Se marchará la angustia por la puerta del fondo
que han de cerrar, por siempre,
las manos de hombres muertos.
Reinará el campesino sobre la tierra suya
-pequeña, pero suya-
florecida en los besos de su trabajo alegre.
No serán prostitutas las hijas del obrero,
ni las del campesino;
pan y vestido habrá de su trabajo...honrado
Se acabarán las lágrimas del hogar proletario.
Mañana, hijo mío, todo será distinto.
Sin látigo, ni cárcel, ni fusil
que supriman las ideas.
Caminarás por las calles de tus ciudades,
en tus manos, las manos de tus hijos,
como yo no lo puedo hacer contigo.
No encerrará la cárcel tus años juveniles,
como encierra los míos;
ni morirás en el exilio.
Temblorosos los ojos
anhelando el paisaje de la patria,
como murió mi padre.
Mañana, hijo mío, todo será distinto...
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