10/11/15

EL SUPUESTO NEGOCIO DE LA FÁBRICA DE SANTOS

Sobornos a cambio de beatificaciones, el enésimo escándalo que acecha al Vaticano

Una congregación de Palma de Mallorca habría pagado medio millón de euros para que El Vaticano beatificara a una monja española. Lo cuenta uno de los dos libros que han salido a la venta en Italia denunciando los escándalos en Roma. Además, también denuncia la vida a todo tren de la curia romana con pisos de lujo, viajes y comidas incluidas.


 
 Beata Franciscana Cirer

Francisca Ana de los Dolores es la monja española a la que costó mucho beatificar, casi 500.000 euros. Es el precio que una congregación de Palma de Mallorca tuvo que pagar a El Vaticano para hacerla beata. 

Lo asegura en su libro 'Avarizia' ,Emiliano Fittipaldi, que habla de una 'Fábrica de Santos' para referirse al negocio que El Vaticano tiene montado en torno a las beatificaciones y canonizaciones. Se resume en costes que ascienden a cientos de miles de euros y que funciona según dos reglas no escritas: cuanto más se paga, más rápido se santifica y las congregaciones que más tienen son las que más pagan.

Emiliano Fittipaldi explica que "convertirse en Santo tiene un precio. Existe una oficina donde hay que ir para trasformar a una persona en santo, y esto tiene un precio".
 

Cardenal George Pell

El papa Francisco se propuso acabar con estas prácticas y para eso eligió a George Pell, al que puso al frente de la Economía del Vaticano. Sin embargo, parece ser que no resultó todo lo ejemplar que a Bergoglio le hubiera gustado.

"Debe saber que Pell ha gastado para él y sus amigos, entre sueldos y trajes a medida, medio millón de euros en seis meses", se explica en 'Avarizia'.

En realidad, no lo gastó sólo en eso: también en muebles de lujo, vuelos en primera clase e, incluso, en un fregadero que le costó 4.600 euros.

El papa Francisco profundamente abatido
 
Pell fue especialmente generoso con su ecónomo, por la friolera de 15.000 euros al mes. Además, alquiló para él una casa a dos pasos de San Pedro por 2.900 euros mensuales. Unos gastos que, por supuesto, corrían a cargo de El Vaticano.

FUENTE:  laSexta.com
Madrid - 05/11/2015




Siempre me había preguntado el porqué de ese empeño, por parte de la Iglesia Católica, de beatificar o santificar a personas fallecidas, y para que puñetas servía aquello. 

Ahora lo entiendo todo.



Aviso al Navegante:

No te fíes ni de dios; desde que tocan la caja del dinero, se jodió el invento.

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