A la derecha, el antiguo ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con Ricardo Blázquez,
presidente de la Conferencia Episcopal, y entre ellos, otro prelado. | EFE
¿A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César? En España, no del todo: más de 200 vírgenes y cristos ostentan cargos honoríficos municipales y militares, según el recuento efectuado por Europa Laica.
Concretamente, 185 tallas de vírgenes y de cristos tienen, respectivamente, la distinción de alcaldesa o alcalde perpetuo u honorario, situación que se da en varias capitales de provincia como Albacete (virgen de los Llanos desde 1956), Almería (virgen del Mar, desde 2011), Cádiz (Jesús Nazareno y virgen del Rosario), Guadalajara (virgen de la Antigua, 1885), Huelva (nuestra señora de la Cinta, 1956), Sevilla (nuestra señora de los Reyes, 1956), Valencia (virgen de los Desamparados, 1954) y Valladolid (virgen de San Lorenzo, 1963).
A ese volumen de distinciones, la gran mayoría de ellos otorgados por los ayuntamientos tras entrar en vigor en 1978 la Constitución que declara la aconfesionalidad del Estado, se suman 26 medallas de oro y/o de la ciudad y otras distinciones oficiales como la entrega de las llaves de Sevilla a la virgen de los Reyes en 1953, el cargo de regidor perpetuo asignado a Jesús Nazareno en 1681 en Rota (Cádiz), los bastones de mando de Motril (Granada) a la virgen de la Cabeza (2013) y de Torquemada a la de Valdesalce (2014) o la designación de la de los Dolores como protectora de la Policía de Palma del Condado (Huelva) en 2009.
Rangos superiores por encima del escalafón
Juanjo Picó
"Esas figuras tienen distinciones oficiales que nunca han sido retiradas, algo que ataca la aconfesionalidad del Estado", señala el portavoz de Europa Laica, Juanjo Picó, para quien "falta mucho por avanzar en este aspecto de la democracia". En su opinión, "una alcaldesa perpetua entra en el Celtiberia Show. Hay tradiciones arraigadas y asumidas, pero también hay que asumir que la historia avanza".
El ámbito municipal no es el único en el que las tallas religiosas reciben y conservan honores. En ámbito el castrense llegan a superar, en algunos casos, los del escalafón oficial. Así, al fajín militar concedido a la granadina virgen de Los Remedios en 2014 y el de la Guardia Civil que el año pasado recibió una imagen en Gandía (Valencia), y al cargo honorario de teniente general del ejército que desde 1953 ostenta la virgen de los Reyes de Sevilla, se les suman 16 designaciones como capitán general, rango que ningún militar de carne y hueso puede alcanzar en España al estar reservado al rey.
Felipe VI de Borbón
Por último, el Ministerio del Interior ha concedido cinco medallas a vírgenes y cristos en lo que va de siglo, aunque en todos los casos bajo los gobiernos del PP. La imagen de la Amargura de Granada recibió en 2015 la del mérito civil, a la que se suman las de oro del mérito policial de la virgen de Lledó (2000), la del Amor y la Soledad de Fuengirola (2001), el Cristo Caído de Valdepeñas (2001) y María Santísima del Amor de Málaga (2014).
Recurso de revisión al Supremo
Imposición de medalla a laVirgen del Amor
La polémica concesión de esta última, avalada por un quebrado tribunal de la Audiencia Nacional en un fallo con dos votos particulares que el Constitucional declinó revisar tras estudiarlo un juez del Opus y exdiputado del PP y otro de tendencia conservadora, ha vuelto a los tribunales.
Las organizaciones Europa Laica y Mhuel (Movimiento Hacia un Estado Laico) han formalizado esta semana ante el Tribunal Supremo un recurso de revisión contra esa sentencia en el que sostiene que el expediente incluye errores formales, como la ausencia de una orden de incoación o la falta de "documentos esenciales" en el expediente, y que Interior se saltó sus propias normas para concederla.
Las organizaciones Europa Laica y Mhuel (Movimiento Hacia un Estado Laico) han formalizado esta semana ante el Tribunal Supremo un recurso de revisión contra esa sentencia en el que sostiene que el expediente incluye errores formales, como la ausencia de una orden de incoación o la falta de "documentos esenciales" en el expediente, y que Interior se saltó sus propias normas para concederla.
El bastón de mando
"En algunas de esas concesiones de medallas hay indicios de que pudiera haberse cometido un fraude de ley, como en el caso de virgen del Amor", indica Picó, que lamenta que cuando ya casi hace 40 años que la Constitución declaró la aconfesionalidad del Estado "sigue sin haber ninguna norma que marque qué es, ni siquiera un reglamento municipal". "Consideramos que algunas de esas medallas han sido concedidas de manera arbitraria", sostiene Jorge García, de Mhuel.
FUENTE: publico.es
Eduardo Bayona
Zaragoza - 15/03/2017
Y pregunto yo: ¿Estaría muy mal visto por la ciudadanía darle un bastonazo (flojito, ¡eh!) por las cuerdas del cogote a más de uno, por ver si se le activan las neuronas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario