La eurodiputada de Podemos carga contra el Tratado de Libre Comercio UE-EEUU, denunciando la opacidad de las negociaciones.
Lola Sánchez, en una imagen de archivo.
La eurodiputada de Podemos Lola Sánchez ha cargado este jueves contra el polémico Tratado de Libre Comercio, que Washington y Bruselas negocian con sigilo desde mediados de 2013 -formalmente-.
Una alianza comercial de la que hace año y medio los españoles no habían oído a hablar, que hoy preocupa a un número creciente de ciudadanos, y que ha llevado a Bruselas a intentar lavar la imagen del criticado acuerdo. "Ni siquiera yo, siendo eurodiputada, tengo acceso a toda la información", asegura Sánchez.
A su juicio, y frente a las alabanzas que PP y PSOE cantan sobre el tratado, el objetivo de este acuerdo es "facilitar que las empresas americanas y europeas vengan a concursar en las privatizaciones en las que estamos inmersos", a "repartirse el pastel".
"De aprobarse, una organización como la Asociación Nacional del Rifle norteamericana podría demandar a España porque la legislación impide vender armas, y ahí el Estado tendría dos opciones: o pagar sumas millonarias o dejarles vender armas", ha explicado Sánchez. A su juicio, la única forma de parar este "golpe de Estado encubierto de las corporaciones" es que los ciudadanos lo conozcan, y exijan a sus dirigentes que paren las negociaciones. Reconoce que países como Alemania o Francia van por delante en la lucha de organizaciones sociales y partidos políticos para visibilizar el TTIP, pero asegura que en España "no llegamos tarde: no van a poder aprobarlo". "Os habéis convertido en portavoces, tenemos que difundirlo", ha zanjado.
La eurodiputada de Podemos ha realizado estas declaraciones en el marco de las charlas Desmontando el TTIP. Durante varias semanas, Sánchez ha pasado por ciudades como Sevilla o Barcelona, y este jueves ha llegado el turno a Madrid, donde un par de centenares de personas han seguido de cerca el evento, que también ha sido retransmitido por streaming.
Inicialmente estaba previsto que junto a Sánchez compareciera Teresa Rodríguez, también eurodiputada de Podemos, pero finalmente no ha podido asistir porque uno de los aviones que debía tomar ha llegado con retraso a causa de la niebla.Desde su entrada en el Europarlamento tras las elecciones del 25 de mayo, Podemos siempre ha estado entre las fuerzas más críticas con el polémico tratado, denunciando la ausencia de transparencia o el peso de las multinacionales en las negociaciones.
El mecanismo de protección de inversiones (ISDS) es otro de los puntos más polémicos del acuerdo, ya que permitirá que las empresas que inviertan en un estado puedan denunciarle ante tribunales arbitrales, y no ante los tribunales nacionales, de considerar perjudicadas sus inversiones por los cambios normativos aplicados por estos estados.
"Es la primera vez que los lobbies piden una silla en la mesa donde se negocian las leyes"
Junto a la eurodiputada de Podemos, varios representantes de organizaciones sociales muy críticas con el polémico tratado han expuesto este jueves sus argumentos para rechazar la alianza, en contraposición a la "propaganda" que a su juicio difunde Bruselas.
Soledad Sánchez, de ATTAC España, ha apuntado que los árbitros que actúan en las disputas que cubre el ISDS cobran hasta un millón de dólares por juicio, y en el último año sólo 15 árbitros resolvieron el 55% de las demandas de empresas a estados. El lucrativo negocio del arbitraje está en manos de unas pocas empresas europeas y estadounidenses, y mientras varios estados comienzan a rechazar mecanismos como el ISDS, el número de demandas sigue creciendo de forma exponencial.
"En Honduras nos dijeron que no nos preocupáramos, que iba a haber grandes inversiones, que combatiría la pobreza. Fue una absoluta mentira" Eso, por no hablar del Consejo de Cooperación Reguladora que incorpora el TTIP: una suerte de mesa de negociaciones a la que se sentarán las empresas después de la ratificación del acuerdo, "para seguir negociando cualquier aspecto del tratado", apunta Soledad Sánchez.
"Lo que hace es convertir estos tratados en monstruos vivos".
