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15/2/18

TAMBORES DE GUERRA

Los tambores de guerra vuelven a retumbar en el mundo

Nunca, desde 1953, el punto de mayor fricción de las tensiones entre EEUU y Rusia en la Guerra Fría, el planeta ha estado tan cerca de una conflagración mundial como ahora. La errática diplomacia de Trump, la afrenta de Corea del Norte, las ínfulas hegemónicas de Rusia o la reciente escalada militar de China explican la cacofonía de la retórica bélica actual.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dando la mano a un soldado de la Fuerza de Autodefensa de Japón. EFE
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, 
dando la mano a un soldado de la Fuerza de Autodefensa de Japón. EFE

El año que viviremos peligrosamente. Si 2016 fue el tramo anual de las fake news y la postverdad, cuya primera señal de alerta fue el Brexit, y 2017 el año I de la Era Trump, segundo gran vestigio del neopopulismo conservador que triunfa en las urnas, 2018 tiene visos de convertirse, según los observadores internacionales, en la escenificación de nuevas y serias conflagraciones bélicas. Con riesgo muy elevado de que, además, ese previsible inicio de hostilidades desencadene las intervenciones activas de las grandes potencias globales. Con EEUU con especiales opciones de encender la mecha e involucrar a otros rivales con capacidad nuclear.

A tenor del Reloj del Apocalipsis, el panel de expertos en disciplinas que van desde el análisis de la geo-estrategia y la diplomacia mundial, hasta un amplio abanico de especialidades científicas, jamás se ha estado tan cerca del fin del mundo.

A juicio de su publicación, el Boletín de Científicos Atómicos, que acoge a nada menos que 15 premios Nobel, el reloj, que mide el nivel de proximidad a una guerra nuclear, se adelantó hasta las 23:58 horas. A dos minutos de media noche, el punto que marca la destrucción del planeta. Después de adelantar la manilla treinta segundos más. Justo el mismo instante que en 1953, el momento en el que la Guerra Fría estuvo a punto de convertirse en Tercera Guerra Mundial.

Donald Trump (EEUU) y King Jong-un (Corea del Norte)

Este instrumento de alerta, que evalúa cada año, el aumento o descenso de las amenazas bélicas, culpa de este salto temporal al retorno a la proliferación nuclear y a la verborrea retórica de una intervención militar atómica. Con Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un como principales actores.

Aunque también incluyen entre los riesgos sistémicos las complejas relaciones de EEUU con Rusia y China y latitudes candentes del planeta como los conflictos de Siria o el palestino-israelí, Yemen o la elevada tensión geopolítica entre Arabia Saudí e Irán.

Corea del Norte e Irán, en el punto de mira

 Alí Jameni (Irán) y Donald Trump (EEUU)

Pero no sólo simbólico Reloj de Apocalipsis ve el futuro inmediato tan lúgubre. El establishment estadounidense admite abiertamente esta hipótesis. El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), un think tank de prestigio entre los analistas de Seguridad, que elabora un macro-sondeo entre 436 altos cargos del Ejecutivo americano y expertos diplomáticos sobre las amenazas prioritarias en el mundo, reconoce que “EEUU es hoy en día un actor impredecible, que causa una profunda inestabilidad”, en palabras de Paul Stares, director del Centro de Acción Preventiva del CFR. Y que la errática, ambivalente y caprichosa estrategia exterior de la Administración Trump deja dos focos de contagio.

En primer lugar, un conflicto armado entre EEUU y Corea del Norte, en el que se involucrarían los vecinos del régimen de Pyongyang. El segundo detonante tendría en el punto de mira a Irán e involucraría a los aliados saudíes, junto a Washington, y a Rusia y varias de las milicias proiraníes que operan en la región, del lado del régimen de los ayatolás.

Son sus “dos crisis más volátiles”, las dos “alertas rojas en estado de fermentación” más nítidas, explica Stares. El conflicto con Corea del Norte -dicen los expertos consultados-, que desplaza como primer riesgo a la guerra en Siria, “podría precipitar el uso de armas nucleares”. De hecho, el informe destaca la opinión de James Stavridis, almirante de la Navy retirado, que otorga entre un 20% y un 50% de opciones de que se desencadene una guerra convencional con el régimen de Pyonyang y un 10% de una conflagración con uso de material atómico si Jong-un detona el botón de su arsenal intercontinental desde Guam, el lugar más próximo al territorio de EEUU, lo que propiciaría una espiral bélica. O de John Brennan, director de la CIA con Barack Obama, para quien la actitud “incorregible de Trump” podría ocasionar que “EEUU iniciase, por primera vez en muchos años, las hostilidades”.

