18/11/10

UN POQUITO DE HISTORIA



Nunca me convenció la versión facilitada por el gobierno norteamericano sobre lo acaecido en el World Trade Center de New York, aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. Pero lo que si me quedó meridianamente claro fue que, a raíz de ese supuesto ataque terrorista al mismo corazón del imperio, la comunidad internacional le dio carta blanca a los Estados Unidos (cosa que hasta ese momento le había negado) para que tomara las medidas que considerara oportunas, vengara el agravio, y se convirtiera, de paso, en el "policía del mundo". Automáticamente, amparándose en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas que invoca al derecho a la legítima defensa, el ejército de EEUU comienza su operación de invasión de Afghanistán, bajo el pomposo nombre de "Libertad Duradera". El supuesto objetivo de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar al régimen talibán que los apoyaba y les daba refugio, aunque a mí todo esto me sonó, y nunca mejor dicho,  a "cuento chino". El afán de la antigua Unión Soviética y ahora de los Estados Unidos por posicionarse, como sea, en este territorio tan complicado y conflictivo, me lleva a pensar que, más allá de los oleoductos, del opio y de otras riquezas que desconozco, el verdadero propósito es... ¡frenar el área de expansión de China!


En el año 2003, el presidente norteamericano George W. Bush acusaría a Iraq de constituir un «eje del mal», junto con Corea del Norte e Irán, desencadenando, bajo pretexto de poseer armas de destrucción masiva, que nunca fueron halladas, y de tener vínculos con la organización terrorista internacional Al Qaeda, que tampoco se han podido demostrar, la invasión de Iraq que, apoyada entre otros países, por España, Portugal y Gran Bretaña (El Club de las Azores), permite el posterior control de los pozos petrolíferos de la zona: verdadero motivo de este despropósito. Dicha invasión se produjo sin el mandato expreso de Naciones Unidas, por lo que, sus expertos condenaron esa guerra como una invasión ilegal, tal y como lo expresó personalmente el entonces Secretario General, Kofi Annan. Pero, así y todo, invadieron y hundieron en la miseria a un país que, a pesar de estar gobernado por un dictador, tenía un nível social, económico y cultural, muy por encima de la media de su entorno, en el que convivían el laicismo y la igualdad de género, de hecho, las mujeres tenían libre acceso a la universidad. Hoy ni los hombres ni las mujeres, porque la universidad no existe. Las estructuras sociales han desaparecido por completo.


Un país, Iraq, al que los propios norteamericanos habían armado hasta los dientes cuando les interesó frenar la expansión del "fundamentalismo islámico" de Irán, lo que generó una guerra de desgaste para los dos países y un boyante negocio armamentístico para terceros (los de siempre). Tras 8 años, el conflicto bélico finalizaría sin un claro vencedor, merced a una resolución de Naciones Unidas, que ambos aceptaron. A continuación vendría la Guerra del Golfo (1990-1991) en la que, bajo mandato de la ONU, una coalición internacional dirigida por EEUU (por quién si no) se enfrentaría a Iraq, a raíz de la invasión del emirato de Kuwait, logrando vencer a su ejército y obligándolo a retirarse a sus fronteras. Posteriormente, la ONU impuso a Iraq un severo embargo que produjo gravísimos trastornos sociales y económicos en el país. Diez años más tarde, ocurriría el atentado de las Torres Gemelas y la posterior invasión de Afghanistán con la que comenzaba este poquito de historia.


Ciudadano Plof

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