Luis Rico, de Ecologistas en Acción, ha echado por tierra las cifras de crecimiento económico a las que se agarran conservadores, socialistas y liberales para vender el tratado, recordando que otros estudios alertan del riesgo de que se destruyan hasta 600.000 empleos de aplicarse el TTIP.
Por otra parte, Rico explica que el principio de reconocimiento mutuo supondría aceptar estándares de productos o servicios procedentes de EEUU que hoy no pueden comercializarse en la UE, pero sí podrían ser comercializados en el Viejo Continente tras la ratificación del tratado. Sobre la opacidad, ironiza que la Comisión Europea la justifica "diciendo que no que quieren que EEUU vea nuestras cartas, pero no hacen públicas las ofertas que hacen a EEUU y sus respuestas, una vez planteadas", que sí podrían salir a la luz.
Gonzalo Donaire, compañero en la mesa y miembro del equipo de trabajo de Teresa Rodríguez, ha recordado la importancia geoestratégica de este acuerdo, "que viene a marcar la hoja de ruta para que la UE no pierda la primacía como actor comercial". Además de su importancia geostratégica, Rico apunta que es una forma más de apuntalar las políticas neoliberales que defienden las élites económicas, y recuerda que estos tratados no son nada nuevo.
"El perdedor en el acuerdo de dos superpotencias son los ciudadanos. Aquí perderemos todos" Precisamente, la mesa contaba también con la presencia de un testigo directo de la aplicación de estas alianzas en América Latina. Rafael Alegría, diputado de Honduras y miembro de Vía Campesina, ha recordado que las consecuencias de estos acuerdos han sido devastadoras, en un país en el que el 59% de los niños sufren desnutrición severa, "en el que no hay trabajo en el sector privado y en el que las empresas han ejecutado numerosos despidos masivos" . "La forma en la que se ha negociado el TTIP es igual a como se hizo en Latinoamérica: a puerta cerrada, con secretismo. Nos dijeron que no nos preocupáramos, que iba a haber grandes inversiones, a crear empleo y a combatir la pobreza. Fue una absoluta mentira", denuncia.
En esta línea, preguntada por quién será el "perdedor" con la firma del acuerdo, entre la UE y EEUU, Sánchez lo tiene claro: "El perdedor en el acuerdo de dos superpotencias son los ciudadanos.
FUENTE: publico.es
Una alianza comercial de la que hace año y medio los españoles no habían oído a hablar, que hoy preocupa a un número creciente de ciudadanos, y que ha llevado a Bruselas a intentar lavar la imagen del criticado acuerdo. "Ni siquiera yo, siendo eurodiputada, tengo acceso a toda la información", asegura Sánchez.
"Es muy peligroso; no quieren que nos enteremos, porques tienen claro que en cuanto lo sepamos nos opondremos"
A su juicio, y frente a las alabanzas que PP y PSOE cantan sobre el tratado, el objetivo de este acuerdo es "facilitar que las empresas americanas y europeas vengan a concursar en las privatizaciones en las que estamos inmersos", a "repartirse el pastel".
"De aprobarse, una organización como la Asociación Nacional del Rifle norteamericana podría demandar a España porque la legislación impide vender armas, y ahí el Estado tendría dos opciones: o pagar sumas millonarias o dejarles vender armas", ha explicado Sánchez. A su juicio, la única forma de parar este "golpe de Estado encubierto de las corporaciones" es que los ciudadanos lo conozcan, y exijan a sus dirigentes que paren las negociaciones. Reconoce que países como Alemania o Francia van por delante en la lucha de organizaciones sociales y partidos políticos para visibilizar el TTIP, pero asegura que en España "no llegamos tarde: no van a poder aprobarlo". "Os habéis convertido en portavoces, tenemos que difundirlo", ha zanjado.
La eurodiputada de Podemos ha realizado estas declaraciones en el marco de las charlas Desmontando el TTIP. Durante varias semanas, Sánchez ha pasado por ciudades como Sevilla o Barcelona, y este jueves ha llegado el turno a Madrid, donde un par de centenares de personas han seguido de cerca el evento, que también ha sido retransmitido por streaming.
