En contra de lo que es común en mí (creo que soy un lector bastante voraz) me ha costado más de la cuenta leer este libro. Demasiados días para tan pocas páginas, cuando, si una obra me engancha de veras, a lo sumo me dura tres o cuatro jornadas. Tal vez sea ya al desgaste neuronal que la edad ocasiona, lo que no me permita esa voracidad, o a lo mejor este libro es demasiado denso y farragoso para mis pobres entendederas. No obstante, quiero dejar constancia de parte de su texto; en concreto de un párrafo de la página 554, que no tiene desperdicio:
" Con el fin de que la masas no lleguen a hacer nada por reflexión, distraeremos su pensamiento con juegos, diversiones, casas públicas; presentaremos concursos de arte, de deportes de todas clases... Favoreceremos el amor al lujo desenfrenado y aumentaremos los salarios, lo que no proporcionará ventaja alguna a los obreros, puesto que, al mismo tiempo, elevaremos los precios de todos quellos productos que sean de primera necesidad, con el pretexto de las malas cosechas. Desorganizaremos también la producción en su base, sembrando los gérmenes de la anarquía entre los obreros, y procurando por todos los medios que lleguen a serles indispensables el vino y el alcohol. "
¿Cómo lo ven? Porque yo coincido con Forges.
Ciudadano Plof
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