"El hecho de ser diputado no puede suponer tener una categoría superior a la del pueblo", afirma el parlamentario de Unidos Podemos por Jaén.
El diputado de Unidos Podemos Diego Cañamero a su llegada al Congreso
para la sesión constitutiva de las Cortes Generales de la XII legislatura. EFE/Sergio Barrenechea
"El hecho de ser diputado no puede suponer tener una categoría superior a la del pueblo porque el pueblo te elige como representante para defenderlo, no para defenderte tú con privilegios, sea de dinero o de posición política", ha señalado Cañamero tras firmar esta renuncia a las 10,00 horas en una notaría de Sevilla.
Ha confiado en que el Congreso admita este "gesto" y que a nivel jurídico "se pueda interpretar correctamente que no quiero tener ningún privilegio, por lo tanto renuncio al aforamiento para que cualquier tribunal me pueda llamar, me pueda imputar o procesar sin ningún problema".
Cañamero ha asegurado que al renunciar al aforamiento actúa en conciencia a lo que entiende que es la política que, ha insistido, "no puede ser un privilegio" sino "devoción" por defender "al pueblo y las causas justas". "Esta renuncia es una prueba clara de que no quiero ningún privilegio respecto a cualquier ciudadano de a pie que sufre las consecuencias del paro, de no tener vivienda, de tener unas pensiones ridículas o que atraviesa una situación de exclusión social, yo quiero ser uno más", ha agregado.
A su juicio, el pueblo no vota a sus representantes para que se aíslen del pueblo y tengan unos privilegios, de manera que ha afirmado: "yo soy pueblo y quiero seguir siendo pueblo".
Con este gesto, Cañamero quiere poner su "granito de arena" para que los privilegios de la clase política "vayan cambiando" y ha afirmado que si su renuncia "le da vergüenza o le hace sentirse incómodo" a otros diputados, no le importa porque "la política es la idea noble de defender las causas justas". "Como la política se ha desvirtuado tanto, intento poner en práctica lo que entiendo de un político y de la política", ha zanjado.
A su juicio, el pueblo no vota a sus representantes para que se aíslen del pueblo y tengan unos privilegios, de manera que ha afirmado: "yo soy pueblo y quiero seguir siendo pueblo".
Con este gesto, Cañamero quiere poner su "granito de arena" para que los privilegios de la clase política "vayan cambiando" y ha afirmado que si su renuncia "le da vergüenza o le hace sentirse incómodo" a otros diputados, no le importa porque "la política es la idea noble de defender las causas justas". "Como la política se ha desvirtuado tanto, intento poner en práctica lo que entiendo de un político y de la política", ha zanjado.
FUENTE: publico.es
Europa Press
El ciudadano Cañamero habrá podido meter la pata alguna vez en sus actuaciones, como todo hijo de vecino, pero se ha reivindicado no sólo tomando esta ejemplarizante medida, sino prometiendo equiparar su sueldo de diputado al de un jornalero, y donar el resto.
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