Nobleza obliga, y hoy quiero dedicar esta entrada al amigo Alejandro que, luchando contra viento y marea, está intentando sacar adelante un proyecto en el que se vió inmerso de repente, ante la dicotomía de ser un parado más o convertirse en pequeño empresario, con los sacrificios y riesgos que esto conlleva en la actualidad.
Así y todo, se embarcó en esa empresa y, dando tumbos entre las olas de la economía, aferrado al timón, valientemente navega como puede por las crespas aguas de los días.
Quiere poner un sol, una eterna gaviota, un terso cielo azul del que se copie el mar; hacer que el ronco soplo de la tormenta amaine, para poder izar la blanca bandera de su vela sin que la rompa el viento. Y, cantando a la vida, avanzar, soñar, amar...
Que los hados te sean favorables. ¡Suerte y feliz singladura!
Citizen Plof
Citizen Plof
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