Recep Tayyip Erdogan
El presidente turco pretende contrarrestar el fallido golpe de estado con un autoritario contragolpe, haciendo uso de los ilimitados poderes que le confiere el actual estado de emergencia.
Recep Tayyip Erdogan, ha extendido de 4
a 30 días el periodo máximo de detención policial sin cargos, ordenando también la clausura e ilegalización de más de 2.300 escuelas y
universidades, supuestamente vinculadas al clérigo Fethullah Gülen,
exiliado en EEUU, al que se acusa de estar tras el levantamiento militar.
Fethullah Gülen
La purga llevada a cabo por el gobierno turco en los diferentes estamentos de la administración del estado, le ha costado el puesto a más de 60.000 personas (entre ellas unos 8.000 policías) en el plazo de una semana, amén de los más de 7.500 militares de distintos rangos que han ido a parar a prisión, incluyendo a 103 generales y almirantes.
Se han clausurado también 35 clínicas, la mayoría de ellas pertenecientes a la sanidad privada, así como más de 1.200 asociaciones, y han sido ilegalizados 19 sindicatos.
Entre las asociaciones ilegalizadas se encuentra la Unión de Jueces y Fiscales (Yarsav), a la que pertenecían magistrados kemalistas, nacionalistas e izquierdistas, y que se había mostrado muy crítica con el creciente autoritarismo de Erdogan.
El presidente Erdogán acusó a la UE de que la respuesta dada por la Unión al intento de golpe de Estado en Turquía, demuestra prejuicios e incapacidad para evaluar correctamente lo acontecido y las posteriores medidas llevadas a cabo.
Por lo visto la única solución posible, según Erdo, es...
Mano dura
Y, aprovechando la coyuntura, a la democracia, a la justicia, a las libertades y al pueblo en si, que les den con ganas.
Está dispuesto incluso a reinstaurar la pena de muerte.
Citizen Plof
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