Su rap denuncia los desalojos, la desigualdad, la corrupción, la cultura machista, la violencia policial. Es su forma de activismo desde la música, el baile, la alegría. Por eso lo mezcla con cumbia, punk rock o funk carioca, como en su último disco, ‘Colectivo Vacío’. Sara Hebe ha conquistado la escena del rap argentino y latinoamericano y acaba de recorrer los escenarios de Barcelona, Sevilla y Málaga. Nacida en Trelew, en la provincia argentina de Chubut, comenzó a componer de forma autodidacta y en 2009 sacó su primer disco (‘La hija del loco’) al que le siguió ‘Puentera’. Charlamos con ella a su paso por Madrid.
¿Te sientes identificada con la cultura feminista de guerrilla?
No tengo tanta trayectoria militante dentro del feminismo, me gustaría tener más, pero pertenezco a la mayoría de mujeres que estuvimos absorbidas por la cultura machista y la hetero-norma desde siempre, y gracias a la lucha de tantas mujeres pudimos empezar a empaparnos y a leer un poco para abrir los ojos. No tengo tanta escuela del tema, mis letras son para mujeres y luchadoras porque soy hija de madre soltera, he vivido abusos como todas las mujeres, mi madre ha luchado contra abusos de poder… En lo cotidiano eso me ha hecho escribir de determinados temas. Pero creo que también tengo cosas machistas, porque es muy difícil salirse de esa norma. Lo bueno es que hay un despertar. En Argentina está la Marcha Ni una menos, es un acontecimiento importante, si bien el capitalismo, los medios y el patriarcado lo van a banalizar, vaciándolo de sentido, pero es muy importante. En América Latina es durísima la violencia contra las mujeres.
Son poco visibles, además, las mujeres dentro de la cultura hip-hop…
¿Cómo llevas que digan de ti que eres la mejor rapera argentina?
(Risas). Eso hay que tomarlo con pinzas, hay muchas buenas raperas en Argentina, lo que pasa es que eso lo escribió un periodista un poco fan en un diario importante, y como lo dijo ahí quedó… Pero es sólo lo que él piensa.
¿Qué encontraste en la cultura hip-hop para sentirte tan cómoda expresándote?
Hablabas antes del rock y tienes una anécdota con un rockero, Charly García, y un tatuaje… ¿Nos la cuentas?
(Risas). Me hice un tatuaje, sí, soy fan. En realidad parece una A de anarquía, me identifica bastante, y, bueno, la verdad es que Charly García me gusta mucho, lo adoro, desde chica, siempre lo escuché, lo conocí. Es el típico rockero machista, pero me gustan sus melodías, sus canciones. Sé que voy a quedar fatal (risas). Estas cosas que pasan… Es muy divertida la anécdota de Kathleen Hanna, la cantante de Bikini Kill y de Le Tigre, feminista de primera hora y, bueno, se casó con uno de los Beastie Boys. Hay un documental muy bueno, The punk Singer, en el que ella dice que siendo feminista ultra se acabó casando con un rapero con letras que dicen todo lo contrario a lo que ella defiende…
¿Qué es para ti el concepto de territorio?
Territorio mapuche
En tus temas visibilizas diversas problemáticas y te atreves hasta con Monsanto
Es que veo que acá es más peligroso hablar; quizá en Argentina no tanto. Hay varios temas en los que hablo del problema de las semillas, pero en el tema Normal www.youtube.com/watch?v=BILPo5Mrr14, en concreto, fuimos a filmar el vídeo en el acampe contra Monsanto, en el que estaban muchas familias y una organización de madres cuyos hijos han muerto o están enfermos por Monsanto, y trataban de impedir que se abra la planta que estaban construyendo en Córdoba, una provincia de Argentina. Fueron desalojados. Decimos abiertamente que Monsanto asesina y todos los 25 de cada mes hay una marcha.
¿Mezclar con ritmos como la cumbia te permite contar y denunciar desde la alegría y la posibilidad de festejar a pesar de todo?
FUENTE: elasombrario.com
Silvia Melero
08/08/2016
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