Asombrosa la explicación laudatoria del CNI que ofrece el “Especial Agentes secretos y CNI” acerca de los “riesgos” de los que, en boca de su director, con cargo de Secretario de Estado, el General Sanz Roldán, antiguo JEMAD y con una pila de condecoraciones militares a sus espaldas.
Comencemos por destacar el perfil del “director” del CNI, porque el mismo despeja, si a alguien a estas alturas le sigue quedando duda, cualquier atisbo de incertidumbre sobre el carácter militar de dicho instituto. Por más que lo disfracen bajo la dependencia orgánica de Presidencia, el CNI, el espionaje español, es un ente militar. Y, para más inri, de tal enjundia que el actual Director del ente ha sido, nada menos, el jefe del Ejército hasta 2008 en que fue sustituido por el hoy miembro relevante de “Podemos”, General Julio Rodríguez. Además es miembro nato del Consejo de Estado, lo que implica la extensión del poder y del pensamiento militar al propio Consejo de Estado.
General Félix Sanz Roldán
Pero pasemos del dicho al hecho. ¿Que dice Sanz Roldan que hace el CNI?, ¿qué amenazas son esas de las que nos defiende?
Habla, primero, del tráfico de personas y ofrece un enfoque de éste bastante deprimente:
"Un buen ejemplo es el tráfico de personas y la inmigración ilegal, que cada día sobrecoge más y llega a lugares que creíamos inimaginables: jamás pensábamos que nos íbamos a encontrar una patera en Alicante… pero ya ha sucedido y tenemos la obligación de proporcionar elementos de juicio para que esto no se produzca".
Gral Sanz Roldán para Onemagazine.
Fotografía galardonada con el tercer premio en el apartado de historias
de 'Noticias de Actualidad' de los World Press Photo.
de 'Noticias de Actualidad' de los World Press Photo.
El CNI, parece decir, quiere combatir el “tráfico de personas” y la “inmigración ilegal” no ofreciendo círculos virtuosos de políticas migratorias basadas en los derechos humanos, la cooperación internacional, o en políticas de codesarrollo; o entendiendo las causas estructurales de ésta, sino, sencillamente, intentando la represión y que la inmigración se retenga y no ocurra. ¿Gastamos dinero entonces para poner puertas al campo?, ¿para una política imposible y destinada al fracaso completo y al dolor de las personas?; ¿no hay que decir nada de la inmigración forzada por nuestras políticas estructurales de dominación o por las guerras propiciadas por la geopolítica estimulada por el bloque en que nos encontramos o por las armas que vendemos? ¿Es necesaria una estructura de espionaje para tratar la movilidad humana?
Pero el general no es hombre de una sola idea. Y por eso nos habla de una segunda preocupación de la que el CNI nos “defiende”, las armas de destrucción masiva:
"Otro ejemplo es la proliferación de armas de destrucción masiva, que se ha convertido en un hecho real. En algunos lugares de la Tierra ya se está enriqueciendo uranio al 20% y eso supone tener una capacidad altísima. ¿Qué se hará después? ¿Quién puede asegurar que sólo se utilizará con fines pacíficos? Para eso estamos los servicios de inteligencia".
Gral Sanz Roldán.
Asombra de nuevo la justificación del CNI. Vigila el enriquecimiento de uranio que hacen algunos países y que no puede asegurarse que vaya a ser utilizado para “fines pacíficos”. ¿Israel, EE.UU., Francia, Rusia, Reino Unido, China, India …? No parece que se refiera el militar a estos. Si tenemos en cuenta que muy pocos países (concretamente 17) producen uranio en cantidad significativa, que muy pocos venden uranio enriquecido (Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, EEUU, Francia Holanda, Japón, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y tal vez Argentina) y otros pocos lo producen para fines propios (Irán, Pakistán, India, …), el riesgo que el militar explica parece más bien el riesgo de que estos "estados canallas", la mayoría de ellos del bloque occidental, se quieran lucrar potenciando la inseguridad y la guerra y facilitando la proliferación del armamento militar que con la boca pequeña dicen rechazar, lo cual no parece ser lo que le preocupa al general y a su idea de la defensa.
