La respuesta es sencilla: la auténtica blasfemia es la acusación estatal misma, planteando como crimen de odio religioso algo que era claramente un acto político de protesta contra la élite gobernante. Recordemos la vieja chanza de Brecht de su Ópera del mendigo: “¿Qué es el robo de un banco comparado con la fundación de un nuevo banco?” En 2008, Wall Street nos dio la nueva versión: ¿qué es el robo de un par de miles de dólares, por lo que uno va a la cárcel, comparado con las especulaciones financieras que privan a decenas de millones de sus hogares y sus ahorros, y luego son recompensadas con ayuda estatal de grandeza sublime? Ahora, tenemos otra versión de Rusia, desde el poder del Estado: ¿Qué es una modesta provocación obscena de Pussy Riot en una iglesia comparada con la acusación contra Pussy Riot, esta gigantesca provocación obscena del aparato estatal que ridiculiza cualquier noción decente de ley y orden?
Fuente original:
Slavoj Zizek
http://dangerousminds.net/comments/the_true_blasphemy_slavoj_zhizhek_on_pussy_riot
[*] Nota del Traductor: Zizek invierte sexualmente el nombre del grupo de Pussy Riot (algo así como “revuelta del coño”) a Prick Riot (digamos “revuelta de la polla/pinga”).
Ciudadano Plof
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