14/4/12

EL REY Y EL ELEFANTE

No crean ustedes la información tendenciosa que llena hoy las primeras páginas de los periódicos españoles, donde se asegura que, su majestad Juan Carlos I de Borbón, ha sido operado de una fractura de cadera, sufrida tras una caída en Bostwana durante una cacería de elefantes. No lo crean. Yo estoy casi seguro de que fue trabajando en su despacho; seguramente tropezó con la alfombra y ello provocó el traumatismo. Lo dijo porque estoy totalmente convencido de que, por solidaridad con el pueblo español, que las está pasando canutas con la crisis económica, él sería incapaz de permitirse la frivolidad de ir a matar elefantes a África, en primer lugar por lo carísimo que salen esos safaris, y en segundo, por tratarse de una especie protegida... algo así como curas o banqueros. Además, creo recordar que es presidente honorífico de Adena (siglas de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza).


¿La fotografía? Trucada, seguramente por republicanos-antimonárquicos-herejes-judeomasónicos, con cualquiera de esos programas de retoque fotográfico tan de moda hoy en día. Y es que los hay jodedores ¡eh!.

¡El pobre! con lo bueno y solidario que es, y que le estén ocurriendo tantas desgracias seguidas. Si no trabajara tanto, seguro que no le pasaría.

Propongo que hagamos una colecta, entre todos los ciudadanos, para pagarle un post-operatorio de calidad en algún lujoso lugar acorde a su prestigio, no vaya a ser que se deprima y, en lugar de abdicar en su vástago, decida renunciar a la corona y abrirle la puerta a la Tercera República que, sentada a mi lado en el sofá, me guiña un ojo y sonríe abiertamente ante esta parida sarcástica, al tiempo que me dice:


- La cosa está madura. No hace falta que empuje, esta monarquía se fractura sola.

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