- ¡Dios mío!... ¿Y qué va a pasar ahora que el rey se quita de en medio?
- Pues pasará lo que nosotros queramos que pase.
- ¡Venga ya! Nosotros no tenemos vela en este entierro.
- ¿Cómo que no? ¿Somos o no somos el poder popular?
- ¡Ja!... No me hagas reir. Se hará lo que "ellos" quieran.
- Cuando dices "ellos" ¿a quiénes te refieres?
- A los de siempre. A los que manipulan el cotarro: políticos, banqueros, ricachones, grandes empresarios...
- Eso será si los ciudadanos seguimos permitiéndoselo.
- ¡Pareces bobo!... Seguirán haciendo lo que les de la gana.
- Pues va a ser que no. Si nos concienzamos y nos echamos a la calle, podemos presionar al gobierno para que convoque un referéndum sobre si seguir o no con esa milonga heredada del franquismo. Solemos olvidar que nuestra fuerza está en nuestro número.
- No lo convocarán porque creen saber que, mayoritariamente, los ciudadanos están en contra de la monarquía.
- ¡Coño! Pues con más razón; si la mayoría está en contra, ¿por qué carajo nos la tenemos que tragar?
- Pues a mí me da que el hederero de la corona podría ser un soberano demócrata.
Ojalá me equivoque.
Ciudadano Plof
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