Vladimir Putin (Rusia)

El caso iraní es igual de preocupante. El CFR precisa que el rechazo del presidente republicano al acuerdo firmado por Obama para frenar el programa nuclear de Teherán, presumiblemente, según cancillerías europeas y la Casa Blanca, en un estado próximo a la consecución del arma atómica, podría acabar con la frágil entente cordiale. A través de varios frentes. Si el avance en el plan nuclear iraní continúa; si se produce algún detonante en la peligrosa red de influencia de Irán en la zona (en Siria, en Irak, en Yemen, en Líbano o en las milicias que apoyan a los grupos armados palestinos) o ante un recrudecimiento de la dialéctica bélica con Riad. Cualquier paso en falso “tendrá consecuencias imprevisibles, aunque, a buen seguro, drásticas”.

Pero hay más. También revela escenarios de “alto impacto”. No descarta un atentado terrorista en suelo estadounidense, ni un ciberataque masivo contra infraestructuras estratégicas del país, ni un empeoramiento súbito de las relaciones con Rusia, a cuenta de las conexiones del equipo más cercano a Trump y, de forma cada vez más evidente, del propio presidente con el núcleo de poder de Vladimir Putin, pero también por el conflicto en Ucrania o las interferencias de Moscú en sus ex repúblicas bálticas y los Balcanes, que ha provocado el estado de alerta en la OTAN

O con el líder chino Xi Jinping, sobre las posesiones de Pekín en el Mar de Sur de China, nada más obtener un sólido respaldo a su liderazgo dentro del país, como máximo dirigente del Partido Comunista de China, pero también fuera del gigante asiático, por su liderazgo global en asuntos como el libre comercio o el combate contra el cambio climático.

Xi-Jinping (China)

En este sentido, incorpora otros potenciales riesgos globales, más moderados. Un deterioro del conflicto en Afganistán, donde Trump ha trasladado un ambiguo mensaje de apoyo americano al país o un nuevo estallido de violencia en Siria auspiciado por Bashar el Assad. Asuntos que han desplazado de la lista de amenazas a Irak y a los combatientes del Estado Islámico (ISIS).

Alta, media y baja amenaza para EEUU

En la terna de asuntos con riesgo sobre los intereses de seguridad de EEUU, el CFR engloba tres bloques distintos. En función de si la amenaza sería alta, media o baja. Es decir, si obligaría a una intervención inmediata y directa de Washington. En el primero, cita una confrontación armada entre China y Japón por la soberanía de las Islas Senkaku-Diaoyu, en el mar oriental de Asia.


Le seguirían una tormenta política o económica en Venezuela; un recrudecimiento del conflicto civil en Yemen que detonara las hostilidades entre Riad y Teherán o el retorno a la violencia en Myanmar.

Y, en menor medida, el aumento del crimen organizado en México antes o después de las elecciones de este año; nuevas pérdidas de territorio del Ejército de Ucrania en beneficio de las fuerzas militares pro-rusas; intensificación de la violencia de grupos armados kurdos en territorios de Irak y Turquía; cualquier altercado de cierta gravedad en Cachemira entre India y Pakistán; el recrudecimiento del conflicto palestino o nuevas hostilidades de Hezbolá en Siria o en la frontera entre Líbano e Israel.

De las potenciales conflagraciones de media repercusión para la Casa Blanca la práctica totalidad se sitúan en África. El principal, en la República Democrática del Congo, donde se han producido asesinatos de cascos azules de la ONU; en Zimbabue, por el retiro de Robert Mugabe del poder y la compleja sucesión del dictador tras 40 años como jefe del Estado y Libia, que está lejos de la estabilidad en la era post-Gadafi. Fuera del continente africano, cita a los Balcanes, donde las tensiones han reaparecido, en gran medida por la injerencia rusa, tras la cruenta década de los noventa.

 
USS Theodore Roosevelt

Las prioridades de baja intensidad para EEUU en 2018 contienen treinta posibles conflictos. En ellos, destaca “las inestabilidades nacionalistas y separatistas”, entre las que menciona Cataluña o Córcega, en Europa. Además de presumibles ataques en la Península del Sinaí contra intereses de Egipto.

Aparte de las hostilidades con Corea del Norte e Irán, Robert Farley, experto en doctrina militar, señala otras cuatro latitudes bajo el yugo de un conflicto armado y que podrían desencadenar una guerra de escala mundial. 

El primero, Taiwán, del que resalta el reciente tono beligerante de líderes diplomáticos y militares chinos en defensa de una única China, así como los ejercicios navales y de tropas terrestres en los límites fronterizos con la isla.

