su política de feroz castigo.
Angela Merkel marcándole el paso a Mariano Rajoy
Pero ocurre que los españoles están hartos de tanto abuso, y una gran
parte de ellos se revuelve exigiendo cambios tal vez duros también pero
más comprensibles. Con un PSOE camaleón, incapaz de resolver sus
contradicciones y apegado al chistecillo pretendidamente ingenioso con
su nuevo Secretario General, los españoles unos se resignan y otros se
oponen con vehemencia a esta tortura. Entregada la soberanía, Rajoy pasa a ser un
simple delegado de los designios de Merkel. Podemos será o no será
viable, pero en todo caso es un intento honesto de lucha contra este
atraco. Nada es inmutable en este mundo, y menos en el de la política y
la economía, y frente a las herencias conservadoras y socialistas
recibidas, los ciudadanos quieren cambios que no les constriñan sus
vidas en la amargura perpetua. Lo que se votó se puede desvotar
votando. No desean ser esclavos de lo que decidieron sus predecesores
políticos. Es mentira que el pasado sea un compromiso. No hay más
compromiso que el presente y el futuro. Los españoles ya no quieren el
mundo de ricos y pobres, de los de arriba y los de abajo y brutales
diferencias que pregonan y fuerzan Merkel y su lugarteniente español.
El viaje de Merkel ha sido la chispa de la indignación. Hasta
protestar por su visita fue considerado ilegal. No queremos que nos mande esta
señora, por mucho que pertenezcamos a Europa. La Guerra de la
Independencia fue un error que nos impidió homogeinizarnos,
pero esta guerra económica, y política, de ahora es una invasión, una
colonización, a la que los españoles decentes deben oponerse. Si hay que
pasar hambre, fuera de la ortodoxia, se pasa, pero porque lo decidan
los ciudadanos y no unos ejecutores del mundo de los poderosos. No
queremos ser marionetas de Merkel, ni de su subalterno, no queremos que
nos exploten y humillen. Simplemente queremos reconducir nuestra
historia sin ser peleles. Queremos er mayores de edad, queremos que los
vicios políticos, económicos y éticos de España desaparezcan. Queremos
una nueva partitura, una nueva concepción de la justicia. Queremos una
vida que decidamos entre todos, sin sumisos ganapanes.
FUENTE: publico.es
Puntada sin hilo
Arturo González
25/08/2014
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