Inicialmente estaba previsto que junto a Sánchez compareciera Teresa Rodríguez, también eurodiputada de Podemos, pero finalmente no ha podido asistir porque uno de los aviones que debía tomar ha llegado con retraso a causa de la niebla.Desde su entrada en el Europarlamento tras las elecciones del 25 de mayo, Podemos siempre ha estado entre las fuerzas más críticas con el polémico tratado, denunciando la ausencia de transparencia o el peso de las multinacionales en las negociaciones.
El mecanismo de protección de inversiones (ISDS) es otro de los puntos más polémicos del acuerdo, ya que permitirá que las empresas que inviertan en un estado puedan denunciarle ante tribunales arbitrales, y no ante los tribunales nacionales, de considerar perjudicadas sus inversiones por los cambios normativos aplicados por estos estados.
"Es la primera vez que los lobbies piden una silla en la mesa donde se negocian las leyes"
Junto a la eurodiputada de Podemos, varios representantes de organizaciones sociales muy críticas con el polémico tratado han expuesto este jueves sus argumentos para rechazar la alianza, en contraposición a la "propaganda" que a su juicio difunde Bruselas.
Soledad Sánchez, de ATTAC España, ha apuntado que los árbitros que actúan en las disputas que cubre el ISDS cobran hasta un millón de dólares por juicio, y en el último año sólo 15 árbitros resolvieron el 55% de las demandas de empresas a estados. El lucrativo negocio del arbitraje está en manos de unas pocas empresas europeas y estadounidenses, y mientras varios estados comienzan a rechazar mecanismos como el ISDS, el número de demandas sigue creciendo de forma exponencial.
"En Honduras nos dijeron que no nos preocupáramos, que iba a haber grandes inversiones, que combatiría la pobreza. Fue una absoluta mentira" Eso, por no hablar del Consejo de Cooperación Reguladora que incorpora el TTIP: una suerte de mesa de negociaciones a la que se sentarán las empresas después de la ratificación del acuerdo, "para seguir negociando cualquier aspecto del tratado", apunta Soledad Sánchez.
"Lo que hace es convertir estos tratados en monstruos vivos".
Luis Rico, de Ecologistas en Acción, ha echado por tierra las cifras de crecimiento económico a las que se agarran conservadores, socialistas y liberales para vender el tratado, recordando que otros estudios alertan del riesgo de que se destruyan hasta 600.000 empleos de aplicarse el TTIP.
Por otra parte, Rico explica que el principio de reconocimiento mutuo supondría aceptar estándares de productos o servicios procedentes de EEUU que hoy no pueden comercializarse en la UE, pero sí podrían ser comercializados en el Viejo Continente tras la ratificación del tratado. Sobre la opacidad, ironiza que la Comisión Europea la justifica "diciendo que no que quieren que EEUU vea nuestras cartas, pero no hacen públicas las ofertas que hacen a EEUU y sus respuestas, una vez planteadas", que sí podrían salir a la luz.
Gonzalo Donaire, compañero en la mesa y miembro del equipo de trabajo de Teresa Rodríguez, ha recordado la importancia geoestratégica de este acuerdo, "que viene a marcar la hoja de ruta para que la UE no pierda la primacía como actor comercial". Además de su importancia geostratégica, Rico apunta que es una forma más de apuntalar las políticas neoliberales que defienden las élites económicas, y recuerda que estos tratados no son nada nuevo.
"El perdedor en el acuerdo de dos superpotencias son los ciudadanos. Aquí perderemos todos" Precisamente, la mesa contaba también con la presencia de un testigo directo de la aplicación de estas alianzas en América Latina. Rafael Alegría, diputado de Honduras y miembro de Vía Campesina, ha recordado que las consecuencias de estos acuerdos han sido devastadoras, en un país en el que el 59% de los niños sufren desnutrición severa, "en el que no hay trabajo en el sector privado y en el que las empresas han ejecutado numerosos despidos masivos" . "La forma en la que se ha negociado el TTIP es igual a como se hizo en Latinoamérica: a puerta cerrada, con secretismo. Nos dijeron que no nos preocupáramos, que iba a haber grandes inversiones, a crear empleo y a combatir la pobreza. Fue una absoluta mentira", denuncia.
En esta línea, preguntada por quién será el "perdedor" con la firma del acuerdo, entre la UE y EEUU, Sánchez lo tiene claro: "El perdedor en el acuerdo de dos superpotencias son los ciudadanos.
FUENTE: publico.es
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