Soldados de la Armada china forman en la cubierta de su destructor durante el Día Nacional de la Armada, en Binhai (Tianjin), este domingo 23 de abril. REUTERS
Soldados de la Armada china forman en la cubierta de un destructor 
durante el Día Nacional de la Armada, en Binhai (Tianjin) -  REUTERS

El segundo, Ucrania, donde la fragilidad de “sus alto el fuego no debería dejar sin vigilancia” las escaramuzas y ataques de las milicias oficiales y de los grupos pro-rusos, de igual forma que un hipotético colapso del débil Gobierno de Kiev puede precipitar la llegada al poder de movimientos de extrema derecha y “anticipar un fuego abierto” con Moscú; especialmente, en las provincias del Este del país.

En tercer lugar, el flanco sur de la OTAN, en el que focaliza a Turquía, cuyas relaciones con los países europeos y EEUU han sufrido un deterioro en toda regla en 2017. Además de haber adquirido material bélico ruso y de intervenir sin el visto bueno de los generales de la Alianza Atlántica en Siria, Irak, Irán, los Balcanes y el Cáucaso. En este espacio, Farley también dirige su atención hacia Nagorno-Karabaj y el conflicto kurdo. Sobre cuyos movimientos separatistas el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha intensificado su dialéctica beligerante.

El cuarto y último escenario es el Golfo Pérsico. En su opinión, la opción de un conflicto armado entre Arabia Saudí e Irán es alta. E incluiría a Israel. Y Rusia, que desea restablecer su poder de influencia en la región.

Benjamin Netanyahu (Israel)

En definitiva -escribe Farley- “el mundo es marcadamente más peligroso” en 2018. Sobre todo, “por la confusión diplomática de la Administración Trump, que se ha caracterizado en su primer año de mandato por añadir peligrosidad e incertidumbre a lo largo y ancho del planeta”. Sin desvelar “ni sus intenciones ni sus capacidades” militares para combatir o minimizar sus riesgos.

Otros factores que alientan el conflicto global

El detonador bélico, pues, está en el juego estratégico mundial. Pero el peligro se agudiza si se tiene en cuenta que la proliferación de botones rojos ha venido acompañada de un aumento de los arsenales atómicos. El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) asegura que, al inicio de 2017, había 14.935 armas con la etiqueta nuclear. Y que las dos mayores potencias, EEUU y Rusia, con alrededor de 4.500 ojivas declaradas y activas (es decir, ensambladas a algún sistema de propulsión: bombas, misiles o torpedos), no son las únicas que han puesto fin a sus acuerdos de no proliferación.


Trump se ha comprometido a gastar 1,2 billones de dólares en el próximo lustro en modernizar la máquina militar americana. Mientras Vladimir Putin no ha interrumpido, ni siquiera durante la crisis, los incrementos presupuestarios en Defensa.

Ahora es China la que, según acaba de publicar el diario oficial del Ejército de Liberación Popular, se ha enfrascado en un periodo de gastos para acomodar su “arsenal nuclear” a los de EEUU y Rusia. Aunque, eso sí, sin renunciar al principio “de no hacer uso inicial” de este armamento de disuasión

 A pesar de la nueva estrategia de Defensa de EEUU, en un documento recientemente desclasificado pone en “revisión” la agenda estratégica militar estadounidense y señala a China, Rusia y Corea del Norte, por este orden, como las “principales amenazas” del país. Informe que ha servido al secretario de Defensa, Jim Mattis, para reclamar oficialmente al Congreso “unas fuerzas armadas más ágiles” y con “mayor capacidad tecnológica” para afrontar los desafíos inminentes.



El Reloj del Apocalipsis se ha adelantado 30 segundos este año, hasta las 23:58, el punto que marca la destrucción del planeta

FUENTE: publico.es
Diego Herranz
12/02/2018



¿Pero en manos de qué locos de mierda hemos dejado el mundo?

5/6/17

CUANDO LA PAZ ES UN BIEN COMERCIAL

En Riad, Donald Trump no podía mencionar que la mayoría de los secuestradores del 11-S procedían o pertenecían al culto o fe suní, que fue la inspiración del Dáesh, ni qué país cortó cabezas con un entusiasmo parecido al de ISIS. (Respuesta: Arabia Saudí). Y cuando Trump llegó a Israel el lunes se enfrentó a un nuevo protocolo de la censura: no mencionar quién está ocupando las propiedades ajenas en Cisjordania o qué país está escandalosa y continuamente robando tierras -legalmente propiedad de árabes– solo y exclusivamente para judíos. (Respuesta: Israel).

