BRONCA ENTRE PÁRROCO Y VECINOS

Bronca entre los vecinos y el párroco de un barrio de Los Realejos (Tenerife) por un pasodoble

Parroquia de La Zamora - Los Realejos

El presidente de la Comisión de Fiestas de La Zamora, Jonathan García Afonso, manifiesta el malestar de muchos vecinos porque durante la procesión de la Virgen de las Nieves, celebrada el domingo, se haya roto una tradición que lleva celebrándose desde hace 35 años en el barrio realejero, como es la de bailar el pasodoble Islas Canarias antes de que la imagen regrese a la parroquia tras haber salido en procesión.

“No es nada del otro mundo, pero el nuevo cura del barrio está en contra pese a que se lleva haciendo todo este tiempo, y de que ha sido el pueblo, con su dinero y su trabajo, quien construyó la iglesia y pagó la imagen”, sostiene García.

Imagen de la Virgen de las Nieves

El presidente niega que se trate de “una burla” dado que son los cargadores los que la bailan, con el quebranto que eso supone para sus hombros.

Añade también que anteriormente hubo cinco párrocos “y que nunca existió problema alguno, sino ahora con éste y con un 4% de los vecinos que integran el grupo activo parroquial, formado por el sacerdote con solo 21 personas de entre las 3.000 que tiene el pueblo”, apostilla. 

 

Según consta en escrito del Obispado de fecha 16 de agosto, firmado por el Vicario General, Domingo Navarro Mederos, figura una petición realizada por el párroco Félix Manuel Santana Ramos en la que expresa que se asiste a un comportamiento “impropio” de una procesión cuando un grupo de personas la toma “en un tono amenazante” y la bailan al son del pasodoble un “baile digno para una verbena o similar” y en “un tono irreverente para los fieles católicos”.

FUENTE: eldia.es
Gabriela Gulesserian
23 agosto 2016

¡Chacho, chacho...! Entendería la postura del cura si se lo hubieran hecho a él. Quiero decir: si lo hubieran sacado en procesión, atándolo al trono y zarandeándolo a ritmo de pasodoble, pero la imagen de la virgen está curada de espanto, y es inasequible al mareo y al desaliento. 

No creo que hacerla danzar sea una falta de respeto por parte de la ciudadanía, sino todo lo contrario, porque (aunque yo ya no comulgue con manifestaciones religiosas de ningún tipo) entiendo que los acordes de ese emblemático pasodoble hacen vibrar el alma del canario, que quiere hacer partícipe a "su virgen", de la emoción que, posiblemente, lo embarga en ese instante.

Yo he visto cómo, en Semana Santa, los costaleros de la Macarena mecen su trono a ritmo de saeta, y nadie ha puesto nunca pega alguna, y eso que es música sacra.

La intransigencia nunca fue buena compañera de viaje, y mucho menos si va en contra de las tradiciones populares que, lo quieran algunos o no, también son sagradas.