EL MITO DE LA GUERRA LIMITADA (CONCLUSIÓN)
Una guerra de Israel y Estados Unidos contra Irán está vinculada indisolublemente a la asimétrica relación estadounidense-israelí, que margina y censura cualquier análisis crítico de políticos y militares estadounidenses. Dado que la actual configuración del poder sionista en Estados Unidos puede aprovechar el poder militar estadounidense en apoyo del impulso israelí de dominio regional, los dirigentes israelíes y la mayoría de sus militares se sienten libres para emprender las más atroces aventuras militares destructivas, y saben muy bien que pueden confiar en Estados Unidos para apoyarlos con sangre y dinero estadounidenses. Pero después de toda esta servidumbre grotesca a un país aislado y racista, ¿quién rescatará a los Estados Unidos? ¿Quién impedirá el hundimiento de sus buques en el Golfo y la muerte y mutilación de centenares de marines y miles de soldados? ¿Y dónde estarán los israelíes y los sionistas estadounidenses cuando las tropas de elite iraníes y sus aliados chiíes invadan Irak y tenga lugar un levantamiento generalizado en Afganistán? Los egoístas diseñadores israelíes de la política pasan por alto el colapso probable del suministro mundial de petróleo debido a su guerra planificada contra Irán. ¿Se dan cuenta los agentes sionistas en Estados Unidos de que a consecuencia de arrastrar a Estados Unidos a participar en la guerra de Israel, la nación iraní se verá obligada a incendiar los campos de petróleo del Golfo Pérsico?
¿Tan barato ha llegado a ser ‘comprar una guerra’ en Estados Unidos? Por unos pocos millones de dólares en contribuciones a las campañas de políticos corruptos, mediante la infiltración deliberada de agentes que defienden que ‘Israel es lo primero’, académicos y políticos en la maquinaria belicista del gobierno estadounidense y gracias a la cobardía moral y la autocensura de los principales críticos, escritores y periodistas que se niegan a señalar que Israel y sus agentes deciden la política de nuestro país en Oriente Próximo, nos encaminamos directamente a una guerra mucho más allá de cualquier conflagración militar regional, al colapso de la economía mundial y al empobrecimiento brutal de centenares de millones de personas en todo el mundo: norte, sur, este y oeste.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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