Así que ¡bingo!, en la mayor alianza de Oriente Medio jamás creada en la historia, los saudíes y los otros dictadores árabes suníes, y el Presidente chiflado de Estados Unidos y el cínico primer ministro de Israel, todos estén de acuerdo en la identidad del país diabólico que todos ellos pueden maldecir con una sola voz, inspirador del “terrorismo mundial”, instigador de la inestabilidad de Oriente Medio, la mayor amenaza para la paz mundial: el Irán chií.


Así que a los pocos minutos de aterrizar en el aeropuerto de Tel Aviv -parte de cuyas pistas de aterrizaje en realidad se encuentra desde hace sesenta años en un terreno legalmente propiedad de árabes palestinos- los escribas de los discursos de Trump (porque Trump seguramente no puede escribir esto) fueron reproduciendo una vez más su odio a Irán, el “terror” de Irán, el complot de Irán, el continuo propósito de Irán de fabricar una bomba nuclear. Y todo esto cuando en Irán acaba de ser reelegido un presidente cuerdo que realmente firmó el acuerdo nuclear hace dos años que redujo sustancialmente la amenaza estratégica de Irán a Israel, a los árabes y a Estados Unidos.

“Nunca se debe permitir que Irán llegue a poseer un arma nuclear”, dijo el comandante en jefe de Estados Unidos. Irán “debe cesar su financiamiento mortal [sic], la formación y el equipamiento de los terroristas y las milicias”. Un marciano que también podría haber aterrizado en Tel Aviv al mismo tiempo seguramente concluiría que Irán fue el creador del Dáesh y que Israel ya estaba bombardeando a los crueles y violentos miembros del culto del califato islámico. Y los marcianos -sin duda más inteligente que el presidente de Estados Unidos- se sorprenderían mucho al descubrir que Israel ha estado bombardeando a los iraníes, los sirios y sus milicias, pero que nunca ha bombardeado al Dáesh.


No es de extrañar que Trump tratara de ceñirse a su guión preparado. De lo contrario podría hacer algo cuerdo como felicitar al nuevo presidente de Irán por su victoria electoral y por su promesa de adherirse al acuerdo nuclear; como exigir el fin de la ocupación y colonización israelí de tierras árabes; como decirle a los viejos y cansados ​​dictadores y príncipes del mundo árabe que la única forma en que pueden librarse –ellos y Estados Unidos- del “terror” es mediante el tratamiento de su gente con dignidad y la protección de sus derechos humanos. Pero no, eso es demasiado sensible, justo y moral -y demasiado complicado- para un hombre que hace tiempo se cayó del borde de la realidad y entró en el mundo tuitero. Por lo tanto habló del “acuerdo definitivo” entre Israel y los palestinos, como si la paz fuera una mercancía que se compra o se vende. Como la que acababa de fijarse en Arabia Saudí: pistolas para el petróleo y dólares.

Pero entonces, sentado junto a Netanyahu, el hombre se saltó el guión. Para alivio de todos regresó a los horrores del acuerdo nuclear con Irán, el acuerdo que era “increíble”, “algo terrible” en que los EE.UU. habían entrado. “Les tiramos un salvavidas –a la vez que les dimos la posibilidad de continuar con el terror”-. La amenaza de Irán, dijo a Netanyahu, “ha obligado a la gente [sic] a juntarse de una manera muy positiva”.


Esto era realmente “increíble”. Trump, en su extraña inocencia, cree que el deseo del mundo suní de destruir al Irán chií y sus aliados es la clave para la paz árabe-israelí. Tal vez eso es lo que quería decir -si se refería a algo- cuando dijo que su visita marcó “una oportunidad única para llevar la seguridad y la paz a esta región, a su gente, a la derrota del terrorismo y la futura creación de la armonía y la paz” -un trocito estaba en el guión, por cierto- en lo que llamó “esta antigua y sagrada  tierra”. Se refería a Israel, pero fue la misma frase que utilizó en Arabia Saudí y sin duda podría hacerlo en Suiza, Lesotho o, bien, en Corea del Norte si trajera alguna ventaja. O Irán, para el caso.

Quién sabe si Trump va a ser capaz de hacer frente a la colonización judía, el robo de tierras y al propio pequeño dictador de Palestina cuando encuentre a Mahmoud Abbas el martes. O a los derechos humanos. O a la justicia. Su discurso en el Museo de Israel, entonces, va a ser una maravilla si se aleja del guión. Pero las oportunidades están encerradas en la descripción: la unidad de los árabes suníes en su odio al Irán chií -él misericordiosamente dejará de lado los contextos de "sunní" y "shií" en caso de que así se preste para el juego-, las relaciones más estrechas entre los dictadores del Golfo y sus príncipes con la apropiación de tierras de Israel, la necesidad de los palestinos para poner fin a “terrorismo” contra sus ocupantes -la palabra “ocupantes” también debe dejarse fuera, por supuesto- y eterno, al fin, el amor sagrado de Estados Unidos a Israel para bien o para mal.