Dice el general que otra de sus labores es luchar contra el crimen organizado, una especie de entelequia inconcreta que no queda claro en qué consiste y que, al decir del general, no ocupa a mucha gente española pero los “criminales organizados” usan nuestro territorio para cometer sus fechorías. No adivinamos a comprender, en este caso, qué necesidad de espionaje existe cuando, en el territorio estatal hay suficientes (e incluso abrumadoramente amplios) cuerpos policiales teóricamente encargados de estos extremos.
El general se refiere a otros peligros que combate el CNI, como el terrorismo internacional de carácter “islamista” principalmente, y a las “fuerzas” en el exterior. Es decir, una función militar que tiene que ver con la política de injerencia militar que España realiza y que, gracias a la obsesión militarista, nos ha convertido en parte en una serie de guerras y en enemigos de un gran número de pueblos.
En el colmo de la desmesura señala esta vuelta de tuerca militar que CNI contribuye a realizar “en nuestro nombre” pero sin nuestra opinión:
"Hay lugares del mundo en los que nos afecta mucho lo que sucede. Estamos siempre atentos, por ejemplo, a lugares como Sahel o Somalia, donde hemos tenido e, incluso hoy tenemos, retos para nuestra seguridad, como secuestros de ciudadanos españoles”.
Gral Sanz Roldán.
Ya lo ven, el Sahel, dice, es importante para la seguridad española porque ocurren secuestros de ciudadanos españoles. ¿La intervención española en el Sahel viene causada por los “frecuentes” secuestros de españoles en la zona?, ¿desde cuándo suceden estos “secuestros”?, ¿cuál es su frecuencia?, ¿No tiene que ver más con la doctrina de defensa de fronteras avanzadas y con la política de agresión y imposición de influencia que ha emprendido Europa en la región?
En otro momento, al hablar de los agentes del CNI dice:
"Nuestros agentes están desplegados por todo el territorio nacional, pero también por 64 países del mundo. Podemos imaginarnos al que está en un destino atractivo, en París o Roma, pero también hay que pensar también en el que está en Yemen, en Burkina Faso o en Mauritania, en Níger o en Nigeria, o en el desierto de Mali."
Gral Sanz Roldán.
Mariano Rajoy, presidente de gobierno español, visitando tropas desplegadas en el extranjero.
"La primera empresa que se presentó en el CNI durante mi mandato, respondiendo a mi ofrecimiento de ayudar a las compañías que quisieran establecerse en el exterior, fue Abengoa, que nos pidió saber la seguridad de una inversión en un determinado lugar y sus ejecutivos allí, pero hoy son muchas; y, también, a aspectos como la protección del sistema financiero, ya que en estos momentos existen dudas de que no sea, como otros elementos de la sociedad moderna, atacado".
Gral Sanz Roldan.
Así pues, una empresa española llega al CNI y le pide que le haga una investigación sobre la seguridad de una inversión y todos los españoles pagamos dicha investigación financiando al CNI. Es decir, una empresa privada se vale del dinero de todos los españoles. Y lo hacen, además, con garantía de secreto.
De modo que, recapitulando, el CNI, según su propio jefe, está para ofrecer una “defensa” militar y con un enfoque militarista al status quo y a las estrategias de dominio y protección de los “intereses” de los que se sirven y benefician de éste, pero no para defender la “seguridad humana” de las sociedades españolas, o la de otros pueblos donde nuestra huella nefasta es evidente. Para defender las empresas multinacionales, los negocios de estas, el sistema financiero, los militares que mandamos al exterior, los intereses de dominación, etcétera, pero no para defendernos de las agresiones reales y concretas a nuestros derechos.
Fuente - utopiacontagiosa.org
En una estadística que leyó hace poco este ciudadano, referida al año 2015, España era el 7º exportador de armas a nivel mundial, por detrás de:
EE.UU, Rusia, China, Gran Bretaña, Alemania y Francia.
¡Chacho, Chacho... Chacho...!
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