Esta entrada va dedicada a todos mis amigos, parientes, conocidos, vecinos, etc. que hoy, 1º de mayo, con la que está cayendo sobre la clase trabajadora de este país, no fueron capaces de solidarizarse con los suyos y acudir a la manifestación convocada por los agentes sociales, para demostrarle al gobierno de turno, nuestra fuerza. Y no les valen las manidas excusas de "pierdo mucho dinero" o "tengo muchas deudas" (como si los demás estuviéramos exentos) porque, justo hoy, al ser día festivo, les salía gratis. Pero cuando no se está por la labor... ya se sabe.
Qué fácil y qué comodo resulta esconder la cabeza como los avestruces, quedándose en casa a ver la tele, a jugar a la Play o navegar por Internet; leyendo el periódico en el bar de la esquina o tomando unas cañas; paseando al perrito o a la iguana; sentado al sol en un banco del parque o, simplemente, durmiendo la mañana, mientras tus compañeros están en la calle defiendo tus derechos y los de tus hijos (si los tienes). Luchando por conseguir un mundo más justo, y hasta arriesgándose a recibir unos palos si la cosa se lía, mientras tú... ¡tururú!
¿Cómo he de llamarlos?... Mejor, pongan ustedes mismos el epíteto...
No sé si alguien, al leer esto, se pondrá colorado. Supongo que no. Pero, de todas formas, pido una profunda reflexión sobre lo que está ocurriendo con la clase trabajadora, y sobre cómo nos van rapiñando nuestros derechos ante la total pasividad de muchos. Es por ello que quiero dejar, como epílogo, una frase de José Martí, compuesta por una pregunta y su correspondiente respuesta:
"¿Por qué, cuando luchan, pierden siempre los pobres?"... "Porque no se unen."
No hay comentarios:
Publicar un comentario