FUENTE:  http://www.counterpunch.org
Robert Fisk - Independent
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.






Todo esto suena a tambores de guerra.

30/11/15

TAMBORES DE GUERRA, PÍFANOS DE DISTRACCIÓN

 

La amenaza yihadista se ha convertido en la excusa perfecta para el estado de excepción. Se trata de detener el pensamiento con el fin de culminar el propósito de echar el cierre a los derechos sociales, núcleo central de la L Legislatura que recién acaba (y que empezó no con las elecciones del 20N que ganaría Rajoy, sino cuando Zapatero, con apoyo del PP, reformó el artículo 135 para darle la más importante paletada de tierra al maltrecho estado social español). En toda Europa hay un criterio claro compartido por el bipartidismo vigente: terminar con el contrato social nacido de la derrota de la derecha tras la Segunda Guerra Mundial. Esa coincidencia es lo que explica la Gran Coalición que tienen los socialistas y Ángela Merkel en Alemania, prólogo a la gran coalición que el nostálgico de las dictaduras de Pinochet y Franco, Felipe González, recomienda para España sabiendo de su ascendiente sobre Susana Díaz.


El estado de excepción puede acabar con el Estado social, democrático y de derecho en nombre de la seguridad. Los seres humanos activamos con urgencia el hipotálamo -un avance evolutivo de la hominización– cuando el peligro acecha. Los seres humanos activamos el neocortex -un avance evolutivo de la humanización– cuando queremos pensar en el medio y largo plazo. La propuesta de Rajoy, en la que le acompañan un desconcertado Sánchez y un utilitarista Rivera, quiere que marchemos a las elecciones de diciembre con un anonadante ¡Que la patria se rompe! y un no menos conmocionador ¡Que vienen los moros a matarnos! La diferencia es que estamos en 2016 y convendría actualizar un poco el discurso.


Rubalcaba, que no fue un entusiasta de la salida de las tropas de Iraq, sabe que el Pacto Antiyihadista es la penúltima oportunidad de resucitar el moribundo bipartidismo. Por eso lo defiende con ese ánimo que invoca su “razón de estado” que nunca he compartido y que ha hecho mucho daño a la democracia española. Si queremos acabar con la amenaza yihadista, debemos dejar de vender armas a quienes luego las regalan al ISIS, cortarle la financiación acabando con el secreto bancario de los paraísos fiscales, cortar la cooptación acabando con las desigualdades en los suburbios de las grandes catedrales europeas y apoyando a los grupos moderados en esos países. Todo lo contrario que los bombardeos que sólo logran radicalizar a las víctimas. ¿No es eso lo que pasa cuando en nombre de los derechos humanos se deja a Raqa sin electricidad? Si quieres la paz, prepárate para la paz. Los latinos escribieron aquello de “si vis pacem, para bellum”. Y uno le puso ese nombre a una pistola. 


FUENTE: publico.es
Comiendo tierra
Juan Carlos Monedero
28/11/2015

30/8/13

TAMBORES DE GUERRA

Con fecha 01/12/11(miren si ha llovido desde entonces) publiqué, en este mismo blog, una entrada que llevaba por título ¡POR AHÍ VAN "LOS TIRROS"!, en la que ya me preguntaba cuál sería la excusa del Imperio para invadir el siguiente país de Oriente Medio, y expresaba mi duda entre si iba a ser Syria o Irán.



Y ahora que vuelven a sonar tambores de guerra y, los de siempre (léase "los buenos"), en su búsqueda de recursos energéticos y posiciones estratégicas, van a montar otra guerrita lejos de sus casas aprovechando la coyuntura del ataque con armas químicas, supuestamente efectuado por el ejército sirio contra su propia población, es el momento de preguntarnos quién o quiénes les vendieron tales armas o los medios necesarios para fabricarlas.

¡Ellos!...¡Han sido ellos!...¡¡¡los de siempre!!!, intercambiando armamento por oro negro, para lubrificar con él su economía y ennegrecer aún más, si cabe, la amoralidad de sus conciencias.



Recuerden que el último avatar de la divinidad vino, entre otras cosas, a combatir a los hipócritas. Está claro que no pudo con ellos.

También está claro que si la cosa se lía, terminarán arrastrándonos a ese sinsentido.

¡Por ahí van "los tirros"!... quiero decir, "los disparros".