Nos intentaron negar (La Razón contó “apenas 1.500 personas se concentran a favor de la república” para luego, tras ser ridiculizados en las redes sociales, cambiar el artículo y reconocer 20.000 personas), distorsionar (el discurso de “estos son los que en el 36 iniciaron una Guerra Civil”), incluso partidos y tertulianos que van de izquierdas han despreciado la calle como provocación sin sustancia que va a frustrar la oportunidad de conseguir una república. Un modo de seguir negando los movimientos sociales, la calle, lo visceral frente a lo planeado que acaba siendo lo biselado. Pero los miles que allí estuvimos nos sentimos orgullosos. A pesar de las continuas admoniciones de que la voz de la ciudadanía sólo se debe escuchar una vez cada cuatro años en las urnas y luego callarse hasta la próxima. Y eso que en este caso no se ha escuchado nunca. No se nos ha permitido votar ni un referéndum sobre qué forma de gobierno queremos. Se pide la transformación pero sin revolución. ¿No recuerda eso un poco a la Transición? ¿Realmente creen quienes abogan por una segunda Transición, esta real, dicen, que es la técnica la que falla y fallará mil veces? Biselar las demandas para no asustar a los poderes fácticos y… “luego, cuando ya estemos establecidos, podemos emprender esas reformas… las reformas nunca llegaron.
No, yo creo que hay que pedir la república por derecho, por decencia, con orgullo por nuestros hermanos y hermanas que sacrificaron su comodidad y vida por sus ideales hasta el fin. La estrategia de la neolengua ya está bastante explotada por la derecha, la oligarquía y el sistema, y al final mirad para lo que les está sirviendo. Venceréis pero no convenceréis, que decían nuestros hermanos y hermanas. Esos que resistieron 3 años en Madrid y muchas décadas en toda España, en los montes. Y sería muy ruin, repito y muy torpe no reconocer que muchas de las herramientas que tenemos se las debemos a ellos y ellas, que mucha de la legitimidad que manejamos nos la regalaron ellos y ellas, que muchos de los avances que, con pasmosa soberbia, nos adjudicamos a nuestra moderna y juvenil estrategia, se la debemos en realidad e ellos y ellas.
La república amaneció en Sol y ninguna nube, filtro o compuerta va a detener ese amanecer. Pueden retrasarlo, pero seguirá amaneciendo. Hasta que la noche que nos quieren imponer se disipe. Hasta que su sistema en descomposición no pueda tapar los gritos. Hasta que dejen de pactar en secreto sus negocios. Hasta que las cárceles se vacíen de presos políticos como Isma y Miguel, o Carmen y Carlos, o los presos de Can Vies. Hasta que salir a la calle no sea multado, agredido, represaliado, criminalizado. Que no nos quiten ese momento de camaradería, orgullo y exultante alegría que vivimos en Sol. Sus mazmorras no pueden con nuestros haces de luz. los de un amanecer largamente esperado.
Referéndum Ya. No al bipartidismo. Libertad presos politicos por manifestarse. Stop montajes policiales. A las calles, hermanas y hermanos, a las calles…
FUENTE: Publico.es
Palabra de artivista
Shangay Lily
06 jun 2014
"¡A la calle!... que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos,
anunciamos algo nuevo..."
Fragmento de España en marcha
Gabriel Celaya (1911 - 1991)
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